Aero L-29, ícono de la Guerra Fría, en los cielos venadenses
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Seguramente cientos de venadenses se habrán sorprendido desde el mediodía de este domingo por el sonido atronador de un avión que atravesó la ciudad en varias oportunidades. El mismo no es un desconocido para la región, sino que participó en festivales organizados por el Aeroclub en el Aeródromo “Tomás Brendan Kenny”, y también en encuentros aéreos en Villa Cañás.
La aeronave es nada menos que un Aero L-29 Delfín, propiedad del piloto oriundo de Carlos Casares, Alberto Pol, una de las atracciones del festival “Venado Vuela” (ver video) organizado a mediados de octubre de 2018. Y que este domingo surcó varias veces los cielos venadenses, con centro de operaciones en la estación aérea municipal, en principio, -según trascendió este lunes- con motivo de vuelos de instrucción de un piloto de nuestra ciudad.
El Aero L-29 es un avión de reacción (creado con objetivos de entrenamiento militar para el combate aéreo) fabricado en Checoslovaquia para las naciones del Pacto de Varsovia -en el período de la Guerra Fría-, y que reemplazó a los Mig 15 y Mig 17 F de origen ruso. “La Fuerza Aérea soviética compró 3.500 unidades a la fábrica checa Aero Vodochody y los volaron desde 1966 hasta 1977”, comentó Pol a este cronista. “Cuando se dejan de usar como entrenadores pasan a formar parte de diversas fuerzas aéreas y, por ejemplo, los L-29 fueron usados en el bombardeo egipcio a Israel (Yon Kippur) y más adelante los utiliza Saddam Hussein, que tenía 100 unidades, para arrojar bombas químicas a los kurdos en Afganistán. Luego -continuó- se volvieron obsoletos y pasaron a manos privadas. Estimo que quedarán unos 50 aviones L-29 en el mundo y éste es el único en Sudamérica. Yo lo compré en California, Estados Unidos, y lo trasladé a Uruguay, hasta que conseguí el permiso de la Fuerza Aérea Argentina para matricularlo como experimental”, reseñó el también dueño del imponente biplano ruso Antonov, la otra gran atracción de aquel fin de semana largo en el festival “Venado Vuela”. “Son aviones de costo operativo muy alto, ya que consumen 800 litros de combustible por hora y desarrollan una velocidad máxima de 800 km/h”, describió Alberto Pol, destacando que “es muy divertido volar el jet y disfrutamos mucho en estos shows”.
(FOTOS GENTILEZA OSCAR RAPALIN)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
“Son aviones de costo operativo muy alto, ya que consumen 800 litros de combustible por hora y desarrollan una velocidad máxima de 800 km/h”, describió Alberto Pol.
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