(Por Juan Manuel Fernández) – “La historia nos marca que en los años impares los precios de la carne vacuna suben hasta abril o mayo; luego, hasta octubre, retroceden o quedan planchados, obviamente regulado por el gobierno, y después en noviembre y diciembre recupera todo el terreno perdido”.
Cómo se mueve el precio de la carne vacuna en los años electorales
Así de estudiada está la dinámica de precios en la cadena de ganados y carnes de Argentina y el dato ya es una variable más para anticipar el comportamiento del mercado de hacienda cuando hay elecciones por delante, según explicó Diego Ponti, analista de la consultora AZ-Group.
Pero en el análisis también se incluye que la carne “es considerada como un bien electoral” o determinante entre los ciudadanos a la hora de decidir su voto. “Al menos es lo que piensan los políticos; entonces actúan en función de eso, especialmente en los años impares, que son los de elecciones”. Esto, afirmó, “se ha cumplido en los últimos 10 años impares”. Por lo tanto, “ese componente lo tenemos que incluir para intentar saber qué puede suceder con los precios”.
Ponti sostuvo que, si la ganadería fuese una actividad sencilla, se recomendaría vender entre marzo y mayo o entre noviembre y diciembre. “Sabemos que la realidad no es así, porque son ciclos productivos largos y cuando está la hacienda terminada hay que venderla”, aclaró.
Una conclusión que adelantó es que “seguramente vamos hacia otro año con precios para la ganadería por detrás de la inflación y del tipo de cambio”.
En el mercado, comentó que la constante de 2022 el mensaje de la imposibilidad de trasladar subas de hacienda al mostrador. Los compradores explicaban “que después del 15 de cada mes se plancha el mercado”, porque se reduce el poder adquisitivo de la población. “Tuvimos fines de semana largos; día de la madre; algún paro o lluvias, que recortaron la oferta, y sin embargo los precios no levantaron”, resumió.
Así, observó un horizonte complicado para los feedloteros. “Tendrán un año muy complicado, por suba de costos y con maíz escaso; eso le va a poner un límite al crecimiento del precio de los terneros, porque no pueden convalidarlo”. Además, se suman las elecciones, “que te juega en contra”.
Por este motivo estimó para los criadores una zafra con resultado económico “muy por debajo” de los últimos tres años, que fueron muy buenos.
En cambio, las recrías a pasto “pintan con buenos resultados, pero condicionados por lo climático; en la medida que llueva y se puedan sembrar verdeos y pasturas; porque sin pasto no se puede salir a comprar terneros”.