Teodelina: piden la creación de una fiscalía para combatir la inseguridad
El miércoles 3 de mayo, los vecinos de Teodelina fueron convocados por el presidente comunal, Joaquín Poleri, para debatir obre la inseguridad en la localidad y aportar soluciones. La reunión fue en la Sala H. Caimi, y asistieron más de 170 personas comprometidas con hallar una solución.
Dentro de las propuestas, la mayoría coincidió con reclamar en el lugar correcto: la Justicia, exigiendo ante las autoridades judiciales las consecuentes medidas que garanticen la pacífica convivencia de la comunidad toda, “es el camino más directo para lograr la seguridad tan buscada”, remarcaron las autoridades a través de un comunicado.
Entre las propuestas, se pidió solicitar un “Buzón de la vida”, donde se pueda denunciar anónimamente; y se propuso que cuando se detecta algún movimiento extraño, se notifique al 101 como forma de que la policía pueda actuar antes que se cometa el delito.
Sin embargo, la medida más recurrente tuvo que ver con el férreo pedido de una reunión urgente con el fiscal para ser escuchados, como así también la instalación de una fiscalía en Teodelina o mínimamente un Centro Territorial de Denuncias que dependa de esa fisacalía venadense. “Esto, en pos de que las víctimas de ilícitos sean escuchados por la justicia, las órdenes de allanamiento salgan en tiempo inmediato, entre otras cosas”, aclararon.
Del encuentro participaron instituciones intermedias, partidos políticos, ONG, policía, medios de comunicación, víctimas de ilícitos y vecinos; surgiendo otras propuestas que fueron tomadas por otras autoridades presentes como el senador Lisandro Enrico, elj efe de Inspección de la Unidad Regional VIII, Raúl Colmegna; y el delegado del Ministerio de Seguridad, Sergio Maidana, quienes brindaron sus números de teléfono a los vecinos para que se pongan en contacto directamente con ellos, como así también para actuar en conjunto como forma de prevenir.
Finalmente, se escucharon quejas sobre la “puerta giratoria”, que permite que un delincuente a quien se lo aprehende a poco de cometer “flagrante delito”, y luego de unas horas, vuelve a circular como cualquier vecino por las calles.