“A 40 años de Malvinas”, pintando murales en la Escuela N° 1201
Bajo la coordinación general de la directora y la vicedirectora de la Escuela N° 1201 de Venado Tuerto, Marcela Testini y Graciela Piñeyro, respectivamente, se pintaron murales en el establecimiento en el marco de las actividades conmemorativas del 40° aniversario de la Guerra de Malvinas.
El profesor de Plástica, Daniel Agustini, junto a los alumnos de 6° y 7° grado pusieron manos a la obra, y una vez concluida la faena, las creaciones artísticas se presentaron en sociedad, con la participación protagónica de varios veteranos de guerra de las agrupaciones con sede en Venado Tuerto.
En diálogo con Sur24, Agustini expresó en primer lugar los por qué del protagonismo de Malvinas en los murales, señalando que “cuarenta años han pasado desde aquel amargo suceso, muy triste no sólo para quienes lo han vivido en carne propia, sino también para todos los que tenemos memoria, y un agrio sabor a impotencia para todo un pueblo a quien le ha sido arrebatada una parte muy querida de nuestra patria. Malvinas se ha constituido históricamente en una herida que aún no ha cerrado, pero no porque reconozcamos una derrota, sino porque jamás lo haremos”.
“Ese par de perlas rodeadas del más grande e imponente caudal de agua argentina, que fueran la razón de quienes han enfrentado la injusta contienda y hasta han dado su vida por ellas, son y serán por siempre nuestras, porque no es una cuestión determinada por el mayor o menos poder del país invasor, sino por genética pura, porque Dios ha querido que estas islas estén junto a nosotros y no a miles de millas en el Atlántico norte”, justificó.
Historias para recordar
“Existen tantas historias por recordar y conocer de nuestros soldados, de nuestros superhéroes de carne y hueso, que el sólo nombrarlos me estremece en cuerpo y alma. Padres, hermanos, hijos, novios, amigos, han dejado todo lo que un ser humano puede entregar por su prójimo, por sus seres amados, hasta el punto tal que algunos no volvieron y los que sí lo hicieron, también han dejado parte de su alma allí, a kilómetros de nuestras costas y sólo abrigadas por el recuerdo de un frío y desolado pozo de zorro como único refugio de un sentimiento de soledad, como el mayor enemigo de la guerra”, describió el docente.
En consecuencia, Agustini, rodeado de sus alumnos, sostuvo que “estos murales son el homenaje que, en verdad, sentimos necesario regalarles a los veteranos y caídos en Malvinas, este rinconcito de patria que nadie nunca nos podrá arrebatar, pensado desde la perspectiva de niños que no existían en esos años, pero que desbordan en sus corazones el amor por su patria y la admiración por quienes nunca retrocedieron en la mayor batalla de nuestra historia, la lucha por nuestra dignidad”.
Desde el fondo de la historia
Los murales son representaciones con larga tradición en las artes visuales. En la prehistoria, las paredes de piedra de las cavernas han sido el primer lugar donde se han dibujado y pintado imágenes de animales sobre los cuales el hombre creía adquirir cierto poder mágico al momento de salir a cazar. Luego se han pintado para decorar muros de palacios, catedrales, pirámides y todo tipo de monumentos. En todos los casos, el mural tiene grandes dimensiones y está concebido para formar parte de un determinado espacio, en este caso, los tapiales de la Escuela N° 1201.
“Pintar murales en la escuela posibilita abordar diferentes contenidos relacionados con el arte visual y los procesos a seguir para su realización, desde decidir la temática, crear diseños, seleccionar, corregir, trasladar el dibujo desde un pequeño papel a grandes dimensiones, mezclar colores para obtener otros, conseguir la pintura, materiales y herramientas necesarios para su realización”, explicó Agustini.
Respecto de los procesos de producción, “los alumnos han tenido que resolver distintas cuestiones relacionadas con el trabajo grupal, con la selección y transformación de materiales y el uso adecuado de herramientas específicas para la pintura mural, así como adquirir principios de orden, higiene y seguridad”, valorizó.
En fin, la producción de murales se ha mostrado como una actividad privilegiada para el trabajo creativo en pequeños grupos. “Los alumnos de sexto y séptimo grados han logrado llevar adelante el proyecto de manera más que satisfactoria, logrando, en su conjunto, un gran mural temático en común”, redondeó el docente.