Actividades económicas exhaustas ante la inflación galopante y el sacudón del dólar
Por Juan Franco y Santiago Balagué
Tras el mal augurio de un 7,7% en marzo, y con un 21,7% de inflación acumulada en el primer trimestre, la pesadilla para el conjunto de las actividades comerciales, productivas y de servicios, se agravó con la corrida cambiaria de la semana pasada. Con la disparada del dólar blue, que llegó a rozar los 500 pesos y luego se reacomodó en torno a los 470 pesos, las consecuencias empiezan a sentirse en todos los sectores de la sociedad. En el comercio, por ejemplo, el fenómeno se tradujo de inmediato en una baja significativa de las ventas y el aumento de precios en productos e insumos.
En este marco, el flamante presidente del Centro Comercial e Industrial de Venado Tuerto, Sebastián Turdó, aseguró que “el comercio no la está pasando bien”, porque a la situación económica actual, con la “corrida del dólar” se le suma “la caída del volumen de ventas que se sostiene desde fines del año pasado”. Por ello, “los comerciantes ya no saben cómo seguir adelante”, alertó.
Turdó, quien desarrolla su actividad privada en el ámbito de la mecánica automotor, señaló que en el sector “ya se notan algunos faltantes” de insumos y repuestos. A su vez, “tenemos que ser muy cuidadosos para elaborar los presupuestos y avisarles de antemano a los clientes que hay piezas que no se consiguen.
“Estamos como en la pandemia, en medio de la incertidumbre. Necesitamos medidas urgentes, que se puedan implementar, pero por el momento no se están adoptando”, cuestionó. Y añadió: “Hoy el comercio está muy enfocado en subsistir, lanzando promociones, liquidando el stock, pero nos encontramos con dificultades para la reposición de esos productos, porque siempre vienen ‘retocados’ con un 5 u 8 por ciento”.
Por otro lado, y más allá de que las miradas están puestas en el día a día y tratar de defender al comercio, desde la gremial empresaria ratificaron el compromiso de trabajar en varios proyectos que apuntan sobre todo a mejorar los centros comerciales a cielo abierto, con el objetivo de atraer más clientes.
¿Y la industria?
Consultado por la actualidad de su sector, el dirigente del Parque Industrial “La Victoria”, Martín Bonadeo, observó que con la crisis cambiaria se profundiza la restricción de dólares, impactando con mayor intensidad en el ingreso de insumos y materias primas, junto con tasas de interés que se elevan y encarecen el crédito para la producción. “No se entienden las reglas de juego en el comercio exterior y eso es muy nocivo. Al empresario se le hace difícil tomar decisiones en un marco de tamaña incertidumbre y, sin dudas, también los empleados resultan perjudicados con salarios fijos y una inflación descontrolada”, resumió.
El referente de Maqtec destacó además que “en relación con la sequía, recién estamos entrando en una primera etapa de dificultades, que afectará con más fuerza a la industria vinculada a la maquinaria agrícola”, sumando que en Venado Tuerto son numerosos los fabricantes de agropartes. Y acotó que en el sector “aún no se registran problemas en la cadena de pagos, pero ya es evidente la caída de la inversión y, por supuesto, es mínimo el ingreso de nuevos pedidos. En líneas generales, en la industria metalmecánica se están terminando los productos encargados meses atrás, y en otros casos, ante la baja de la demanda, los empleados trabajan en el mantenimiento de instalaciones y equipos, se toman vacaciones atrasadas o se dedican jornadas a la capacitación”.
Neumáticos
En el comercio de neumáticos de vehículos, el empresario Darío Faldani relató: “Venimos de un 2022 en que la escasez de productos fue crítica, impulsada por la pandemia y huelgas en varias fábricas. Esa situación se empezó a recomponer este año, aunque se observa un faltante de productos para vehículos de alta gama, por ejemplo, y algunas medidas específicas para camiones o maquinaria agrícola”.
En cuanto al costo, precisó: “Nuestras listas de precios tienen una variación de entre el 5 y el 7 % mensual, en línea con la suba de la cotización oficial de la divisa. En este rubro, esta disparada del dólar blue no afecta, más allá de que algunos comercios frenaron las ventas, especulando con lo que pueda suceder”.
Según detalló, de marzo del año pasado a la fecha, la suba en general de los precios fue del orden del 120 por ciento, incluso en algunos casos un poco más. “Hoy una cubierta para un vehículo de gama media ronda entre los 50 mil y 85 mil pesos, de acuerdo al tamaño”, informó.
Para Faldani, la venta de neumáticos “se asemeja a una estación de servicio, porque cuando viene un vehículo no podemos dejar de proveerle lo necesario para continuar el viaje”, asegurando que “nunca cortamos las ventas”.
Construcción
El principal responsable de Construshop, Marcelo Orso, explicó que “en los materiales de construcción, al menos hasta hoy (por el viernes 28) no hubo mayor repercusión en los precios por esta explosión del dólar, sino que el ritmo de aumento se viene dando al compás de la inflación, con un 4, 5 o 6 % mensual”.
Por otro lado, destacó otro fenómeno, que es el nivel de la demanda actual: “Hasta septiembre del año pasado las ventas fueron muy altas, pero desde entonces comenzaron a descender. En diciembre, enero y febrero, las mermas promedio en nuestro rubro fueron del 50%, y en consecuencia, a diferencia de otras etapas críticas, todos los corralones estamos con un buen stock de materiales, entonces no hay tanta desesperación”.
Siempre agudo en sus análisis, Orso tampoco dejó pasar un dato sobresaliente de la actualidad económica, como las altas tasas de interés establecidas para evitar una masiva búsqueda de dólares. “En la construcción es muy notable cómo impacta en las ventas la suba de las tasas, es decir que son ahorros que en lugar de invertirse en ladrillos se depositan a plazo fijo, tentados por la mayor rentabilidad del momento”, graficó.
Aun así, sostuvo que en el negocio de calle Dimmer “estamos trabajando normal, con ventas en un nivel medio, lejos de los extremos, a la espera de que se disipen las incertidumbres y se restablezca la confianza”.
Indumentaria
Uno de los rubros más golpeados en esta crisis es el de indumentaria y calzado, y en uno de los locales del sector, en calle Castelli, aseguran que en el último año los precios crecieron por encima del ciento por ciento, y que en los últimos tiempos la remarcación es mensual, con subas que van del 5 al 8 %.
“Estos saltos del dólar blue acaban incidiendo en los precios, sobre todo de los productos importados, o bien los fabricados en el país que requieren de materiales o insumos de afuera”, señalaron.
A su vez, las prendas que se fabrican íntegramente en Argentina también sufren aumentos atados a la inflación. “Las subas que imponen los fabricantes, tanto por insumos, salarios y demás, se trasladan directamente a los artículos”, detallaron. Y revelaron que algunos de esos incrementos los absorben para que el impacto no se sienta tanto en el bolsillo del cliente.
“Esta situación nos obliga a estar muy atentos a los catálogos, para no malvender los artículos y que luego no podamos reponerlos”, enfatizaron.
Autoservicios
En el autoservicio Formaggio, del barrio San Cayetano, donde se comercializan alimentos, bebidas y artículos de limpieza y perfumería, Verónica, con evidente preocupación, contó que en estos últimos días “las remarcaciones de precios son constantes”. Y agregó: “Hace unos meses los cambios eran quincenales, más adelante semanales y ahora todos los días nos llegan las nuevas listas con aumentos del 6, 8 o 10 %, y la verdad es que no se termina nunca de remarcar la mercadería”.
Otro fenómeno sorprendente del momento es que “no se incrementa, como antes, el precio de algunos productos, sino que se encarece todo, sin excepción, en almacén, en limpieza y en perfumería” y aseguró que “se nota una merma en la cantidad de productos básicos que descargan los proveedores, tales como harina, arroz y aceite, entre otros. También hay mucho faltante en enlatados y legumbres”.
Sobre los productos que escalaron en mayor porcentaje, la comerciante mencionó las frutas y las verduras, mientras que el precio del pollo mostró algunos vaivenes -con alguna baja después de una suba pronunciada-; en tanto que la carne vacuna sigue en alza, aunque sin saltos bruscos.
Informática
Uno de los rubros más dolarizados del comercio es, naturalmente, la computación, y en JE Informática el salto cambiario se reflejó en el acto en las listas de precios, según palabras de Javier Espinosa: “El impacto fue instantáneo, desde el lunes, detectamos que a las listas de precios online las bajan de pronto y los proveedores cortan las ventas hasta nuevo aviso. Y cuando se rehabilitan, el nuevo escenario es, en todos los casos, con valores más altos, aunque el precio de referencia siempre es el dólar oficial”.
“Los insumos elementales, como toners y cartuchos, sufrieron aumentos que promedian el 30%, y las notebooks hasta un 40%; por ejemplo, una notebook que hasta el mes pasado valía 220 mil pesos, hoy cuesta 320 mil”, describió el técnico y comerciante. Y en referencia a la provisión de equipos, comentó que “hasta el momento hay disponibilidad de productos, aunque con un stock limitado”.
Más allá del fuerte impacto en los precios, Espinosa observó que la mayoría de sus clientes no retrajo sus demandas en el rubro informático, porque “en la gran mayoría de los casos se trata de una necesidad laboral impostergable y todos tenemos que seguir adelante”.
Artes gráficas
Jorge Pahud es copropietario de Graff Artes Gráficas, y si bien en casi 40 años de actividad comercial atravesó situaciones difíciles, la que transitan por estos días se encuadra entre las peores. “Nuestro principal insumo, que es el papel, hace prácticamente dos años que escasea. Solamente conseguimos el A4 y otros modelos de pequeño tamaño, pero en otras medidas es muy difícil conseguir el producto de origen nacional. Y el importado ni siquiera lo buscamos porque se vende al precio del dólar blue, y si hasta hace unos días era muy costoso, hoy es prohibitivo”, describió Pahud, acotando que lo mismo sucede con las tintas. Además, remarcó que “con el salto del dólar los insumos de las impresoras digitales se fueron a las nubes de un día para otro”. Y en cuanto a la demanda, comentó el imprentero que “sentimos muy rápido el impacto de la falta de trabajo y el panorama se ensombreció más aún en nuestro rubro”.