Más de un tercio de las policías santafesinas aseguran haber sufrido acoso sexual en la institución
El dato surge del Informe de investigación sobre “Trayectorias y Roles Laborales de las Mujeres Policías de la Provincia de Santa Fe” realizado por el gobierno provincial, a través de los ministerios de Seguridad y de Igualdad Género y Diversidad, junto con la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
“En el plano de las experiencias, más de un tercio de las mujeres policías dijeron haber sido víctimas de acoso sexual en la institución policial al menos una vez a lo largo de su carrera. Las mujeres que ocupan posiciones directivas han experimentado más situaciones de acoso sexual que quienes ocupan posiciones intermedias o inferiores”, dice el trabajo.
Sin embargo, “esto parece no deberse a su mayor antigüedad, pues quienes tienen la menor y la mayor antigüedad presentan proporciones semejantes de experiencias de acoso sexual. Por otro lado, 8 de cada 10 mujeres policías que padecieron una situación de acoso sexual señalaron
que los protagonistas eran sus superiores jerárquicos, lo que evidencia su fuerte vinculación con las relaciones de mando y obediencia al interior de la institución policial”, amplían.
El material que fue elaborado por el Programa Delito y Sociedad de la UNL con financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI), brinda un análisis detallado sobre las experiencias de las mujeres en la institución policial, constituyendo un importante aporte para el diseño de acciones que tiendan a garantizar su plena incorporación cómo trabajadoras policiales, en igualdad de derechos y condiciones.
Al respecto, la subsecretaria de Bienestar y Género, Natacha Guala, indicó que “es la primera vez que se realiza un informe de estas características, el cual busca recoger las voces de las mujeres policías para comprender, desde su propia perspectiva, cuáles son los obstáculos que han debido enfrentar en la institución policial y cuáles son las acciones que debemos seguir trabajando”.
“Por otro lado, estos resultados nos permiten planificar políticas públicas desde el Ministerio a fin de garantizar la inserción de las mujeres en la Policía de Santa Fe. En este sentido, en los últimos años, pudimos erradicar el cupo laboral femenino; garantizamos la creación de un circuito de toma de denuncias para los hechos relacionados a la violencia de género y el acoso dentro de la institución; y planificamos políticas que puedan garantizar las tareas de cuidado familiar sin descuidar la carrera profesional”, agregó Guala.
Por su parte, el director del proyecto de investigación, Máximo Sozzo, explicó que el estudio “consistió en entrevistar a 95 policías mujeres de diversas jerarquías, actividades y ciudades de la provincia, con el objeto de conocer la situación dentro de la fuerza, a fin de garantizar la igualdad de género y el crecimiento profesional en la Policía provincial”.
Otros datos del informe
– Según los datos recolectados, los motivos más destacados del ingreso de mujeres a la institución policial son la “vocación policial” y la “búsqueda de estabilidad económica”. Sin embargo, más de la mitad tenían un familiar cercano en la fuerza al momento de decidir su ingreso.
– En cuanto a la formación policial, las mujeres que actualmente se desempeñan en la fuerza pasaron por distintos circuitos de formación policial básica.
Las que fueron a la Escuela de Cadetes tienen una mirada relativamente positiva. Aunque señalan experiencias traumáticas y violentas, consideran que fueron útiles para prepararlas para el trabajo policial.
Las que fueron a los Centros de Instrucción en Destino tienen mayoritariamente una mirada negativa de la formación recibida, en función de su corta duración y su escasa calidad.
Mientas que, más de la mitad de las que fueron al Instituto de Seguridad Pública (IseP) realizan una valoración positiva de su formación inicial. Aquí se ve claramente que las evaluaciones positivas están más difundidas entre quienes tienen mayor antigüedad. Pero en quienes se formaron en el ISeP más recientemente, son predominantes las valoraciones negativas, lo que coincide con la reducción de la duración de dicho proceso educativo en el marco de la denominada “emergencia en seguridad”.
La mayor parte de las mujeres policías realizaron cursos de formación especializada vinculadas a las dinámicas de ascensos. La enorme mayoría de las entrevistadas considera que experimentó igualdad de trato y de oportunidades con los varones policías, en relación con las instancias de formación especializada.
– Respecto de la familia, la existencia de relaciones de pareja con otros policías se encuentra ampliamente extendida entre las entrevistadas; y la enorme mayoría se opone a que sus hijos ingresen a la institución policial. En este sentido, más de la mitad de las entrevistadas sostuvo que la institución policial no se ocupa adecuadamente de los problemas que nacen en el trabajo policial como consecuencia de las tareas de cuidado asociadas a la maternidad. En el resto, que opinó más positivamente, se tiende a enfatizar que esto cambió en los últimos años.
– En la carrera policial, siete de cada 10 entrevistadas sostienen que existe igualdad de oportunidades para el ascenso en la carrera policial entre varones y mujeres. Muchas de ellas afirman que esto es resultado de un cambio en los últimos años y, algunas, afirman la persistencia de desigualdades que asocian al machismo.
– Dada la situación actual de la Policía de la Provincia de Santa Fe en que la conducción está a cargo de una mujer, así como muchos otros puestos directivos, se les consultó a las entrevistadas cuáles eran las razones que explicaban este fenómeno. Un quinto de las entrevistadas destacó el rol de la decisión política, promoviendo que las mujeres ocupen posiciones directivas. En tanto, la enorme mayoría de las entrevistadas -ocho de cada 10- consideró que el hecho de que haya una jefa de policía es un incentivo y un mensaje al resto de las mujeres acerca de que es posible ascender en la estructura jerárquica.
– La enorme mayoría de las policías consideran que se encuentran igualmente capacitadas que los varones para ocupar puestos de mando. Algunas entrevistadas señalaron, incluso, que las mujeres aportan una serie de cualidades específicas que les permiten ganarse el respeto y consolidar su liderazgo, como el mayor apego a las reglas y la mayor predisposición al diálogo.
– Si bien la composición del personal de los lugares de trabajo de las entrevistadas aparece como más equitativa entre varones y mujeres, esto no se traduce necesariamente en la distribución de las posiciones de mando, en donde sigue existiendo un claro desbalance en favor de los primeros.