Sonia Sanchi: “Mientras me queden fuerzas voy a seguir adelante pidiendo justicia”
Sonia Sanchi, mamá de Juan Cruz Ibáñez, el joven de Murphy que fue asesinado en el mes de junio del 2018 mientras dormía en su departamento de calle Zeballos al 2100, en la ciudad de Rosario, mostró su “disconformidad y decepción” por el fallo de la jueza de Menores María Dolores Aguirre Guarrochena, quien condenó al autor materia, Lucas Ezequiel Ojeda, a 17 años de presión. “Realmente la frustración fue muy grande”, indicó.
A su vez, habló de las cartas que la magistrada envió, tanto a la familia como a Ojeda, asegurando que “nos generó mucha impotencia, bronca, odio”. Y anunció que apelarán el fallo, además de continuar con la lucha y el pedido de justicia. “Quiero llegar con mi voz hasta el último lugar de la Argentina, porque somos muchísimas familias, muchísimas mamás que pasamos por este dolor y esto de una vez por todas tiene que cambiar. La única manera de lograrlo es a través de la voz de las víctimas”, expresó.
– ¿Cómo fue ese momento en el que conocieron la sentencia para Lucas Ojeda?
– Nos citan para el miércoles 2 de marzo. Hasta ese momento no sabíamos el motivo por el que nos convocaba la juaza Dolores Aguirre Guarrochena. Cuando ingresamos, ella nos lee una carta que había escrito para nosotros. Ahí dice que la condena era de 17 años de prisión, a lo que le pregunto si es efectiva y me responde que no, es decir que se le van a otorgar beneficios. Entonces le consulto si en tres o cuatro años iba a estar afuera y también me dice que sí, lo que generó una discusión, por momento, subida de tono. Pensé en salir sin saludarla, en insultarla, pero finalmente lo único que le dije es que estaba muy desilusionada con ella.
– Hasta ese momento no sabían de la existencia de la carta para Ojeda…
– No. Cuando salimos del despacho de la jueza, sentencia en mano, empezamos a ver y nos encontramos con la carta para Lucas. La verdad que nos generó mucha impotencia, bronca, odio. Pensé en ir nuevamente a la oficina de ella. Porque realmente la frustración fue muy grande. Pero sabía que no hubiera servido de mucho porque es una persona muy fría. Incluso luego de conocer la condena, le dije: “este chico va a salir, va a volver a robar y a matar, y recién ahí le van a dar perpetua”. Y me respondió: “espero que no”. Fue lo único que dijo.
– Consideran que la carta al victimario fue escrita con mayor calidez que la recibida por ustedes?
– Por supuesto que es así. Así lo sentimos, pero todo el tiempo, no solo en la carta. Una vez nos dijo que para sanar necesitábamos de un psicólogo, cuando en realidad lo que necesitamos es justicia. En uno de los primeros encuentros nos dijeron que debíamos tener en encuentro con los padres de Lucas. Y ahora esta carta.
– La jueza en la carta a Ojeda le indica que le pida perdón a la familia, ¿ustedes la aceptarían?
– Mirá, yo no soy nadie para perdonar. Espero nunca tener enfrente, que si lo cruzo por la calle no lo reconozca, porque no sé como reaccionaría. No lo quiero ver. El daño que nos hizo fue muy grande.
– ¿Qué sienten cuando leen que la jueza escribe que Ojeda comete este hecho porque era un adolescente desbordado?
– La última entrada a la Comisaría de Ojeda fue en abril del 2018, dos meses antes de que matara a Juan Cruz, y lo dejó libre. Ahí, ella no se dio cuenta que era un adolescente desbordado. La jueza no actuó en ese momento y eso me llama la atención. Y ahora le pide que haga arte, que toque la guitarra, que escriba poesía. La verdad que no puedo entender como esa mujer está en ese lugar, en ese cargo, tomando un hecho terrible con una liviandad inexplicable. Lo mató de 26 puñaladas, no se arrepintió en ningún momento y ella lo termina justificando.
– Ya anunciaron que van a apelar el fallo. También, ¿piensan tomar alguna otra medida?
– Vamos a apelar porque no estamos conformes con esta sentencia, porque ni siquiera son 17 años de cumplimiento firmes. Además estamos hablando de una persona que necesita tiempo para recuperarse. Hoy en día no puede compartir un pabellón porque está siempre en conflicto, se ha querido fugar. También vamos a seguir adelante en nuestro pedido para que cambien las leyes, porque los tiempos han cambiado y hoy una persona de 17 años es mayor, hay muchos que son papás, que son sostén de familia.
Voy a seguir adelante mientras me queden fuerzas. Hay veces que quiero dejar todo, pero hay una voz interior, yo creo que es Juan, que me dice “mamá estás en esta lucha y tenés que seguir”, no sólo por él, sino por tantos otros casos que quedan inconclusos.
– El apoyo y acompañamiento que reciben de la ciudadanía deber ser un impulso importante para seguir…
– La verdad que desde el día cero que nos están acompañando. Estoy realmente agradecida y no me van a alcanzar los años de mi vida para devolver el apoyo y respeto que tuvimos, no sólo de nuestra zona, sino de todo el país. La gente está indignada y con mucho miedo, sobre todo aquellos que tienen su hijos estudiando afuera.
El mismo agradecimiento tengo con los medios de comunicación que siempre estuvieron.