Nuevo tablero
A tres años de la invasión rusa, cambian las condiciones para todos los protagonistas
El regreso de Trump acercó Washington a Moscú. Macron y Starmer viajan a Estados Unidos por temor de una futura avanzada de Putin sobre el este del continente.
(Por Gonzalo Fracchia) - Lo que inicialmente se presentó como una guerra relámpago para ocupar Kiev en horas, se transformó en un conflicto de desgaste que debilitó tanto a Ucrania como a Rusia y que tres años después, desarma el tablero occidental con un giro de postura en Estados Unidos.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca presuponía cambios radicales en la posición de Washington respecto a la invasión rusa, en parte por la relación previa del republicano con Vladimir Putin y por otro lado por sus textuales que anunciaban una resolución “en 24 horas”, sin importar el vencedor.
Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania. Crédito: Mark Schiefelbein/Reuters
Por este motivo, y por otras consideraciones negativas de Trump sobre la Unión Europea y la OTAN, es que no debería sorprender el avance de las negociaciones directas sin intervención del ucraniano Volodimir Zelensky o los propios europeos.
Estados Unidos se acerca a Rusia
Arabia Saudita fue la sede “neutral” de la reunión de representantes de Washington y Moscú, sin presencia de Kiev, para acordar los puntos en común y negociar el rumbo de la paz.
En líneas generales, Rusia exige el levantamiento de sanciones y mantener su posición actual, que ya ha tomado un porcentaje del suelo ucraniano. Hablando de suelo, Estados Unidos pide el dominio del 50% de la tierras raras de Ucrania a cambio de la “protección”. Con cualquier resolución de lo planteado en Riad, Zelensky pierde.
En rojo, el territorio ucraniano sobre el cual ha avanzado Rusia hasta febrero de 2025. Crédito: El Litoral / Flourish
La imagen del mandatario ucraniano tambalea no sólo por la reunión que tuvo al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el ministro de Asuntos Exteriores de la Federación rusa, Serguéi Lavrov, o la llamada de hora y media entre Trump y Putin, también lo hace por las declaraciones desde D.C.
El flamante presidente por segundo mandato ha cuestionado la condición actual de Zelensky considerándolo incluso como “dictador”, siendo las elecciones suspendidas por contexto de guerra una de las exigencias no oficiales del estadounidense.
Zelensky llegó a ceder hasta el punto de asumir responsabilidades en este aspecto: “Si (garantiza) la paz para Ucrania, si realmente necesitan que dimita, estoy dispuesto. Puedo cambiarlo por la OTAN”.
Justamente la intención de ingresar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte es cuestionada por Trump, responsabilizando además a Joe Biden. Indicó que fue un “error” y que Moscú nunca permitiría eso.
Desde EE.UU., su mandatario ha expuesto cifras que reflejan la disparidad de inversión en defensa en relación a Europa dentro de la OTAN. Les ha llegado a exigir que equiparen los números y en caso contrario, dejaría la organización.
El temor de Europa
Los movimientos que rodean a la fecha del tercer aniversario de la invasión en 2022 tienen a mandatarios europeos como protagonistas.
En lo que respecta a visitas oficiales por los tres años de la guerra, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, llegó a Kiev junto a 24 de sus 27 comisarios con otro paquete de inversión bajo el brazo.
Ursula von der Leyen este lunes en Kiev. Crédito: Gleb Garanich/Reuters
Manteniendo el mismo plan desde el inicio del conflicto, presentó una ayuda financiera de 3.500 millones de euros, pertenecientes a un fondo total de 50.000 millones de euros firmados a principios de 2024.
"Debemos acelerar la entrega inmediata de armas y municiones. Y este será el núcleo de nuestro trabajo en las próximas semanas", declaró von der Leyen en conferencia y agregó: "Creemos en una Ucrania libre y soberana en su camino hacia la Unión Europea".
En paralelo, el Parlamento Europeo oficializó la 16° tanda de sanciones que incluye a 83 puntos, 48 personas y 35 entidades, entre ellos una serie de bancos, medios de comunicación y 74 buques procedentes de terceros países que formarían parte de "la flota en la sombra" rusa.
Europa no soluciona sus propios conflictos, esperados por la diversidad político-cultural, pero no deja de sostener un sentimiento en común de temor ante un aislamiento global y un eventual acuerdo serio entre Estados Unidos y Rusia.
Emmanuel Macron. Crédito: Stephanie Lecocq/Reuters
Emmanuel Macron, presidente de Francia, visitará este lunes a su par estadounidense en la Casa Blanca, con el objetivo de “aclarar” la situación luego de que Trump asegurará que “no ha hecho nada” por el conflicto.
Su llegada es la continuidad de la visita del presidente de Polonia, Andrzej Duda, el pasado sábado, y un preludio de la reunión que Keir Starmer, primer ministro de Reino Unido, tendrá el jueves.
Keir Starmer, primer ministro de Reino Unido. Crédito: Lesley Martin/Reuters
En consonancia, franceses y británicos encabezan el pelotón de gobiernos que han sostenido su apoyo a Ucrania no sólo discursivamente, sino también en el plano económico-militar. Zelensky indicó que su no ingreso a la OTAN obligaría a duplicar su ejército y desde Londres y París entregarían 30 mil soldados.
El futuro del conflicto podría sumar una nueva fase ante la eventual presencia de fuerzas de la OTAN en Ucrania y una renovación de la amenaza desde Moscú, la cual crece año a año en su presencia sobre otros países de Europa del Este, llegando incluso a atraer a los gobiernos de Hungría y Eslovaquia.