Ante un teatro colmado se presentó Cyrano, el de Bergerac
Isótropa, Teatro de Impulso y el director Germán Falfán González presentaron en Teodelina, “Cyrano, el de Bergerac” una reversión de la obra del autor, Edmond Rostand.
Un poeta incorruptible y una nariz que lo condena. Su espada y su lengua al servicio de París. Un corazón enamorado, un amor no correspondido y un secreto que lo acompañará por siempre. Poesía, valor, honor, verdad, amor, misterio, son algunos de los componentes de esta historia que sucede inmersa entre versos, con la melodía de las espadas encontrándose y albergada en el teatro francés de 1640.
El grupo “isótropa, teatro de Impulso” nos convoca al teatro en una apuesta a encontrarnos desde lugares que se han ido perdiendo, como la poesía, las cartas, la palabra limpia y la mirada. Una comedia romántica heroica que te invita a redescubrir al otro y a nosotros mismos, en medio de estos tiempos de crisis.
La obra fue recientemente galardonada con el premio provincial de teatro al actor revelación y mejor diseño escenográfico y con la nominación a la actriz revelación.