En el primer semestre, Argentina acumuló exportaciones por más de u$s 50 mil millones
La secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Nación, Cecilia Todesca Bocco, aseguró este miércoles que la Argentina alcanzó “un récord histórico de exportaciones durante el primer semestre (enero-junio) de 2022 en términos de recaudación”, con un acumulado de US$ 52.151 millones, casi US$ 5.500 millones más que el pico que se había registrado en ese mismo período de 2011.
La funcionaria, cercana al presidente Alberto Fernández, se expresó en estos términos durante un desayuno de prensa que brindó en el Palacio San Martín, en el barrio porteño de Retiro, con la participación de la agencia NA.
En ese contexto, explicó que la nueva marca histórica se produjo principalmente a causa de los aumentos de los precios internacionales (20,9%), apalancados sobre un “boom de commodities” en el sector de combustibles y lubricantes, además de las subas registradas en los valores de bienes intermedios, de bienes de capital y vehículos automotores de pasajeros. En cambio, también hubo un aumento de las cantidades exportadas (1,1%), pero fue menor que en 2011.
“Estamos satisfechos con los números. Es decir, más allá de la política pública, ya podemos identificar lo que funciona para la economía real”, destacó Todesca, que agregó que “la política industrial hoy tiene tres patas: desarrollo del mercado interno con más empleo, más consumo y más industrias; la agregación de ciencia y tecnología, ya que la Argentina tiene un sistema amplio y diversificado; y la internalización de la producción para que más empresas se posicionen en el mundo”.
En ese sentido, indicó que “el período de 2021-2022 podría marcar la primera vez en una década que el país aumente las ventas al exterior por segundo año consecutivo”, algo que no pasaba desde los años 2010-2011. Y, por otro lado, adelantó que “el Gobierno aspira a que la recaudación de la exportación anual de bienes y servicios alcance en diciembre de 2022 los US$ 100 mil millones”.
Durante la exposición también hizo hincapié en las relaciones comerciales con China desde la Cancillería, a cargo de Santiago Cafiero desde septiembre del 2021. “Nosotros pusimos al día todos los mecanismos bilaterales con China. Cerramos obras de infraestructura, luego el viaje presidencial y el acuerdo de la Franja y Ruta de la Seda”, enumeró y agregó que “la exportación de productos primarios y manifacturas agropecuarias” con el país asiático.
En el ámbito de las importaciones, por otra parte, NA le preguntó a Todesca qué iba a pasar con las nuevas restricciones a 34 bienes, que saldrían de las licencias automáticas por decisión del Ministerio de Economía.
Entre ellos, figuran productos variados como whisky, teclados, mouses, altavoces, fibrones, máquinas para realizar criptominería, tragamonedas, semen bovino, yates y aviones de lujos.
“Aún no tengo detalles, pero para nosotros las importaciones son estratégicas, ya que definen el proceso productivo. Hubo un adelantamiento de las cantidades y, en ese sentido, nosotros de lo que nos ocupamos es de ordenarlo y suavizarlo a través de los meses”, apuntó, sin brindar más detalles.
Según el último informe de Cancillería, el saldo comercial fue superavitario en US$ 2.540 millones, US$ 5.770 millones menos que el resultado positivo del período entre enero-julio de 2021, producto del mayor ritmo de crecimiento de las importaciones que de las exportaciones.
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Sobre este punto, Todesca dijo que “hay tres desafíos: aumentar las capacitaciones de especialistas en comercio exterior, la internalización de pymes y la ampliación de las empresas que ya son exportadoras”.
El problema del capital humano
Secundada por Guillermo Merediz, especialista en Economía Política y quien se sumó la semana pasada como subsecretario de Promoción del Comercio e Inversiones, durante el encuentro Todesca celebró los índices alcanzados por la macroeconomía, pero reconoció que “ahora es momento de resolver las otras cosas que no funcionan” para “acompañar este crecimiento de las empresas”.
“Todos los datos del mercado del trabajo son buenos. Las cantidades vienen muy bien, entre registrado y no registrado. Lo que sí sucedió con el impacto de la pandemia y la guerra -en Ucrania- es un efecto regresivo sobre la discusión de los ingresos. Lo que nosotros hicimos hasta acá fue dar lugar a la apertura y el adelantamiento de paritarias, pero es un fenómeno mundial que la discusión del ingreso se sesga hacia el capital y pierden participación los trabajadores”, detalló.
Al respecto, NA consultó por las tareas que se están llevando a cabo para que ese crecimiento de la macroeconomía del país repercuta en las clases populares.
En la Argentina, el trabajo “en negro” hoy supera –según datos oficiales– el 35% de la masa laboral y el salario básico está entre los últimos puestos en la región.
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Además, la oferta de nuevos empleos hoy carece entre los extractos sociales más bajos, que incluye un gran volumen de personas dependientes de asistencias del Estado.
“En la economía global de hoy, un trabajador tiene que capacitarse constantemente y nuestra política pública al respecto es el plan Argentina Programa, que permite capacitar trabajadores en cortos plazos y satisfacer las demandas de los sectores empresariales que requieren puestos de trabajos. Eso representa una gran oportunidad para aquellas familias de las clases populares que no cuentan con la posibilidad de realizar una carrera universitaria”, respondió la funcionaria.
En la actualidad, el aumento de la informalidad y la pérdida del poder adquisitivo del peso por la inflación ha traído consecuencias sobre la actualización del capital humano, con los sectores más empobrecidos como grandes damnificados. En ciencia y tecnología, uno de los rubros con mayor proyección en el mercado laboral global, los argentinos sufren grandes complicaciones a la hora no solo de capacitarse sino de adquirir el equipamiento adecuado (fijado por precios internacionales) para realizarse.
De acuerdo con Merediz, ese rubro ha crecido en términos industriales y –en paralelo– marcó la creación de políticas públicas para la capacitación de empleados.
“Este sector viene creando puestos de trabajo todos los meses e, incluso, las empresas tienen déficit para cubrir los puestos de trabajo. Como respuesta, nosotros apuntamos a un esquema de formación muy masivo para la capacitación al menos mínima de nuevos trabajadores que permita satisfacer esa demanda”, dijo y destacó que “la Ley de Software, lanzada en 2004, permitió la creación de miles de empresas del rubro”.