Venado accesible: en busca de una mejor transitabilidad para todos
[vc_row][vc_column][vc_column_text]A 25 años de la sanción de la ley nacional 24.314 de accesibilidad para personas con movilidad reducida, aún resta mucho camino por recorrer para cumplir con el objetivo primordial que es “la supresión de barreras físicas en los ámbitos urbanos arquitectónicos y del transporte”. Hoy Venado Tuerto se encuentra en proceso a familiarizarse con esta meta que resultaría en un beneficio para muchos venadenses y vecinos de localidades aledañas que se movilicen por la ciudad.
Desde el grupo “Vecino sobre ruedas” (a cargo de Marisa Ceballos), el periodista local Mauro Yakas es una de las caras visibles de esta bandera, y nos cuenta su realidad y cómo convive en una ciudad con miras a la inclusión.
El Colegio de Arquitectos de Venado Tuerto, a través de la Comisión de Accesibilidad, coordinada por María Celeste Porta, es el actor fundamental en esta unión de fuerzas para que los objetivos principales puedan cumplirse: desde el asesoramiento para que las nuevas construcciones tengan una mayor accesibilidad hasta un manual que está en proceso donde se definirán los conceptos para lograr que en el conjunto de la sociedad, Venado Tuerto se convierta en una ciudad accesible.
“Nosotros empezamos por las construcciones, para que puedan tener un baño adaptado o puertas con el ancho adecuado para que ingrese una silla de ruedas, veredas con los pisos podotáctiles o parques y plazas con juegos adaptados. Pero puedo decir que la falta de estas cosas hacen que hoy la ciudad no sea accesible”, indicó Porta.
Desde la comisión entienden que la accesibilidad se basa en cumplir tres aspectos: cognitivo, sensorial y físico. “Y éstos deben interactuar para que se logre la inclusión, porque no me vale de nada tener todas las rampas perfectas si las veredas están en mal estado o no me significa nada si tengo mi casa adaptada si no puedo salir a la calle”, ejemplificaba.
Su objetivo es además lograr que la cadena de accesibilidad (cuando uno sale de su casa, va o permanece en un lugar y vuelve) se cumpla con las características antes mencionadas.
La Municipalidad de Venado Tuerto, por su parte, cumple la función de la construcción de rampas mediante una red troncal a través de la Subsecretaría de Movilidad, dependiente de la Secretaría de Servicios y Obras Pública, y desde el la cartera de Control Urbano y Convivencia se lleva a cabo un trabajo de contralor en pos de que se logre un correcto funcionamiento de estas construcciones.
No solo las rampas
Mauro Yakas tiene en la actualidad 23 años y nació con un síndrome llamado Artogriposis Múltiple Congénita, que afecta particularmente a las grandes articulaciones. “Luego de muchos años y varias operaciones para mejorar mi salud, comenzó lo que podría decir mi vida normal, ya que había empezado con mi escolaridad, luego de muchas barreras que me ponían y con la gran ayuda de mi familia pude terminar tanto el primario como el secundario, haciendo notar que a una persona con discapacidad no hay que serle indiferente”, contó. Más tarde, cursó los tres años de la carrera Técnico Superior en Periodismo, y tiene pendiente para este 2021 rendir las asignaturas que le restan para recibirse. Además trabaja en un medio de comunicación desde hace más de tres años.
Para Mauro, el tema prioritario que lleve a una mayor accesibilidad sería un transporte adaptado, “vivimos en una ciudad ya bastante grande como para que una persona que vive lejos del centro y no tiene movilidad propia llegue a un lugar”.
Respecto a las rampas, las cuales mayormente las vemos en la zona céntrica manifestó que“se están concentrando mucho” en estas obras, “cosa que me parece bien, pero ¿cómo hacemos rampas en lugares en los que no hay veredas? donde hay que hacer cosas impensables para poder pasar”.
“La inclusión no son solo rampas, hay que dejar siempre en claro eso”, sentenció.
A pesar de ello, Yakas considera que Venado Tuerto puede ser una ciudad accesible para todos “pero aún tienen que pasar muchas cosas para que esto suceda”.
“Hay que empezar a trabajar con charlas sobre lo qué es la discapacidad, lo que a uno le genera cuando le obstruyen el paso, cuando no pensás en el otro. Hay que hacer un cambio tan grande de pensamiento que van a tener que pasar muchos años para que pueda decir: ‘Vivo en una ciudad accesible’”.
En este punto, María Celeste Porta agregó que con la iniciativa de construcción de rampas “hemos logrado tener un diálogo un poco más fluido con el municipio pero todavía queda mucho por recorrer y por lograr”. A su vez, trabajan en conjunto con la Comisión de Movilidad del Colegio para perfeccionar los estacionamientos y adaptarlos a la necesidad actual.
Otro de los proyectos de la institución fue incentivar con algún tipo de premio (como una reducción en el FOS) para que las nuevas construcciones tengan un grado de accesibilidad “pero nos dijeron que eso debería ser obligatorio y yo pensé ‘desde cuando Venado no es accesible ni cumple ordenanza alguna sobre accesibilidad’”.
“Hay lugares con rampas que no son las adecuadas porque si hago una rampa de 40 por ciento de pendiente hasta caminando cuesta subirla o algunas ni siquiera tienen rellano; y otro tema importante son los pisos podotáctiles que en la ciudad trabajamos con un estudio al cual le propusimos hacer una vereda accesible y la hicieron en Mitre y Belgrano (Cooperativa Eléctrica) que es la parte plateada con este tipo de pisos que tiene cambios de dirección para personas con discapacidad visual”. Y aclaró que hacer este tipo de intervenciones“no es más cara que una vereda normal”.
Circuito accesible y control
El Gobierno de Venado Tuerto, desde la Subsecretaría de Movilidad, dependiente de la cartera de Obras Públicas, a cargo de Eugenio Bernabei detalló el trabajo que realizan en la adaptación y construcción de nuevas rampas. Se trata de una especie de red troncal que une diferentes espacios públicos para que sea funcional a las personas con movilidad reducida.
“Con el Colegio de Arquitectos se tipificó una rampa modelo y a partir de allí creamos un plan de ejecución de conectividad: la primera etapa es unir, por avenida Marconi, la plaza principal y el Parque Municipal, que ya está concluida; la segunda fase es sobre calle San Martín, haciendo el codo de calle Rivadavia y Juan B. Justo para llegar a la Secretaría de Salud y Desarrollo Social donde funciona el área de Discapacidad. Después la intención es hacer la vereda completa de calle Sarmiento desde Juan B. Justo hasta 3 de Febrero para poder incluir dentro de este circuito la plaza del Papa y la ‘Che Guevara’ y lo último sería avenida Estrugamou para poder conectar la plaza central con la Terminal”, graficó.
A su vez, en un trabajo conjunto con la Secretaría de Salud y Desarrollo Social se interviene en esquinas puntuales para poder conectar algún domicilio particular con esa red.
A la actualidad se han adaptado y construido más de 130 rampas informaba el subsecretario, quien a pesar de ello también coincidió en que “la ciudad está muy atrasada en cuanto a accesibilidad” y admitía que “hay quejas de vecinos sobre este tipo de obras y que se hacen solo sobre la zona del centro pero lo que es ejecución de rampas viene de la mano de cordón cuneta y calle pavimentada y hoy Venado tiene entre el 40 y el 50 por ciento de calles pavimentadas. Y para poder avanzar en accesibilidad primero tenemos que llegar con infraestructura base”.
Otra de las necesidades para que la inclusión en la vía pública sea posible, es la adaptación del transporte urbano y en este punto el subsecretario Bernabei fue claro: “Hubo una propuesta de la gestión anterior que técnicamente no funciona. Hoy el TUP recorre un 40 por ciento de calles de tierra y hacer este tipo de dispositivo no es operativo con el sistema propuesto. Hasta tanto no renovemos las unidades no vamos a poder prestar ese servicio porque los móviles tienen chasis alto y es inviable”.
Concluyendo con lo que entiende por una ciudad accesible, Bernabei consideró que en Venado Tuerto lo que falta principalmente es respeto porque se puedan llegar a tomar todas las medidas desde lo estructural, pero sin la empatía de la gente no van a tener rédito”.
En este punto, se pone en marcha la tarea que se realiza desde la Secretaría de Control Urbano y Convivencia, conducida por Silvia Rocha, quien explicaba que con los agentes de tránsito se intenta visibilizar las faltas de los automovilistas cuando obstaculizan las rampas.
“Siempre las personas que están en infracción tienen una excusa y para mí es falta de respeto hacia el otro. Por eso empezamos con un trabajo muy duro con sanciones por obstrucciones de rampa, que es una de las que más molesta porque intentamos que los agente de control hagan visible esta falta tocando silbato para que salga la persona y vean los demás que eso que está haciendo está mal”, explicaba respecto al control desde su cartera, que se complementa al proyecto aprobado de la concejala Mariana Iturbide que sanciona con tareas comunitarias a aquellos conductores que obstruyan rampas o estacionen en espacios reservados para personas con discapacidad, además de recibir la multa ya vigente.
La solución a este problema a nivel sociedad “es aprender a convivir”, manifestaba Rocha y pidió también respetar el trabajo de los inspectores.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]