Amsafe General López suma reproches por aplicación improvisada del Plan 25
La Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe) Delegación General López se pronunció sobre las dificultades que está generando la implementación del denominado Plan 25, en los siguientes términos: “Además de los problemas generales de la extensión horaria en primaria que venimos denunciando (falta de pago a tiempo a docentes, formato precarizado, falta de claridad en los contenidos, superposición de horarios etc.), esta semana nos encontramos con que los institutos superiores de profesorado tienen que recortar horas de presencialidad por compartir edificios con escuelas primarias que extendieron su horario”, expresan desde el gremio docente.
“Nuevamente, vemos la improvisación y falta de planificación desde el Ministerio de Educación. Lo que extienden por un nivel, lo recortan por otro. Desde los profesorados exigimos no quitar presencialidad en el nivel. Es fundamental, sobre todo después de las reformas en el nivel secundario, respetar la presencialidad en el nivel superior”.
Análisis gremial de la quinta hora
Hace poco más de dos meses, Amsafe Rosario ya había advertido sobre posibles dificultades: “A mediados del año pasado el Consejo Federal de Educación dispuso sumar una hora en la jornada diaria de las escuelas primarias de todo el país y llevarla a cinco horas. También hay que decir que esta propuesta cuenta con el acuerdo de la conducción de la Ctera y de la Comisión Directiva Provincial de Amsafe, aunque nunca las bases fuimos consultadas.
La idea de esta quinta hora va en la línea de sumar cantidad a cómo sea. Por eso primero se dispuso por ley que debía haber 180 días de clases y luego se impuso que debían ser 190 y de allí que las clases terminan el 22 de diciembre. El cómo, la calidad, importa bastante poco.
Por el mismo camino transitamos con la Jornada Ampliada en una cantidad importante de escuelas primarias. Aunque nunca se hizo un balance serio de esta experiencia en marcha y en los últimos años más bien se le fueron retaceando recursos.
Una hora más -o media en el caso de nuestra provincia- aparece como la gran respuesta oficial para fortalecer las escuelas primarias jaqueada por la crisis social, el crecimiento de la desigualdad, el estallido de la violencia y, también hay que decirlo, por la insuficiencia presupuestaria.
En un año marcado por elecciones en donde se renovarán todas las autoridades nacionales, provinciales y municipales, la propuesta de sumar una hora en la escuela primaria por la que transitan millones de alumnos de todo el país es, sin duda, una idea “fuerte”, que a través de cierta demagogia puede sumar consensos, adhesiones, apoyos indispensables.
Sin dudas la propuesta debe significar un cambio importante en las escuelas que afectará inevitablemente toda la organización escolar, nuestras condiciones de trabajo y la propia organización de las familias de la comunidad.
Cambian los horarios de entrada y de salida. Se superponen los turnos y en ocasiones el funcionamiento de instituciones diferentes que comparten el edificio. Casi desaparecen los tiempos de aulas libres necesarios para la limpieza y, además, transitando el invierno el horario de entrada del turno mañana y el de salida de turno tarde será ya sin luz natural, “de noche”, con los riesgos para la seguridad de todos que, lamentablemente, eso implica en muchos lugares de nuestra región.
La precarización laboral parece ser la marca de este plan. De pronto buena parte de la normativa vigente queda en suspenso y la autoridad ministerial resuelve que las horas se ofrecen como le viene en gana. No vale el 3029, vale lo que a la ministra se le ocurra. Se “inventa” que es con el escalafón interno, que las horas son a término (aunque nadie sabe muy bien cómo ni hasta cuándo), que por tanto no se titularizan ni trasladan. Primero se decía que iban a ofrecer paquetes de 5 horas, después eran de 4, ahora parece que en algunos casos son de apenas 3. En todos los casos, solo 40 minutos cada día que si no los toma la propia docente de grado es muy difícil que sean cubiertos con regularidad; lamentablemente los cursos sin docente que se haga cargo van a ser una creciente realidad.
Somos conscientes de la necesidad de cambios en la escuela frente a los nuevos desafíos que nos plantea la sociedad. No estamos de acuerdo con que se amplíe el sistema de cualquier manera”, sostenían los gremialistas, y el tiempo empieza a darles la razón.