El príncipe Harry y Meghan Markle llevan casi tres años residiendo en el sur de California, donde se mudaron tras abandonar la casa real. No obstante, conservaron Frogmore Cottage, la casa de Windsor que la difunta reina les obsequió como regalo de boda. De hecho, han seguido utilizándola como base de operaciones en Reino Unido, alojándose allí cada vez que volvían al país en estos últimos años. Pero parece ser que la pareja tendrá que desprenderse de su último vínculo con su vida como royals dejando atrás esta propiedad.
Carlos III mandó a desalojar la residencia de los duques de Sussex
“Podemos confirmar que se ha solicitado que los duques de Sussex abandonen su residencia en Frogmore Cottage”, declaraba un portavoz de la pareja a través de un comunicado.
Según The Sun, la mudanza total se hará efectiva porque se emitió un aviso de desalojo desde el palacio de Buckingham, y al parecer se le ha ofrecido ocuparla al príncipe Andrés. Una fuente comentaba al tabloide que “esto seguramente suponga el punto final de Harry y Meghan en Reino Unido”. Desde Vanity Fair hemos contactado con palacio para obtener sus declaraciones.
En la actualidad, Andrés reside en la mansión de Royal Lodge, situada en la finca de Windsor Great Park, antes ocupada por la Reina Madre. “Andrés se resiste a mudarse a Frogmore Cottage, a pesar de que se lo ofrecieran la semana pasada. No obstante, esto demuestra que Harry y Meghan no pueden detener el desalojo”, añadía la misma fuente citada por The Sun.
Por otra parte, una fuente cercana declaraba a Page Six que el monarca inició el procedimiento de desalojo en enero, justo un día después de la publicación de Spare: en la sombra, las memorias de Harry. A pesar de que la casa fuese un regalo de la reina, la habían mantenido en sus manos mediante un préstamo a largo plazo por parte de palacio, como suele ser el caso en la mayoría de las residencias de propiedad real.
Desde Yahoo News UK, el periodista Omid Scobie añade que al menos dos de los integrantes de la familia real se sentían “horrorizados” por su decisión de solicitar que la pareja desaloje su vivienda británica. Parece ser que el príncipe Guillermo, eso sí, no se encontraba entre ellos, pues según una fuente manifestó un breve interés por la casa. “La percepción desde fuera habría sido terrible, eso sí”, opinaba la misma fuente. La casa requirió de varias reformas de envergadura antes de que Harry y Meghan pudiesen ocuparla, y ellos devolvieron la cifra de 2,7 millones de euros a los contribuyentes después de abandonar sus funciones como miembros de la realeza.
Ahora, la pareja estaría preparando el envío a California de aquellas pertenencias que dejaron en la casa, las cuales aparecieron en imágenes mostradas en la docuserie de Netflix Harry & Meghan). “Harry y Meghan tienen de plazo hasta principios de verano para desalojar la casa”, informaba otra fuente a Scobie. “En un principio les dieron únicamente unas semanas, pero ahora tienen al menos hasta después de la coronación”.
En las siete semanas que han transcurrido desde la publicación de Spare, apenas ha habido indicios de una posible reunión familiar con motivo de la coronación en mayo, si bien se cree que las invitaciones no se enviarán hasta la próxima semana. Tras conocer esta noticia del desalojo de los Sussex, eso sí, parece poco probable que reine la concordia familiar antes de que Harry y Meghan preparen su viaje de vuelta a Reino Unido.