Agustín Rossi puede convertirse en octubre o noviembre, depende de si hay o no balotaje, en el tercer vicepresidente santafesino después de Elpidio Gónzalez, un rosarino que fue compañero de fórmula de Marcelo Torcuato de Alvear, después de ser diputado por la provincia de Buenos Aires y Córdoba; y de Alejandro Gómez, integrante del binomio con Arturo Frondizi, que renunció a poco de asumir en desacuerdo con el cambio de orientación de la política petrolera del presidente desarrollista.
“Hay cuatro candidatos, pero solo dos proyectos de país. El que encabezamos con Sergio Massa y el clásico proyecto del liberalismo argentino que es anti industrial, anti-desarrollo, extractivista, que termina generando mayores condiciones de desigualdad, tal como lo están planteando, por ejemplo, a partir de una devaluación abrupta como ya se hizo en 2015 cuando asumió Macri con Prat Gay”, recuerda.
“No hay dudas de que Argentina tiene una gran oportunidad y tenemos que aprovecharla porque estamos en un momento geopolítico novedoso, donde se terminó la unipolaridad y hay dos potencias, China y Estados Unidos, que van a intentar generar alineamientos automáticos, espacios de adhesión, influencias,. En cada una de las cuestiones van a intentar posicionarse. Argentina lo que tiene que hacer es tomar decisiones autónomas y para eso se necesita tener fortaleza. Por eso cuando digo que en los próximos años debemos tener un Banco Central con un nivel de reservas que permitan a la política económica tener autonomía, tiene que ver con eso”, asegura.
– Esta semana recibieron el apoyo de los gobernadores peronistas. ¿Creés que la ausencia del gobernador de Santa Fe en esa reunión significa que no apoya la fórmula, o que solo se trató de una cuestión de agenda?
-Yo no tengo dudas del apoyo contundente del gobernador a la fórmula que integro con Sergio Massa. Hizo declaraciones a favor de la fórmula. Yo estuve junto con el gobernador y con el presidente en Santa Fe el viernes pasado. El gobernador estuvo con Sergio Massa el martes cuando se anunció una ayuda hacia el sector lechero, que es tan importante para nuestra provincia. Así que, claramente, me parece que lo que ha hecho el gobernador es por cuestiones de agenda. Otros gobernadores también tuvieron esa situación. El gobernador Capitanich no pudo estar presente y envió a su vicegobernadora. El gobernador Rodríguez Saá estuvo conmigo y con Massa en mi despacho antes, tenía un compromiso a ese horario, pero nos expresó su apoyo.
-Arrancamos muy bien. Creo que el efecto de la fórmula de síntesis que conformamos con Sergio Massa fue muy positivo hacia el interior de nuestro espacio político y muchas expectativas en sectores independientes. Mostró que Unión por la Patria va a ser muy competitiva. Así que, si hay diferentes etapas en el desarrollo de una campaña electoral, creo que a la etapa del cierre de la lista, su conformación y la presentación de la fórmula la hicimos muy bien. Todas las acciones que venimos llevando tienen que ver con ir consolidando esa sinergia positiva hacia la unidad de Unión por la Patria. El miércoles hicimos una reunión con los gobernadores, Sergio estuvo reunido la semana pasada con Daniel Scioli y con Julián Domínguez, yo estuve reunido con todos los dirigentes nacionales de la CTA que participaron de un plenario y que expresaron claramente su apoyo a la fórmula. Me parece que hay una convergencia que fortalece nuestra fórmula. Vamos a hacer una buena PASO, y probablemente la fórmula que encabeza Sergio Massa sea la más votada.
-Tenías la idea de no ser candidato en estas elecciones ¿Qué proceso hubo que te llevó a cambiar?
– Cuando asumí la Jefatura de Gabinete entendí que mi rol era el de transmitir certeza y no moverme de ese lugar. Cuando el presidente pensó que no sería candidato a la reelección, él mismo me sugirió la posibilidad de mi candidatura presidencial. Cuando la presenté dije que el proceso podía terminar con una fórmula de síntesis o PASO, según la dinámica. El fin de semana largo del 20 de junio hablé con los dirigentes nacionales de la Corriente de la Militancia y concluimos en rechazar el ofrecimiento de Daniel Scioli de ser su vicepresidente, de mantener la precandidatura presidencial y de no ser candidato en las dos listas que estaban conformando Daniel Scioli y Wado de Pedro. Se lo comuniqué al presidente y también le dije que iba a empezar a dialogar con los representantes de la lista mayoritaria, que era la de Wado, para ayudar a que aquellos compañeros que tenían aspiraciones legítimas y eran parte de la Corriente pudiesen concretarlas. En eso estuvimos hasta el viernes 23 a las 4 y media de la tarde, cuando el presidente me llamó y me dijo que se estaba avanzando en una lista de unidad y me consultó si estaba dispuesto a ser candidato a vice de Sergio Massa. Le dije que sí, y a las 8 y media de la noche, minutos antes que se hiciera el anuncio, me comunicaron que estaba acordado y que esa iba a ser la fórmula.
Inflación y crisis
-La vocera presidencial resaltó a la inflación como la mayor preocupación de los argentinos, junto a la inseguridad, sobre las que está trabajando el gobierno. ¿Cómo abordar esto en la campaña electoral?
-Sobre la cuestión de la inflación, está claro que es así, preocupa y molesta a la mayoría de los argentinos. Nosotros tenemos una explicación sobre el tema. Lo que hoy tiene la economía argentina es una insuficiencia de reservas, una crisis externa de balanza de pagos. Por eso las medidas que tomó Sergio Massa desde que asumió van en la dirección de recomponer el nivel de reservas a través de las distintas versiones del dólar soja, el acuerdo con China, estamos trabajando con Brasil para que en el comercio entre los países se utilicen las monedas locales. Tienen que ver con ir acomodando la situación de las reservas.
– ¿Cuál es el origen de estas dificultades?
– Los 20 mil millones de dólares que nos faltan en las reservas es producto de la sequía. Ayer me informaron que este año pasaron por la Hidrovía 1.100 barcos menos. En el último trimestre del año pasado había una tenue tendencia a la baja de la inflación y en los primeros 15 días de enero de este año, lo muestran los índices del Indec, los precios se movieron más o menos al mismo ritmo. Pero en la segunda quincena de enero se dispararon. ¿Qué pasó? Que la economía tomó nota de los efectos de la sequía y los actores concluyen que como nos iban a faltar esos 20 mil millones de dólares, íbamos a tener que devaluar. Y se anticiparon a una devaluación que no sucedió. A partir de ahí todo sucedió a mayor velocidad. Inclusive, la corrida cambiada que tuvimos hace un par de meses atrás tuvo un mismo efecto, generar un escenario de devaluación. Y lo mismo sucedió con las anteriores dos o tres corridas cambiarias que tuvimos durante toda la gestión. Nosotros trabajamos día a día para que los índices bajen. Ahora, la realidad es que independientemente de lo que hacemos sobre los precios y el comercio exterior, nos siguen faltando 20 mil millones de dólares.
– ¿Cuándo estiman va a empezar a cambiar esta situación?
– El último bimestre de este año, cuando empiece el ingreso de divisas genuinas producto de la cosecha fina, y el año que viene vamos a tener los $20.000 millones de dólares que nos faltaron este año y vamos a haber ahorrado 4 mil millones de dólares por el gasoducto Néstor Kirchner. En 2023 vamos a tener una situación favorable desde el punto de vista de las reservas que nos va a permitir pagar lo que tengamos que pagar y acelerar el ritmo de importaciones. Cuando uno tiene el Banco Central con reservas, puede tener un control de las variables mucho más precisas, lo que permite bajar la inflación y mejorar el poder adquisitivo del salario. Vamos a explicar esto, como no vamos a privarnos de preguntarles a los opositores por qué la receta contra la inflación que dicen tener no se la dieron a Mauricio Macri, que en los 4 años de gestión la duplicó y la dejó en 55 por ciento. No la pudo arreglar en 5 minutos como decía. Lo que quiero dejarle en claro a los santafesinos en particular y a los argentinos en general es que esta situación va a cambiar en los próximos meses, no dentro de 10 años. El 2024 va a ser un buen año con crecimiento.
– Hay coincidencia en general que el año próximo va a ser bastante mejor que este. ¿Qué piensan ustedes, con esa bonanza, respecto a lo que dice que va a hacer la oposición?
– La oposición no cree eso, cree que lo primero que tiene que hacer es un plan de ajuste o, como lo dicen cuando quieren ser indulgentes, un plan de estabilización. Esto significa una apertura parcial o total del cepo que provocará una devaluación abrupta, que tendrá como consecuencia al menos duplicar los niveles de inflación actuales. Lo que significa aumentar la indigencia y la pérdida del poder adquisitivo del salario. En realidad, lo que están diciendo es que el año que viene es un año de sacrificio, mientras que lo que nosotros decimos es exactamente lo contrario: que las condiciones estructurales de la economía argentina van a posibilitar un escenario de crecimiento económico con inclusión social, que es lo que buscamos. Lo que hay que hacer es seguir teniendo una administración correcta del comercio exterior, permitir todas las importaciones que necesitamos para que siga creciendo la economía argentina y también permitirle al Banco Central que pueda ir recuperando reservas. Brasil tiene 300.000 millones de dólares de reservas, nosotros somos una economía que no podría tener menos de 35 o 40 mil millones y la sequía que padecimos esta temporada tiene una recurrencia de 70 o 80 años. Ahora, todos coinciden que el futuro es auspicioso para la Argentina en los próximos años. Siempre estará la tensión de la disputa de si ese crecimiento es con redistribución del ingreso para todos los argentinos, o si, como ha sucedido en algunas etapas, la mayoría de los argentinos nos quedamos con la ñata contra el vidrio, como dice el tango, mirando como otros disfrutan. Bueno, ahí está el desafío del gobierno.