“No tengo dudas de que nadie va a respetar este ‘alto al fuego’, porque Rusia lo utilizará para declarar en todo el mundo que ellos quieren un cese en las hostilidades, pero que Ucrania no lo respeta”, nos asegura Oleksandr Slyvchuk, analista político ucraniano del Centro de Diálogo Transatlántico. Para él, los rusos buscan que “una vez que se viole el cese al fuego, ésta será una buena excusa para que digan que la guerra debe continuar y Rusia va a justificar con ello la segunda gran movilización de sus reclutas ”. Vale destacar que la primera gran movilización implicó sumar a las filas a alrededor de 300.000 rusos y el colapso de las fronteras, por quienes intentaban huir de los llamados.
Cese al fuego ruso en Ucrania: “Putin no busca ni paz, ni tranquilidad”, dice un especialista desde Kyiv
Para Oleksandr, el líder del Kremlin “no busca ni paz, ni tranquilidad. Esta decisión responde sólo a un interés propio”. Incluso relata que, en las últimas horas, “Putin ha dicho que Kyiv debe reconocer la pérdida de territorios” y en Ucrania “entienden tales declaraciones solamente para colapsar algún tipo de negociación.”
Preguntado sobre la propuesta turca, de que Rusia promueva un cese al fuego más allá de la Navidad ortodoxa, el ucraniano también le quita relevancia. Sostiene que “Turquía quiere elevar su estatus internacional a través de buscar soluciones de la guerra” y que, principalmente, “lo hace solo para demonstrar su estatus de mediador y obtener sus propios intereses en Siria” donde Rusia ocupa un rol preponderante”. Todas estas afirmaciones ratifican lo sostenido por analistas occidentales: la guerra entre Rusia y Ucrania parece lejos de resolverse.
Visión argentina
El Litoral también contactó al Coronel Retirado del Ejército Argentino, Marcelo Calderón, que se desempeñó como agregado de Defensa de nuestro país en Rusia hasta el 2021. Es uno de los argentinos que mejor conoce la realidad actual en la comunidad rusa. Explica que lo religioso “no era un tema importante dentro del gobierno ruso y mucho menos de las tropas, porque las Fuerzas Armadas son herederas de las soviéticas, que no pregonaban ninguna religión y de hecho estaban prácticamente prohibidas”.
Sin embargo, Calderón indica que “desde hace algunos años, aproximadamente desde el 2017, el coronel general Andrey Kartapolov, actualmente presidente del Comité de Defensa de la Duma, fue quien se encargó de darle un impulso a la moral de las Fuerzas Armadas rusas”. Sobre uno de los popes rusos, que llegó a ser viceministro de Defensa, lo tildó como “el cerebro de un cambio en el punto de vista de la moral” y detalla que “fue una especie de jefe de personal y bienestar del ministerio de Defensa ruso y se dedicó a cambiar ciertos rasgos morales en los soldados rusos”.
Como medidas concretas, recordó que Kartapolov fue “quien promovió la llegada de los capellanes castrenses entre la tropa rusa y hasta logró que se construya una escuela de capellanes y la imponente catedral de las Fuerzas Armadas en el Patriot Park de Moscú, en tan solo un año y en plena pandemia en conmemoración de la gran guerra patria”. Además, es el mismo que impulsó la re-creación de “los comisariatos (NdR: como en Unión Soviética), que controlan a cada jefe y su personal en cuanto a los temas vinculados al sostenimiento de la moral y los valores”.
Sobre este aspecto, Kartapolov señaló alguna vez que “el objetivo principal de los cuerpos político-militares que se están creando es formar un estadista guerrero, un defensor confiable y devoto de la Patria, un portador de los valores espirituales y morales tradicionales de la sociedad rusa: estado, espiritualidad y patriotismo”.
A partir de allí, el Coronel argentino entrevistado señala que “es muy importante el factor religioso en la nueva concepción del soldado y de la estrategia nacional rusa” y que, más allá del ámbito castrense, “el patriarca ortodoxo ruso tiene un relación muy cercana con Vladimir Putin y éste participa de todos los ritos religiosos, que se respetan a rajatablas”.
Calderón es claro en cuanto a la relación religiosa, política y social: “hay fuerte arraigo con la iglesia ortodoxa rusa, más allá de que intenten mostrarse como un Estado multicultural”. Por ello, remarca que “todas stas fechas especiales del calendario ortodoxo ruso, como la navidad, hacen que se pare el país” y hasta sirve de argumento para frenar temporalmente – por primera vez en casi un año – las hostilidades hacia Ucrania.