El cultivo de cannabis para el uso medicinal en el Centro de Investigación y Desarrollo de Cannabis Medicinal (CIDCaM) de Ángel Gallardo da importantes pasos en pos de afianzar un perfil y una identidad en la escena nacional de esta incipiente industria en desarrollo del tipo biotecnológico.
Crece vigoroso el segundo lote de cannabis del gobierno santafesino en Ángel Gallardo
En ese marco, los funcionarios y especialistas que allí trabajan recibieron este lunes la visita de Gabriel Giménez, director del Instituto Nacional de Semillas (INASE) y miembro de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal (ARICCAME).
Desde el CIDCaM consideraron muy valiosa la presencia de Giménez en la planta de producción local. Es que el INASE es el eslabón inicial en el desarrollo del cannabis medicinal. Además, es el organismo que agilizó los trámites para que las genéticas de cannabis se empiecen a inscribir dentro de Argentina.
Giménez recorrió la planta ubicada en el predio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Ángel Gallardo, con el objetivo de conocer este innovador proyecto del Gobierno provincial y escuchar de boca de los investigadores locales cuáles son las necesidades a tener en cuenta para la reglamentación de la nueva Ley 27.669, que establece el marco regulatorio de la cadena de producción y comercialización nacional y con fines de exportación de la planta de cannabis, a través de la ARICCAME.
Bajo un intenso calor del mediodía -algo que no afecta a las plantas de cannabis-, la subsecretaria de Proyectos de Innovación Productiva del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología de la Provincia, Eliana Eberlé, ofició de guía durante la recorrida junto a los técnicos y especialistas. También participó la directora del LIF, Élida Formente, entre otros. Por momentos el viento alivió el calor a los presentes y trajo consigo el particular perfume de las plantas. El mismo perfume, pero más intenso, se sintió cuando abrieron el galpón de secado de la primera cosecha.
Una vez concluida la recorrida, Giménez admitió que pese a no haber visitado nunca antes la planta, venía “siguiendo de cerca el modelo santafesino de producción de cannabis”, y dijo que se sorprendió con todo el desarrollo. Luego agregó que el CIDCaM “tiene un potencial increíble”.
Producción
En CIDCaM ya se cultivó el primer lote de cannabis Sativa L. para uso medicinal. Este lote está hoy en proceso de secado en un sector especial de la planta. Luego será utilizado para la investigación científica con el objetivo de contar a futuro con materia prima local para la elaboración de aceite en el Laboratorio Industrial Farmacéutico provincial (LIF).
Lo que se persigue con ello es la elaboración de aceite de cannabis medicinal de calidad estandarizada para la distribución en el ámbito de la salud pública. El aceite está destinado a los tratamientos de salud de pacientes que lo requieran, bajo prescripción médica.
Cabe recordar que el LIF ya elaboró su primer lote de aceite de cannabis medicinal. Pero dicho lote se pudo concretar con materia prima importada. Ahora lo que se busca es contar con la materia prima local. Para ello es necesario todo este proceso de cultivo, cosecha, análisis e investigación científica del cannabis.
Además del mencionado primer lote de cannabis cosechado, en el CIDCaM ya se puede ver hoy el nuevo lote cultivado a campo bajo cubierta, con control de riego y fertilización. Son 501 plantas las que crecen allí. También hay una importante obra en proceso de cultivo en invernadero, y otra obra de construcción de la futura nave industrial. Todo está celosamente custodiado.
Modelo y perfil
“Este modelo santafesino es interesante porque comienza con la investigación, se le agrega el LIF produciendo el aceite, y se suma la necesidad de la sustitución de las importaciones de cannabis, gracias a una materia prima local con trazabilidad, desarrollo e investigación”, dijo Giménez. “Y ver hoy todo esto, que es tangible, escuchar a los equipos técnicos que lo lograron, me pone muy contento, porque se trata de un potencial para la industria farmacológica pero también a campo, al trabajar todos los eslabones de la cadena, desde la genética hasta el producto final, incorporando al sector científico y al sector privado santafesino en una sinergia muy interesante, con un gran modelo de desarrollo e identidad santafesina”.
Intercambio
El CIDCaM es abierto a la comunidad y está sobre la ruta provincial N° 2, km 12,5, en jurisdicción de Ángel Gallardo, comuna de Monte Vera, que es parte del Gran Santa Fe. Es decir que los auto cultivadores y todo aquel interesado pueden visitar la planta para intercambiar información sobre la producción de cannabis. “La fortaleza de este proyecto radica en que el Estado provincial junto al INTA apuntan a la construcción de un proyecto totalmente público y de puertas abiertas para la trasferencia de know how”, dijo Eberlé. Lo que se busca con ello es “generar avances en investigación desde un punto de vista agronómico, lo que acompaña las bases para el desarrollo de esta nueva industria en Santa Fe”.
Eberlé destacó al CIDCaM como “un espacio de transferencia, de enseñanza y de saberes compartidos” en la producción de cannabis. “Todo lo que se vino cultivando en la clandestinidad a lo largo de los últimos años es hoy un conocimiento, y ahora existe este espacio para poder realizar ese intercambio de información”.
Este trabajo es parte del Proyecto Provincial de Cannabis Medicinal, un proyecto de cooperación entre el Ministerio de la Producción, a través del CIDCaM, el LIF y el INTA.
Trascendencia
-¿Qué proyección nacional e internacional tiene este modelo de producción santafesino? -consultó El Litoral a Giménez.
-Muchísima, porque a mediano y largo plazo Argentina se convertirá en una referencia de producción de cannabis en América Latina y en el mundo. El país ya es una potencia agroindustrial gracias a sus buenas prácticas. A eso se le suma una cultura de cultivadores (de cannabis) con más de 50 años de experiencia. Esa es la información que desde los organismos del Estado estamos recuperando para construir soberanía tecnológica y científica. Y Santa Fe, junto a Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos, son punta en ese desarrollo agroindustrial. Santa Fe encabeza los datos de recuperación agroindustrial del país en los últimos dos años, eso muestra su potencial. Y en el cannabis cuenta además con el sector científico, las universidades, las organizaciones sociales y el sector privado, que piensa en conjunto producir cannabis sustentable por un largo tiempo.
-¿En qué porcentaje se pudo avanzar en este desarrollo que se necesita para consolidar esta producción?
-Hoy estamos en un porcentaje muy bajo y estamos muy bien. Eso nos pone muy felices, porque recién arrancamos. De acá a 10 años vamos a tener una industria competitiva a nivel internacional. Pero en ese transcurso vamos a crecer todos los años, con más empleo, tecnología, mercado interno e inversiones.
-¿A nivel gubernamental se dieron los pasos necesarios para que ello ocurra?
-Sí. Nuestro gobierno reglamentó la Ley 27.350, que era un mamarracho, porque no tenía nada que ver con el espíritu de garantizar la medicina para todos y todas. Luego dio el paso gigante con la Ley 27.669. Así, el Estado se está haciendo cargo de una demanda histórica y hay que seguir avanzando.