Fiscalía solicitó 16 años de prisión
Abusos en el Sagrado Corazón de Venado: malestar por el no inicio del juicio contra el “hermano” Pedro
Sobre el ex Director del establecimiento educativo pesan 4 denuncias de abusos sexual contra alumnas de edad primaria.
Graciela, madre de una ex alumna del Sagrado Corazón que denunció al hermano Pedro, mostró su malestar por la demora por parte del poder judicial de fijar la fecha de inicio del juicio oral y público contra el ex director del nivel primario del establecimiento educativo. El religioso está acusado de cuatro hechos de abusos sexual contra niñas que cursaban 6° y 7° grado durante los años 2018 y 2019. Y la fiscal que llevó adelante la investigación, Florencia Schiappa Pietra, solicitó 16 años de prisión, al igual que lo hizo la abogada querellante, Ana María Regidor.
Fuentes oficiales indicaron a Sur24 que la dilatación se debe a un planteo realizado por la defensa de Pedro Ortiz y Hontoria, para que dos de los casos denunciados sean juzgados por la justicia cordobesa.
La fundamentación del pedido se basa en que dos hechos imputados al religioso se habrían registrado en la pileta de un hotel en Santa Rosa de Calamuchita en el marco de un viaje de estudio.
Malestar
“Sentimos que nuestras hijas se han animado a romper el cerco de silencio que hubo durante mucho tiempo, han ido contra la impunidad de este personaje, y si bien confiamos en la justicia, para algunas causas son muy lentos. En este momento consideramos que hay una extrema lentitud, basada en todo lo que hizo el acusado para ralentizar este proceso”, sostuvo Graciela.
“A mi hija le digo que hay que tener paciencia, y trato de llevarle tranquilidad. Pero a la vez siento que ella como las otras chicas están deseosas de que se haga justicia y eso les va a llevar cierta tranquilidad. Nuestras hijas han sido muy valientes, y el premio, por decirlo de alguna manera, sería tener una fecha cierta de juicio”, agregó.
Graciela mostró su malestar con la respuesta institucional que dieron las autoridades del Sagrado Corazón, desmintiendo los hechos y no convocando a los padres ni a las niñas denunciantes.
Además, considera que hubo más casos, pero admite entender a los padres que optaron por no presentarse en el poder judicial.
El hermano Pedro “se está acercando a los 70, pero goza de buena salud, así que no debiera porqué tener que enfermarse cuando tenga una condena y que eso desemboque en una prisión domiciliaria”, indicó Graciela.
Proceso desgastante
Los familiares de las niñas participaron de un sinnúmero de audiencias relacionadas con la causa. Desde la imputación, hasta los reiterados pedidos del religioso para salir del país, proceso que definieron como “desgastante”.
“Es duro, porque se reviven muchas cosas y solamente los papás sabemos lo que hemos vivido en nuestras casas y en el mismo ámbito escolar, con la cantidad innumerable de injusticias que hemos pasado, con posteos sin firmas que se han hecho”, expresó Graciela.
En consecuencia, “creo que, si una persona está tan segura de que es inocente, debería acelerar los tiempos, porque si no, ralentizar esto es solamente prolongar algo que en algún momento le va a tocar: se siente culpable”, añadió.
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Falta de apoyo
Graciela se refirió a la falta de apoyo social que tuvieron como familias denunciantes.
“Las chicas tendrían que haber tenido más apoyo de la sociedad. Si bien Venado es una ciudad de casi 100.000 habitantes, no deja de ser ‘pueblo chico, infierno grande’, donde muchos siguen llevando a sus hijos al mismo colegio. Pero, no juzgo a nadie y cada uno apoya la causa que quiere”, afirmó.
Reclamar “justicia, por nuestras hijas y por otras, debiera ser un poquito más corriente: no escondernos. A nosotras nos conocen las caras y saben muy bien quienes son nuestras hijas”, planteó.
En tanto, desde “el Sagrado Corazón, más allá de comunicado sin firma que sacaron, tuvieron un silencio cómplice. Nunca públicamente dijeron ‘nos ponemos a disposición de las chicas, cuenten con nuestro apoyo’. Eso hablaría de personas de bien, y no pongamos a Dios en este tema, porque si fueran tan creyentes, sabrían que estas cosas no tienen que suceder. Ellos han mantenido un silencio cómplice, y a veces el silencio no es la mejor opción”, finalizo Graciela.
Historia del caso
La primera denuncia fue radicada en septiembre del año 2021 por Débora, la mamá de una nena que sufrió el accionar del religioso cuando cursaba 6° y 7° grado durante los años 2018 y 2019.
“A ella no le gustaba la forma en que el hermano Pedro le hablaba a algunas chicas y las agarraba de la cintura. En ese momento le pregunté si le había pasado algo y me dijo que no. Ella comenzó a tener muchos síntomas, le dolía la cabeza, la panza, hasta que nos recomendaron llevarla a la psicóloga porque podía ser emocional”, relató Débora.
Posteriormente la niña comenzó a faltar a clases por fuertes dolores de cabeza y luego de tres meses le diagnosticaron migrañas vertiginosas.
En ese momento se avecinaba el viaje de estudio a Córdoba. Y en un pijama party, el papá escucha una charla con las amigas en donde decían que “si el hermano Pedro iba al viaje, ellas no se iban a meter a la pileta, porque no se querían poner las mallas delante de él”, contó Débora. Finalmente, Pedro no viajó.
La nena no “volvió al colegio porque comenzó a sufrir ataques de pánico. Ya estaba con tratamiento psicológico y psiquiátrico. En diciembre tenía que rendir y no pudo. Así que terminó 7° grado rindiendo en marzo, con mi compañía. Y luego la cambié de escuela”, precisó la mamá.
En el año 2021 “pudo contar todo lo feo que le había pasado”, relató Débora.
La joven contó que “el hermano Pedro la tocó en varias ocasiones. A él le gustaba mucho las matemáticas, por eso hacía un cuadernillo que lo entregaba a comienzo de año. Luego llamaba a las alumnas de a dos: una esperaba afuera de una sala de Dirección y la otra entraba. Era ahí que la retaba, le gritaba y la tocaba en las zonas íntimas”, aseguró la mamá.
Denuncia en fiscalía
La causa quedó en manos de la fiscal Florencia Schiappa Pietra, quien en octubre de ese año imputó a Pedro Ortiz y Hontoria por “abuso sexual simple”, agravado por la guarda. Al mismo tiempo determinó el impedimento de tener menores a cargo. Fue en ese momento que renunció y se fue de Venado Tuerto, con destino a Buenos Aires.
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Segunda denuncia
El 15 de julio de 2022 se sumó una nueva denuncia por “abuso sexual simple”.
Se trató de una nena que en 2019 cursaba 6° grado en la institución, y ese mismo año sus padres decidieron cambiarla de establecimiento educativo.
La mamá y el papá se presentaron en el Ministerio Público de la Acusación, donde expusieron todo lo acontecido ante el fiscal Horacio Pueyrredón.
Graciela, la mamá de la alumna, en ese momento sostuvo una entrevista con Sur24 donde contó que el maltrato del “hermano” Pedro era constante, “con gritos, humillaciones, burlas. Le decía que se iba a ir al infierno”.
Cuando el religioso “ingresaba al aula, en un primer momento había que decirle ‘buen día’. Pero después pasó a exigirles que además le den un beso en la mejilla, cosa que mi hija se negó a hacer”.
La niña comenzó a tener dolor de panza, de cabeza y pesadillas. Y el deseo de no concurrir a clases.
Esta situación desembocó “en que decidamos cambiarla de escuela. Y terminó 7° grado en otra
institución”, relató la mamá.
Otra vez los cuadernillos
En 2020 la joven inició sesiones de terapia, donde pudo contar la experiencia vivida en el Sagrado Corazón con el religioso.
Pedro convocaba de “a dos alumnos a una sala, pero los hacía pasar de a uno. Allí, cuando realizaba las correcciones (del cuadernillo), la maltrataba, le gritaba y un día comenzó a tocarle la pierna. En ese momento mi hija le puso un freno, por eso la cosa no pasó a mayores”, relató Graciela.
Dos nuevos casos
El 21 de diciembre de 2022, en la audiencia pública, se supo que se habían sumado dos nuevas denuncias, para llegar a un total de cuatro.
La fiscal definió el primer caso como “abuso sexual simple gravemente ultrajante agravado por la guarda”. Mientras que los tres restantes fueron caratulados como “abuso sexual simple agravado por la guarda”.
En las pruebas presentadas por Florencia Schiappa Pietra quedó en claro el temor de las alumnas de que Pedro concurra al viaje de egresados a Córdoba.
Y en las denuncias, las víctimas afirmaron que las situaciones de abuso las sufrieron en la pileta del hotel, en Santa Rosa de Calamuchita. Precisaron que, “jugando”, las tocaba en distintas partes del cuerpo. Una de las niñas dijo que sintió su mano “hasta la garganta”.