(Por Nancy Balza) – “La semana pasada eran 3.660 los casos -el aumento en una semana fue entonces de más de dos mil infectados-, mientras que 26 casos de chikungunya fueron en Rosario y 6 en la ciudad capital”, explicó la ministra de Salud, Sonia Martorano este jueves, día en que se da a conocer, desde febrero, un reporte actualizado de la enfermedad. La funcionaria recordó que ambas, dengue y chikungunya, se transmiten por el mismo vector que es el mosquito Aedes aegypti infectado.
Fuerte aumento de dengue y una novedad: 32 casos de chikungunya en la provincia
Ya son 18 localidades del territorio santafesino con alta circulación del virus, informó el secretario de Salud Jorge Prieto, si bien el 60 % se concentra en el departamento General Obligado que fue donde se inició el brote a principios de este año.
La novedad del reporte de esta semana está dada por la cantidad de casos de chikungunya: son 32 en toda la provincia, 26 en Rosario y 6 en la ciudad de Santa Fe (5 en Alto Verde y uno más en el norte).
Prieto y la directora de Epidemiología Carolina Cudós fueron los encargados de dar los detalles de la situación sanitaria correspondiente a la última semana. En perspectiva, Prieto evaluó que el nivel de casos actual está por debajo del que se registró en 2020, cuando se produjo el último brote importante que coincidió, durante algunas semanas, con el inicio de la pandemia por Covid.
Ambos destacaron el buen nivel de registro que se tiene en la provincia: “Los casos positivos tienen nombre y apellido”, expuso Cudós, quien a la vez aclaró que hay confirmación clínica de positivos. Es decir, y salvo situaciones en los que sea recomendable el diagnóstico de laboratorio, se considera a pacientes febriles o con síntomas propios de dengue como positivos, sobre todo si habitan en áreas cercanas a otra persona diagnosticada. “Este es el virus de mayor circulación en este momento”, sintetizó Cudós, quien expuso las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud en ese sentido.
Sin embargo, también recordó que esta práctica permite hacer un cierto control del mosquito adulto. La recomendación para evitar la proliferación del insecto sigue siendo el descacharrado, con el fin de eliminar aquellos reservorios de agua limpia donde las hembras depositan sus huevos y garantizan su reproducción.