El retroceso de los grandes glaciares, el desprendimiento de icebergs y otros efectos del calentamiento global han obligado a rediseñar los mapas de las regiones polares de la Tierra que produce la institución del Reino Unido British Antarctic Survey (BAS).
Por el deshielo, deben modificar los mapas de las regiones polares
Los “dramáticos cambios” que han sufrido tanto el Ártico como la Antártida quedan reflejados en la nueva edición de los mapas, que recoge los nuevos contornos de las plataformas de hielo y actualiza sus datos sobre asentamientos y aeropuertos en esas zonas.
Cambio climático: el planeta aumentará 1,5º su temperatura en 2030
La representación cartográfica del Ártico, que cubre la tierra y el océano por encima del paralelo 60 norte, ha sido en particular “completamente actualizada”, señala en un comunicado la institución británica.
“Los cambios físicos apreciables en la actualización incluyen nuevos frentes de hielo que reflejan el retroceso de muchos grandes glaciares que fluyen desde Groenlandia y Svalbard, así como cambios en la extensión de lagos”, indica el BAS.
Los nuevos mapas muestran asimismo “el permafrost y la cobertura terrestre de la región, aspectos importantes del paisaje ártico que cambian rápidamente”.
Las cartografías del British Antarctic Survey reflejan también la extensión promedio del hielo marino en dos periodos, de treinta y diez años, lo que permite comparar la evolución de los cambios.
La institución británica alerta de que los modelos climáticos predicen que el Océano Ártico no tendrá hielo durante el verano antes del año 2050.
“La incertidumbre sobre la fecha exacta es considerable debido a las variaciones del clima que ocurren de manera natural. Algunos modelos sugieren que esto podría ocurrir, al menos una vez, en la década de 2030”, avisa el BAS.