A los 12 años comenzó su relación con las caricaturas y a los 17 fue convocado por primera vez a un diario. Luis Gaspardo, el artista nacido en Santa Fe que triunfa actualmente en España, posee un vasto currículum que inició con medios gráficos de Argentina y se extiende a animaciones en productoras españolas.
El santafesino ‘’adoptado’’ por Barcelona habló con El Litoral sobre sus comienzos en el mundo artístico, sus producciones más importantes y la vida de un caricaturista argentino en Europa.
Su inicio artístico en Santa Fe
La inserción al mundo de la caricatura la tuvo a los 12 años, consumiendo la revista Humor y teniendo como referentes a artistas como Nine, Cascioli e Izquierdo Brown. Sin embargo, a los 6 años ya tuvo experiencias con el mundo del arte, tomando clases de dibujo con su prima. ‘’Hasta ese momento, a pesar de mi corta edad, lo que quería era pintar y hacer esculturas’’, indicó Luis, y agregó sobre su profesora: ‘’Nos enseñaba a través de referencias de la pintura clásica. Así que el cómic y las caricaturas me parecían artes menores’’.
En relación a ese prejuicio existente a nivel general, Gaspardo destacó sobre el cómic: ‘’Hoy se le llama arte, sin rodeos, y me parece bien, pero es una conquista. No siempre fueron así las cosas’’.
‘’Profesionalmente comencé a relacionarme con la caricatura a partir de los Salones del Humor y la Historieta que organizaba el diario ‘El Litoral’. Eso fue a mis 16 o 17 años aproximadamente’’, relató el artista, completando: ‘’Participé y obtuve un segundo premio que me posicionó para que el diario me convocara como caricaturista editorial. Pero como era menor, tuve que esperar para que eso se concretara’’.
Nostálgicamente, el ilustrador recordó sobre Santa Fe: ‘’Eran muy lindos los salones de Humor e Historietas. Esos son sin dudas lindos recuerdos, ahí conocí a tantos geniales artistas, muchos de ellos, mis amigos de hoy’’, agregando: ‘’El paso por el diario y mi relación con Izquierdo y Kovacevic, con los que formábamos el equipo de dibujantes humoristas, fue muy divertido también’’.
El salto a Europa
En el 2001 tuvo gran momento laboral trabajando para “Billiken” y “El Gráfico” en forma constante y para otros medios circunstancialmente, por lo que la crisis de ese año lo afectó considerablemente.
Con el país atravesando una situación crítica, las mejores opciones de trabajo se encontraban en el exterior. Allí es donde aparece Gabriel Podestá, ex director de arte de “El Gráfico”, con una propuesta para trabajar vía internet para la revista “Don Balón” de Barcelona.
‘’Fue así que empecé una relación laboral con Don Balón que duró 10 años’’, relató Luis. A través de esta revista, también colaboró con algunos otros medios de España y realizó dibujos para un libro de Andreu Buenafuente, un presentador muy conocido y prestigioso de España.
Durante esa década de relación con España, solo viajó en una ocasión y con motivo de ‘’ponerle cara’’ a sus jefes y compañeros de trabajo con quienes tenía una relación virtual. Pero a pesar de trabajar desde Argentina, al tener tanto trabajo en el país de la península ibérica, dejaron de tenerlo en cuenta en nuestro país.
Respecto a la decisión de residir en Europa, Gaspardo explicó: ‘’Cuando ‘Don Balón’ cerró, me tocó volver a buscar trabajo en Argentina y no era fácil. Hay pocos medios que utilizan ya no caricaturas, sino ilustraciones en general. Y los pocos que había ya tenían a sus dibujantes y no pagaban bien. Entonces empecé a pensar en la posibilidad de emigrar y en seguida dio frutos’’.
Sus trabajos más destacado
Durante estadía en el viejo continente como ilustrador y caricaturista, también trabajó como concept artist, modelador y texturizador en producciones de Audi, Ubisoft y Actimel, entre otras empresas españolas.
Personalmente, el artista destacó su labor en el estudio ‘’23lunes’’, del cual es parte hace 7 años. Sobre lo que más le agradó allí, expresó: ‘’Específicamente, el corto que hicimos durante el primer confinamiento, teletrabajando y a pulmón. Como una apuesta contraintuitiva con el momento que vivíamos, que parecía proponer depresión y temor por el futuro laboral y personal. Se llama “Herman” y me encantaría que lo vieran en Argentina’’.
En relación al avance de la tecnología: ‘’Me viene pisando los talones desde hace tiempo, obligándome a cambiar de herramientas y a estar siempre estudiando, pero como me gusta estudiar cosas relacionadas al arte, siempre traté de tener una oreja levantada a ver hacia dónde se iba moviendo la profesión’’.
Gracias a la ilustración digital, llegó a hacer portadas de la revista Humor, ilustraciones para Rolling Stone, La Nación, Billiken, Genios y para un libro de Felipe Pigna. Sin embargo, el santafesino remarcó: ‘’El salto más grande fue en España, pasando a la animación 3D. Sobre todo al modelado en softwares como Zbrush y Maya. Al texturizado de personajes en otros como Substance Painter o Mari’’.
Las diferencias laborales
‘’En Argentina, un ilustrador, tiene que saber y estar dispuesto a hacer cualquier cosa. Debe cubrir varios estilos, tiene que poder hacer un comic, un story board, una caricatura, un concept para una película, diseño de personajes, diseño de escenarios y props para videojuegos. En España, cada artista hace lo suyo’’, expresó Luis.
Respecto a su adecuación, expresó: ‘’Nuestra capacidad de adaptación como argentinos puede ser una ventaja o una desventaja’’, y agregó ‘’Acá en España, cada una de esas actividades es una carrera universitaria, donde cada año salen 100 jóvenes super bien formados a competir en el mercado’’.
Resaltó igualmente que ‘’La creatividad latina y sobre todo la argentina, forjada a fuerza de enfrentar crisis imposibles, sigue marcando una diferencia’’.
El futuro de Luis Gaspardo
Si bien uno de sus objetivos es dedicarse a pintar y esculpir, en algún momento de su carrera, soñó con ser parte de producciones de Pixar. Sueño que posiblemente haya quedado rezagado ya que expresó: ‘’De pronto me vi haciendo un trabajo muy parecido al que me imaginaba en mis sueños más ambiciosos. Y quizás mejor que en una compañía como Pixar, en la que uno puede estar a cargo de un departamento lleno de artistas extraordinarios, o un artista más, que no tiene poder de decisión sobre el arte de una producción, sino que es un eslabón en una cadena que sigue las directrices de dos o tres geniales directores de arte’’.
Finalmente, sembró la duda sobre la posibilidad de retornar al país: ‘’Difícil lo veo, para qué mentir. Sobre todo porque mi hija ya hizo una vida y relaciones acá en España. Pero, nunca digas nunca. Después de todo, nunca me gustó lo fácil’’.
Gonzalo Fracchia (El Litoral)