De visita en El Trébol, donde Mariana vivió gran parte de su infancia hasta emigrar a Rosario para seguir con su carrera de medicina, señaló: “A través del tiempo que pasa, cada 24 de marzo, trato de que no sea un velorio más. Intento resignificar la fecha y ver en qué puede servir hacer un acto y hacer, de mi parte, incursiones en conmemoraciones. Creo que nos sirve para ver la historia de lo que nos pasó”.
Es hija de desaparecidos, se recibió de médica y recorre Santa Fe pidiendo memoria
Francisco Díaz de Azevedo
Mariana Bosso es médica y cardióloga. Hoy vive en Rosario, en pareja y tiene una pequeña hija. Pero su vida, fue signada por una historia particular. Tenía un solo año, cuando se llevaron a sus padres y ella fue entregada, por alguien, a sus abuelos. Carlos Bosso e Isabel Salinas, fueron secuestrados y enviados a una quinta de Funes, un tiempo después, fueron asesinados. Fue en septiembre del año 1977. Desde ese día, sólo alguna carta y algún dato más, llegó a los abuelos de Mariana, que crecía entre el amor de la familia y la ilusión de un regreso que nunca fue.
En 2011, los restos de Carlitos e Isabel fueron hallados en una fosa común, en un campo militar de San Pedro, cerca de la ciudad de Recreo. Mariana pudo, finalmente enterrarlos. Lo hizo en el panteón de la Memoria, del cementerio municipal de la capital provincial.
Tras un acto que se llevó a cabo en su ciudad, en la que tuvo la palabra y se la vio emocionada hasta las lágrimas, Bosso expresó: “Los años no alivianan ciertas cosas. Hay que hablar de estas cosas, en las escuelas, y en todos lados. En casa, es necesario hablarlo para revalorizar la memoria de lo que pasó y de lo que sigue pasando, para lograr estar mejor”.
Conjeturas
Se cree que los papás de Mariana fueron asesinados en la localidad de Monje, para luego, ser trasladados cerca de Santa Fe y enterrados en una fosa común.
“Es importante saber qué perdimos, más allá de las personas. Nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde. Tratemos de valorar y que sea con la memoria. Yo era una bebé cuando pasó lo que pasó, pero hay mucha gente que vivió esto y no hay que perder esta capacidad de charlar, entender al que piensa diferente y poder llegar a un bien común”, señaló.
Mariana insistió: “Es en la juventud donde tenemos que apostar. Ellos no se están entendiendo y es ahí donde hay que trabajar”.
Juicio a los asesinos de sus padres
En este 2023, Mariana afrontará el juicio a los represores involucrados en el asesinado de Carlitos e Isabel. “Ahora se viene el juicio a los represores que estuvieron envueltos en la desaparición de mis padres. Y junto a mis padres, murieron muchos, que fueron encontrados en una fosa común. A veces pienso, porqué se hacen juicios aún. Y es porque es la forma de no olvidar, después de 46 años. Para no olvidarse de lo que pasó y para que haya justicia”, dijo.
Luego agregó: “A mí me encantaría estar un domingo sentada con mis padres preguntándoles qué pasó. Y no puedo y es una injusticia. Yo me crié con mi abuela, que esperó siempre que mis padres volvieran. Yo vivía con a una especie de madre que sufría y era desgarrador verla así”.