Avanza la restauración del histórico Complejo Cultural Centenario
En los albores del nacimiento de Santa Isabel comenzaba a asomar la primera institución del pueblo, la Sociedad Italiana, fundada en 1909. Luego de la construcción de la sala –hoy conocida como Complejo Cultural Centenario-, hacia la década del ´30 sus socios la pensaban como el lugar destinado al cine y al teatro. Desde esos días a la actualidad pasó mucha agua bajo el puente –la literalidad de la frase cobrará más fuerza en las siguientes líneas-, personas, administraciones y refacciones, como la que está llevando adelante la comuna local, con trabajos de restauración y pintura.
A la hora de ser reacondicionadas, este tipo de construcciones presentan muchos inconvenientes, al mismo tiempo que se deben respetar algunas condiciones como por ejemplo la fachada, “patrimonio histórico y cultural” de casi todas las sedes de centros culturales acuñados por instituciones centenarias. “Cuando comenzamos a refaccionar la fachada nos encontramos con las aberturas muy deterioradas, pero Norberto, un carpintero artesano de la madera, las restauró y descubrió algo que nos sorprendió mucho”, explica Jorge Raverta, presidente comunal, quien hace referencia a los vidrios de la parte superior: en su momento se pintaron todos de verde para volver uniforme el frente, pero durante el proceso de restauración, el carpintero descubrió que tenían los colores de las banderas argentina e italiana. Una reliquia que solo se pudo lograr a partir de una limpieza minuciosa por parte del encargado de la obra.
“Con el tiempo, la sala se fue ampliando y en la época en la que llega el cine comenzó a alquilarse. Hasta que en un momento, Nerio Ansaloni –empresario isabelense que había empezado a construir un espacio similar a las salas de cine de Buenos Aires a fines de los años 60- se hizo cargo y se adquirieron buenos proyectores para pasar películas que tenían solo 15 días de estreno en la gran ciudad”, cuenta en detalle Raúl Pellegrini, integrante de la comisión de la Sociedad Italiana en 2007. “Cuando Nerio dejó de hacerlo, tomó la posta otra empresa que no duró mucho al frente del proyecto cultural”, agrega este amante y estudioso de la historia local.
La Sociedad Italiana volvió a hacerse cargo de la sala y luego de varios años firmó un contrato de comodato con la comuna a principios de los 90, para que ésta se hiciese cargo del lugar. Y es acá cuando cobra sentido la mención al “agua que había pasado bajo el puente”: la administración comunal no cumplió con las expectativas, al punto que una noche se inundó todo el Complejo Cultural y quedó destruido. Luego de los trámites legales, la Sociedad Italiana recuperó la sala y en 1996 la reinauguraron con el cine.
Los 100 años
Para el centenario de Santa Isabel (2008), se conformó una comisión especial que le pidió a los vecinos que eligieran una institución a modernizar y jerarquizar con motivos de los 100 años del pueblo. Los isabelenses optaron por la Sociedad Italiana. “La experiencia previa en relación a la administración de la sala por parte de la comuna no era un buen augurio, pero después de muchas charlas se logró firmar un nuevo comodato, esta vez con el compromiso más sólido para que el gobierno local se hiciese cargo de cumplir con lo que todo el pueblo quería”, aporta Pellegrini. Tras la firma del convenio en 2007 comenzó a ejecutarse el proyecto edilicio, que contemplaba obras que ya se hicieron como el reemplazo del piso y la submuración para fortalecer la estructura.
“En el sector de ingreso a la sala retiramos todos los boxes donde funcionaban algunas dependencias comunales. Ahora este lugar solo quedará para buffet. Además arreglamos los camarines y la fachada se mantuvo por su valor histórico. Restan algunos trabajos de pintura”, describe Jorge Raverta, reivindicando la importancia de cumplir con el compromiso, ya que luego de la tramitación de subsidios al gobierno provincial, tras el cambio de gestión en 2019, “se cajoneó” el expediente. “Estamos intentando retomar esas gestiones”, agrega el presidente comunal.
El Complejo Cultural Centenario tiene una capacidad para cerca de 450 personas sentadas en la parte inferior y para 120 en los palcos de la parte superior. Como otros edificios de sociedades italianas que nacieron a la par de la fundación de los pueblos. Sus paredes, sus ventanas, sus pasillos, su escenario, esperan ansiosos volver a ser visitados. Con obras de teatro, con cine, con talleres comunales de oficios y culturales. Como hasta antes de la pandemia, hace tan poco pero a la vez tanto tiempo.
Juan Manuel Speerli (Sur 24)