Subsidios en retirada
Antes los recortes de Nación, Rosario debe sostener el transporte
Para poder mitigar la baja de Nación, la ciudad lleva invertido en lo que va del año unos 11 mil millones de pesos, cuando la inversión oscilaba entre dos mil y tres mil millones, lo que estresa las cuentas municipales.
El transporte viene sintiendo fuerte la falta de subsidios nacionales. El impacto en el servicio es notable porque la suma que enviaba el Gobierno era clave para que el sistema pudiera funcionar sin grandes ribetes, pero desde la quita de esos recursos Rosario hace malabares para sostenerlo.
Para poder mitigar la baja de Nación, la ciudad lleva invertido en lo que va del año unos 11 mil millones de pesos. Se trata de fondos que provienen de lo recaudado por las multas de estacionamiento medido, fotomultas, derechos de cartelería, transferencias de vehículos, DREI y aportes del fisco, según cifras oficiales difundidas por el municipio.
Esta cifra representa cuatro veces más con respecto a lo que se invertía en 2023 que oscilaba entre dos mil y tres mil millones de pesos. Es decir, que se trata de un esfuerzo económico de relevancia para la ciudad.
El caso de Rosario es similar al de otras localidades de la provincia de Santa Fe que vienen siendo acompañadas por ayuda financiera de la Provincia, pero que no evita que el costo del boleto vaya sufriendo incrementos.
Por ejemplo, en el caso de Rosario, el último estudio de costos del Ente de la Movilidad arrojó una tarifa "técnica" de más de 1.400 pesos, cuando los pasajeros pagan en la actualidad 940 pesos y septiembre abre el interrogante sobre una nueva actualización.
Buscando alternativas
La problemática afecta tanto a Santa Fe como a otras provincias del país que vienen interviniendo de la forma en que pueden. Por eso, se conformó la Red Federal de Intendentes, que mantiene reuniones periódicamente para hacer causa común.
Uno de los logros de esta red fue generar que ingrese a la Cámara de Diputados de la Nación de un proyecto consensuado entre las principales ciudades del interior que apunta a redistribuir la alícuota a los combustibles, que hoy van derecho a las arcas nacionales.
De los casi 7 mil pesos que por este impuesto se recaudan por cada tanque lleno en las estaciones de servicio de la ciudad debería regresar en subsidios para apuntalar los colectivos.
Con el retiro de los fondos a Capital Federal, el traspaso de 31 líneas a CABA y la quita en todo el país, a excepción de los interjurisdisccionales entre porteños y bonaerenses, las administraciones municipales y provinciales tuvieron que ir a un plan de salvataje.