El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que logró un entendimiento con el equipo de funcionarios argentinos que está en Washington. respecto de los aspectos centrales de un nuevo programa, el cual se cerrará en los próximos días.
Finalizo la mision argentina ante el FMI con acuerdos en “aspectos técnicos”
El principio de acuerdo se produce después de tres meses de negociaciones, y una última misión a Washington con el objetivo de destrabar un desembolso que le permita pagar la deuda y evitar una devaluación generalizada por la escasez de reservas.
“Los equipos del Ministerio de Economía y Banco Central de Argentina y el staff del FMI han finalizado lo aspectos medulares del trabajo técnico de la próxima revisión”, dice el FMI a través de la red social Twitter.
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— FMI (@FMInoticias) July 23, 2023
En la Capital de Estados Unidos se encuentra el viceministro de Economía. Gabriel Rubinstein; el jefe de Asesores, Leonardo Madcur; el secretario de Hacienda, Raúl Rugo y el vicepresidente del BCRA, Lisandro Cleri.
El organismo indicó que “se han acordado los objetivos y parámetros centrales que serán la base para un `Staff Level Agreement` que se espera finalizar en los próximos días para luego avanzar hacia la revisión del programa de Argentina”.
“Dicho acuerdo busca consolidar el orden fiscal y fortalecer las reservas reconociendo el fuerte impacto de la sequía, el daño a las exportaciones y los ingresos fiscales del país”, añade el comunicado.
Según informaron fuentes del Ministerio de Economía, la misión logró cerrar los principales puntos del nuevo entendimiento y la firma del staff agreement será entre el miércoles y el jueves.
Lo que quedó firme es que “se cerró el programa de desembolsos del segundo semestre”, de modo que el equipo que dirige Sergio Massa solo accederá a los 4.000 millones de dólares pendientes de junio.
En el tramo final de las negociaciones, el Gobierno apuesta a un nuevo dólar para el agro y a la aplicación de otro impuesto sobre las importaciones. Son pasos hacia una devaluación que el próximo gobierno deberá ir ordenando si aspira a fomentar la llegada de inversiones.
Massa aspira también a dejar de lado el reclamo del Fondo Monetario de mayor ajuste fiscal. Su argumento es que el déficit está siendo provocado por el derrumbe de las exportaciones provocado por la sequía.
Perspectivas
En el Ministerio de Economía celebraron el progreso en la negociación y dijeron que lograron cerrar los términos centrales del acuerdo, al igual que el programa de desembolsos del segundo semestre. Y estimaron que el acuerdo final y definitivo podría firmarse “el miércoles o el jueves”.
Los equipos del Ministerio de Economía y Banco Central de Argentina, y el Staff del FMI han finalizado los aspectos medulares del trabajo técnico de la próxima revisión.
— Ministerio de Economía de la Nación (@Economia_Ar) July 23, 2023
Una vez más, en el Palacio de Hacienda dejaron latente la posibilidad de que el ministro de Economía y candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa, viaje a Washington para la rúbrica final.
Aunque el mensaje del Fondo fue un testimonio del progreso en la negociación, la ausencia de un acuerdo definitivo volvió a prolongar la expectativa alrededor de una de las negociaciones más complejas que han tenido la Argentina y el Fondo.
Plazos
El tiempo ciertamente apremia. El acuerdo con el staff debe ser elevado luego al Directorio Ejecutivo para su aprobación. El board entrará en receso el próximo lunes 31 de julio, el mismo día que la Argentina debe pagar vencimientos con el FMI por alrededor de US$ 2700 millones. Usualmente, el Fondo se toma entre dos o tres semanas para elevar un acuerdo técnico al board, pero se puede hacer una excepción para acortar ese plazo. Llegado el caso, el board, que ya ha tenido al menos una reunión informal para discutir la negociación con la Argentina, también puede ser convocado de manera virtual durante su receso para discutir el caso argentino.
Pero la prolongación de las discusiones para cerrar el acuerdo definitivo con el staff del Fondo y el avance del calendario empieza a unir el cierre de la negociación con el cierre de las elecciones primarias, en las que Massa es el candidato presidencial de Unión por la Patria. Asumiendo que el acuerdo se termina de cerrar “en los próximos días”, se abren dos escenarios posibles: que la Argentina llegue a las PASO ya con todo cerrado y con el acuerdo aprobado, o con un acuerdo técnico pero sin la aprobación final del board, que regresa de sus vacaciones el 11 de agosto, el viernes anterior a las elecciones. Si se da alguno de los últimos escenarios, el Ministerio de Economía podría verse entonces forzado a volver a recurrir al swap con China para cancelar el vencimiento del 31 de julio con yuanes, tal como se hizo con el último vencimiento.
El Gobierno busca cerrar un nuevo acuerdo con el FMI sin devaluar
Contrarreloj
Por Manuel Adorni* .
Los desafíos son múltiples en una Argentina desordenada y sin rumbo. El tiempo parece correr más rápido que nunca entre cuestiones políticas y económicas que no están dispuestas a esperar.
En algunos días operará el vencimiento con el FMI. El 31 de julio próximo vencen cerca de 2.700 millones de dólares a los que un día después se le adicionan otros 900 millones de dólares que vencen con el propio organismo.
Reservas en el Banco Central ya no quedan, el crédito hace tiempo que no existe para la Argentina y los desembolsos por parte del FMI parecen retrasarse más de lo previsto por el equipo económico.
Es difícil encontrar países alrededor de mundo con el nivel de fragilidad que tiene la Argentina.
Los problemas estructurales que se profundizaron durante más de 20 años llevaron al país a sus límites más incómodos.
Entre la falta de divisas y la inflación descontrolada (o al menos la más alta en más de tres décadas) el Gobierno parece perdido.
Las medidas que impulsa el equipo económico (algunos conocidas, otras aún no) parecen reflejar nuevamente que el único objetivo es intentar sobrevivir hasta las elecciones.
Una misión argentina viaja a Washington para cerrar el acuerdo con el FMI
El nuevo “anticipo” del impuesto a las ganancias para empresas que hayan tenido beneficios por encima de los 600 millones de pesos parece ser una receta ya utilizada que no ha dado buenos resultados: se anticipa la recaudación de impuestos del próximo año, lo que implica de por sí que la mayor recaudación que se pueda generar hoy, será una merma en las arcas públicas mañana.
Otro inconveniente que genera esta medida es por supuesto la transferencia a precios que pueda haber producto de este aumento en la presión impositiva sin mediar aviso.
Por último, y tal vez lo más dañino para el conjunto de la economía sea el cambio de reglas de juego permanente que opera en la República Argentina, que colabora a terminar de destruir la confianza que aquel que invierte necesita tener como condición necesaria para tomar la decisión de hacerlo.
El nuevo “dólar soja” o la extensión del tipo de cambio diferencial para las economías regionales, sin solucionar el divague de la multiplicidad de valores que tiene el dólar en el país, no es más que un parche que pone en riesgo el actual -y ya monstruoso- nivel de inflación. Un dólar diferencial más elevado hoy no generará otra cosa que mayor emisión monetaria, mayor distorsión y, por ende, mayor impacto en precios.
El riesgo es elevado mientras la economía siga con sus problemas más estructurales sin resolver.
El nuevo impuesto a determinadas importaciones parece un último intento de encarecer exportaciones y lograr desincentivarlas.
Aplicando este método también se producirá un impacto en precios y el nuevo dólar para importar seguirá siendo barato en relación a las cotizaciones libres, lo que implica que el apetito de los importadores no desaparecerá, sino que permanecerá intacto.
Nada de lo que pueda anunciarse en materia económica parece ser sostenible, ni estructural ni que solucione nada.
El objetivo parece seguir siendo apenas el de intentar atravesar el calendario electoral con los menores sobresaltos posibles, a pesar que todos sabemos que más tarde o más temprano habrá que afrontar las consecuencias.
(*) – Economista, conductor y columnista en Radio Rivadavia