Editorial: La opinión de quien escribe no es una verdad absoluta, sino sólo una forma de ver las cosas
A través de esta nota quiero hablar en primera persona y despejar algunos interrogantes que surgieron luego de un artículo con mi firma publicado en este medio el pasado 25 de abril, referida a diferentes situaciones que se vivieron en los últimos días en la Asociación Venadense de Básquet.
Motiva también el descargo, el pedido legal y el derecho a réplica que solicita una de las personas involucradas en mi escrito, el jugador de básquet de Atlético Elortondo, Luciano Schillage, que se sintió damnificado.
Video: la dura agresión en un partido de la Venadense de Básquet
En primer lugar, dejar en claro que dicha nota no hace juicio de valor sobre la honestidad, la buena fe o cualquier cuestión personal que tenga que ver con Luciano Schillage. Lo que intentó este periodista es hacer un análisis sobre una acción de juego que consideró que no era la correcta y que terminó con un rival lastimado.
Es cierto que un fragmento de la nota cita: “Una jugada que roza lo antideportivo y mala intención”, pero también en otro párrafo reza: “Sin lugar a dudas, y esto como reflexión de quien firma esta nota, el básquet regional está entrando en un momento donde todo roza lo antideportivo, con un juego que por momentos es temerario y brusco, principalmente en la pintura donde ‘todo vale’, y sin pensar en la integridad física rival”.
Dejando en claro que la acción de Schillage no es aislada ni personal, sino algo que se ve habitualmente en las canchas. En este caso tomó una inusual repercusión por cómo terminó el jugador contrario y por las fotos que empezaron a circular en distintos lugares y que llegaron a esta Redacción.
Está más que claro que en ningún momento quien escribe tuvo intención de ir contra la intachable carrera de Luciano Schillage, tanto como jugador como entrenador, ni mucho menos buscar una condena social, la cual tampoco creo que haya ocurrido, sino más bien analizar una acción que generó polémica y que, por supuesto, en la vereda de enfrente derivó en mucho enojo también.
Otro párrafo habla sobre la poca empatía al no haberse comunicado con el jugador lesionado de parte de Schillage y/o el club Atlético Elortondo. Al respecto dos cosas:
En primer lugar, y esto ya fue corregido rápidamente en la web, hubo un mal entendido en quien fue la fuente del periodista, ya que no es dirigente de Independiente de Chañar Ladeado, sino un allegado. En ese caso, me hago cargo del error de no chequear fehacientemente el cargo de quien fue consultado. Por otro lugar, si esto no fue así, estoy dispuesto a retractarme al respecto.
También dejar en claro que en su artículo 43, la Constitución Nacional consagra “el secreto de las fuentes de información periodística”, por lo cual un periodista no puede ser obligado a revelar su fuente, ya que el derecho de libertad de expresión y la vida democrática así lo avalan.
En resumen, volver a dejar en claro la buena intención en todo momento de la nota, fuera de toda especulación o intención de desprestigiar al jugador en particular, sino que la misma fue con la idea de que sea un punto de partida para poner en conversación lo fuerte y al límite que se juega en la Asociación Venadense.
Errar, tanto en el juego como en la lectura del mismo de parte de quien lo ve y analiza desde fuera, es común y valedero. Todos estamos expuestos a equivocarnos, pero lo importante no radica en no hacerlo, sino en aceptar cuando uno lo hace y hacerse cargo. Si bien no puedo cambiar mi postura de cómo vi la acción, por otra parte, también reconozco que tal vez no fue la forma correcta de ponerla en conocimiento. En todo caso, la opinión personal de quien escribe estas líneas no es una verdad absoluta, sino sólo una forma de ver las cosas.