Escuela de ritmos y boxeo: el legado Sandivares, recargado
A días de inaugurar en Rufino su nueva escuela de ritmos y boxeo en un punto estratégico de la ciudad, con la polenta de su sangre más agitada que nunca, “La Estación by Nadia Sandivares”, sigue dando pelea en Rufino. “La Estación surge como una nueva idea para poder cambiar mi estilo, mi forma de dar las clases, convertirlas y poder hacer lo que me gusta, pagando altos costos, ya que no todos los grupos se sintieron identificados con esa nueva versión, pero siempre brindando lo mejor”, compartió Nadia, de 33 años y nacida en Rufino, a Sur24 con respecto a la identidad de su última propuesta; mostrando que emprender no siempre es ganar y que permanecer es el premio mayor.
Nadia es la primera hija del matrimonio de Eduardo Andrés Sandivares, referente deportivo local, destacado en el área de boxeo, quien se desempeñó desde temprana edad como boxeador amateur, luego profesional y transmitió así a su hija y a la comunidad, los valores por el deporte, haciendo crecer a cada una de las instituciones deportivas por las que transitó en la ciudad y la zona.
Mientras transcurría la carrera deportiva de su padre, Nadia comenzaba a vivir junto a él su pasión. En sus palabras, “con solo siete años de edad empecé a acompañarlo en sus largos entrenamientos que llevaba a cabo en aquella época dorada del deporte boxístico, como así también en todos los eventos donde participaba”, expresó emocionada la joven rufinense.
Inicios del ritmo
“El 7 de mayo de 2018, por primera vez tuve la oportunidad de llevar adelante mis clases personales, acompañada por la profesora Patricia Campal en el Club Jorge Newbery; en ese momento, las clases de fitness y ritmos no estaban instaladas y no eran conocidas, entonces nace la idea de una primera sociedad”.
El objetivo fue realizar distintas propuestas dentro de un gimnasio donde la gente se anime a bailar, recrearse, transformarse, compartir un lugar social y disfrutar una hora de música actualizada.
Nadia trabaja hace 15 años de manera ininterrumpida en la ciudad, y en ese lapso “siempre me autoconvencí de que cada lugar al que aposté era para mejorar las condiciones y la calidad de mis clases, pasando por diferentes espacios”.
Pandemia en red
“En época de pandemia comencé con mis clases on line, todos los días a las 19, transmitidas vía Facebook en vivo, donde lo que hacía era un pasamanos con los emprendedores que se encontraban en las mismas condiciones que yo, desde allí mi público fue aumentando, igual que mis seguidores, donde me esperaban para poder pasar un buen rato, disfrutar y distraerse”, dijo Sandivares.
“La pandemia me tocó de cerca, como a muchas personas, y me provocó la pérdida de un ser querido, mi padre. Desde ese momento mi vida dio un giro y debía seguir su legado, el que ha sido para mí este último tiempo un gran empujón para poder seguir adelante con mis clases”, compartió la emprendedora en relación al momento más difícil y al motivo de su resiliencia profesional.
En esta nueva etapa y después de siete meses de actividad, Sandivares consideró que había que transformar el dolor en un cambio positivo para su vida y reconstruirse como persona. “Así, la idea fue redoblar la apuesta y continuar con mi escuela de ritmos más vigente que nunca”, sentenció, y agregó: “Hoy más convencida que nunca vuelvo a cambiar mi espacio y a proyectar lo que siempre soñé y anhelé, siempre acompañada de mi equipo, que son los que hoy hacen que todo suceda de una manera especial, fluida y compartida”.
Desde diciembre
En los primeros días de diciembre comienzan a dictarse sus clases renovadas, en uno de los lugares que más la identifican y por donde ya había pasado en algún otro momento, “este lugar es perfecto y me encanta”, enfatizó, feliz. Las instalaciones superiores de la tradicional Sociedad Italiana serán los que se agiten al ritmo de los sones de moda y de los puños de los que elijan el box, en pocas semanas. Dicho predio se encuentra en calle Dr. Emilio Carballeira 247. Acorde a las distintas modalidades que se proponen: baile-box, se apunta a la participación de los jóvenes que deseen y necesiten una mejor calidad de vida a través de la cultura del deporte, aspecto que esencialmente motoriza el proyecto en la ciudad.
“Ahí los espero, augurando en esta etapa, poder disfrutar junto a todos los que me quieran acompañar en el nuevo proyecto”, señaló.
La creación de la escuela de baile de distintos ritmos (urbanos y latinos) dirigida a distintas edades, unida a la escuela de boxeo, es una amalgama que después de tantos compases y danzas por la ciudad le permiten hoy a una emprendedora, realizarse personal y profesionalmente, brindar ofertas de movimiento para diferentes gustos y hacerlo con todo el corazón, honrando el legado de su padre. Dejar una huella imborrable en el tiempo y en nuestra ciudad a través de la cultura y el deporte, será inevitable. “Cultura y deporte son elementos fundamentales, activos en el rumbo que toma una sociedad, por eso es imprescindible aportar a ellas”, finalizó Nadia Sandivares.
Eduardo Andrés Sandivares, el boxeador de Rufino
Director técnico y boxeador nacido en Despeñaderos, provincia de Córdoba, se hallaba radicado desde hacía muchos años en Rufino, habiendo sido el director técnico de los equipos representativos de Santa Fe en los Campeonatos Nacionales Femeninos de 2015 y 2016, obteniendo en esas dos oportunidades los logros más representativos para el boxeo femenino santafesino.
Entre 1999 y 2004, Sandivares había realizado una carrera de boxeador profesional en el peso pesado, con récord 13-4 y 10 KO, llegando a disputar el Título Sudamericano con Marcelo Domínguez en el estadio de la F.A.B. (perdió KO3), y a pelear ante destacados rivales en Francia, Italia y Curazao.
Fue una persona capaz, íntegra y de notables cualidades que lo llevaron a tener el reconocimiento de quienes lo conocieron en el ambiente del boxeo.
A la edad de 52 años falleció víctima de Covid-19 en Venado Tuerto, luego de ser derivado desde Rufino.