“A Juli no me la devuelve la cadena perpetua”
La madre de Julieta, Fabiana Morón, habló con Sur 24 y aseguró estar conforme con el trabajo de la justicia en estos últimos 9 meses, aunque no se mostró igual con las leyes en el país. De hecho, está ansiosa a la espera de la fecha del juicio: “Tienen que haber un cambio porque al femicida si le dan perpetua, son 35 años y pide libertad condicional. O sale antes. ¿Él tiene derecho a hacer su vida y mi hija qué?”.
Junto a su marido y familiares, recorrieron el pueblo para “restaurar” todos los afiches con la cara de su hija y el pedido de justicia. Además, destacó el acompañamiento del pueblo y el respaldo del gobierno local: “No tengo palabras de agradecimiento porque desde el sábado a la mañana que Juli desapareció, ellos me ayudaron a buscarla. Todo el tiempo se nota el afecto de la gente. Me abrazan con la mirada donde me ven y lo siento. Berabevú quedó dolido, por eso están dándome fuerza”, remarcó.
Fabiana repite hasta el cansancio que pelea para que la pena del asesino sea perpetua. Aunque para ella, Cristian Romero debería estar “toda la vida” en la cárcel: “Va a salir con 60 y algo de años. Julieta no sale más del cementerio, pero él sí de prisión. Para los asesinos y femicidas la cárcel tiene que ser su tumba. Que los suelten cuando nuestras hijas salgan del cementerio”, agregó.
Y continuó: “Que lo saquen en un cajón así tenga 90 años. Eso es lo justo. Matan a los 20 y a los 30 años salen con el derecho de hacer su vida. Y mi hija pudriéndose en un cajón. Nada me la va a devolver. Nos queda luchar por lo que hay porque no queda otra. Cuando él salga yo ni lo veo quizás”.
Morón también dijo que nueve meses después del asesinato de su hija, sus pertenencias no aparecen: “Me falta su mochila, ropa, la bicicleta y el teléfono. Siguen trabajando en eso pero el femicida tiene derecho a no declarar y yo no lo puedo creer. En 9 meses nunca habló. A lo mejor no me entero nunca que hizo con las cosas que eran de mi hija”.
En esta línea, reconoció que le sigue costando ir al cementerio porque para ella, su hija sigue estando a su lado: “A Juli la siento conmigo en casa, por eso no me gusta ir al cementerio. Fue muy fuerte cuando hace poco pusimos (en la tumba) la piedra con su foto. Tiene el vestido verde de la graduación y alas de angelito. Lloré tanto. No es un lugar donde me guste ir”. Y siguió: “Tengo un altar donde ella tiene puesto el vestido verde que es el que tiene ahora (en el cajón). Hay velas, aceites, aromas y flores que me traen de regalo. No me nace ir al cementerio. No la siento allá”.
Cada día, un aprendizaje
Fabiana sostiene una militancia diaria en redes sociales con pedidos de justicia por su hija e incluso acompañando los reclamos de otras madres del dolor. Participa del grupo “Atravesados por el femicidio”, junto a familiares directos de chicas asesinadas. “Nos ponemos contentos cuando alguien dice que tiene fecha de juicio. Hay quienes siguen apoyando a los nuevos que llegamos. Por ejemplo, los últimos 5 juicios que hubo (algunos de ellos en Santa Fe y otros en Buenos Aires), fueron condenas perpetuas todos. Es una alegría porque siempre están apoyando cuando uno flaquea o si hay dudas con la causa”.
Y cerró: “Todos los días aprendemos a vivir sin ella. Cada vez que suena el teléfono y es Fiscalía, es remover todo otra vez. Pero están trabajando firme y estamos conformes. Sabemos que falta (por el juicio), porque siempre hay otros casos. Suelen tardar un año y pico. Nunca antes. Esperemos que con Juli no pase eso”.