(Por Mariela Goy y Mauro Muñoz) – Un total de 145 escuelas secundarias públicas y privadas de la provincia de Santa Fe aplicarán este 2023 el proyecto de Avance Continuo implementado por el Ministerio de Educación provincial. Ese número representa un 20% del total de establecimientos de nivel secundario que voluntariamente se sumó a esta primera experiencia.
¿En qué consiste el nuevo modelo que aplicarán 145 secundarias de Santa Fe?
Gregorio Vietto, director provincial de Educación Secundaria, explicó a El Litoral los detalles de cómo será la modalidad de cursado, calificación y promoción de los estudiantes en estas escuelas, y qué pasará con las instituciones donde prosigue el sistema tradicional. Ya hubo reuniones con los directivos, a las escuelas llegaron los primeros documentos y estiman que para abril estará habilitado en el SARH (Sistema de Recursos Humanos Ministerial) el procedimiento de contratación de los docentes necesarios.
El proyecto de secundario de avance continuo se anunció en 2022 y se presentó como un modelo que permite al estudiante que adeuda materias poder seguir con el grupo de pares etarios mientras se cursa el año y se recupera esas asignaturas adeudadas, muy parecido a lo que se hace en la universidad, es decir, sin tener que volver a hacer lo que ya se había aprobado ni repetir.
“El principio es que a medida que los chicos van aprendiendo, van avanzando, y sólo recuperan los aprendizajes que no pudieron producirse, a diferencia de lo que ocurre ahora donde si un alumno se lleva tres materias, tiene que volver a cursar los 11 espacios curriculares otra vez. Ahora sólo se recuperarán los espacios adeudados”, explicó el director provincial, quien aclaró que “este dispositivo no busca discutir la repitencia”.
A contraturno y obligatorio
Los estudiantes de avance continuo irán a clases como lo hacen habitualmente y tendrán un apoyo en el contraturno para las materias que adeuden. “El cursado es obligatorio para los chicos que tienen que recuperar. El dispositivo va a ser situado, es decir, se va a determinar cuál es el mejor acompañamiento para ellos: si es posible mezclar los grupos etarios y habilitar agrupamientos múltiples o si necesitan algo más personalizado”, remarcó Vietto.
En cuanto a cómo serán estos espacios y qué contenidos abordarán, remarcó: “No será la clase habitual, sino que el trabajo que estamos planteando está basado en la resolución de problemas, donde se apunta principalmente a los aprendizajes que no se han logrado y no a la planificación entera del espacio curricular”.
Según consideró, el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) plantea algún problema que los chicos puedan resolver y, de a poco, vayan acreditando esos saberes adeudados. Por ende, “el formato no necesariamente va a ser el que los chicos conocen, sino que tiene que ver con investigaciones, con problemáticas contemporáneas, con los intereses propios de los chicos, siempre vinculado a esos aprendizajes que no fueron logrados”, amplió.
Asistir y aprobar
Consultado sobre si los estudiantes deben cumplir una cantidad determinada de horas en el contraturno, Vietto dijo que eso dependerá de cada chico, de cuántos espacios curriculares adeuda y qué contenidos. “Puede ser que dure el año entero como un semestre; eso lo va a determinar el equipo docente”, adujo.
En ese sentido, el funcionario remarcó la obligatoriedad de la asistencia a los espacios de recuperación: “La idea es que al año inmediato puedan aprender y aprobar lo pendiente. Pero para eso es fundamental que los chicos estén en los espacios de tutoría. No es una opción no asistir a estos espacios, es una condición para que la promoción sea posible. Si los chicos no van, lamentablemente no podemos producir el avance”.
Se evaluará por materia y las calificaciones serán numéricas: de 1 a 5 no se probó, de 6 a 10 se aprobó. “Seguirá habiendo evaluaciones escritas y orales con el docente adentro del aula, a lo que se sumarán estas otras instancias. Todos los chicos tienen que acreditar los aprendizajes obligatorios del nivel secundario para obtener el título”, dijo.
Acompañantes de trayectorias
Los docentes que se harán cargo de los espacios de apoyo a contraturno se denominarán “acompañantes de trayectorias”, tendrán un sistema de contratación de horas Función 42 y serán convocados por las propias escuelas. “Se crea un equipo de acompañamiento a las trayectorias con horas de la provincia, no con horas nacionales, con lo cual es un esfuerzo presupuestario enorme”, destacó.
El perfil de estos profesores se está generando exclusivamente para el proyecto. “Es un docente acompañante de trayectorias que si bien tiene una parte académica muy fuerte porque se trata de recuperar los aprendizajes no logrados, también tiene una función tutorial, de acompañamiento, de enseñar técnicas de estudio, de convocarlos cuando los chicos no vienen, de llamar por teléfono, ordenar las carpetas”, explicó el funcionario.
Asimismo, la idea es que tanto los acompañantes de trayectorias como los docentes catedráticos habituales de los estudiantes, puedan trabajar juntos. “Para esto se van a habilitar tiempos de planificación interdisciplinaria a finales de cada semestre -julio y noviembre- no solamente para realizar la evaluación (de los chicos) sino también a los fines de la formación. Vamos a tener una capacitación docente para eso”.
Repitentes
Gregorio Vietto reparó en que, si bien el objetivo de la propuesta pedagógica no es evitar la repitencia y el posterior abandono, los cambios que se vienen implementando desde el 2020 han repercutido en mejoras de los indicadores educativos de la provincia. “En el año 2019 que fue el último año antes de la pandemia, teníamos en promedio 33.000 repitentes y 16.000 que abandonaban sus estudios. Con todas las políticas de la pandemia, el año 2021 se bajó a 23.000 repitentes y bajó también el índice de abandono, y en las próximas semanas tendremos los datos del 2022. Estos indicadores confirman la teoría de que la repitencia no provoca ningún efecto positivo en los chicos, algo en que casi la totalidad de la teoría pedagógica está de acuerdo”, cerró.