Arbolito: 25 años de historia y una identidad inquebrantable
Arbolito nació en Avellaneda, Buenos Aires, en 1997. Desde su origen, este proyecto musical se caracterizó por su estilo ecléctico, la fusión de músicas folclóricas de la región con ritmos que, a pesar de que no son oriundos de Argentina, poseen amplia difusión en su territorio. A la vez, la banda tiene su sello en las letras con fuerte contenido social. En la actualidad, la banda no solamente se encuentra en pleno festejo por los 25 años de trayectoria, sino que también está en proceso de grabación de un nuevo disco. Sobre eso y respecto a los proyectos de la banda, el guitarrista y cantante Ezequiel Jusid dialogó con este medio.
“Somos los mismos”
Por esas vueltas de la Argentina, Arbolito dio sus primeros pasos en medio de un escenario social muy complejo. Y un cuarto de siglo después, esas dificultades están también presentes, más allá de los matices. “En aquel momento fuimos parte, como los pibes que éramos de un movimiento o una revolución cultural que nos hizo cambiar la cabeza. Éramos muchos que salíamos a la calle con la certeza de que las cosas se podían cambiar. Fue un momento hermoso de arte, de música, de teatro callejero. En todos lados había movimientos, gente manifestándose de cualquier manera, ganas de cambiar las cosas”, explicó Jusid.
Para el guitarrista y cantante esa efervescencia de fines de los ‘90 derivó con el tiempo en una sociedad que hoy está más organizada en muchos aspectos. “Son otros los que están haciendo otro tipo de revolución. Me refiero a las mujeres y a los pibes más jóvenes. Son otros tiempos, pero musicalmente tratamos de respetar lo que somos, donde queremos estar y qué queremos decir. De hecho, estamos grabando un disco nuevo, que es una de las cosas que quisimos hacer para celebrar nuestros 25 años, una forma de decir ‘acá estamos’”, aseguró Ezequiel. Y el título del primer tema del disco que se difundió, le da sustancia a sus palabras: “Indestructible”.
La coherencia surgida de un profundo autoconocimiento es lo que, en la visión de Jusid, guió el trabajo de Arbolito a lo largo de los años. “Al principio salíamos a la calle para tocar en asambleas, cortes, escuelas y en movimientos de desocupados. El camino que hicimos nos llevó al Luna Park y a Cosquín, pero siempre con la misma identidad y el mismo mensaje. Hoy también. Es un mundo distinto al de 1997, pero tampoco es tan distinto. Hay cosas que no han cambiado. Seguimos siendo coherentes con nosotros mismos, cantando lo que queremos y sentimos. Por supuesto, somos personas que evolucionamos en 25 años. Pasaron familias, hijos, gobiernos, quilombos varios, pero somos los mismos. Podemos hacer fechas grandes y al otro día tocar en una plaza”, manifestó Jusid.
Amigos del camino
Poder celebrar 25 años de vida es para los integrantes de Arbolito un motivo de alegría, sobre todo por lo que cuesta en un país con las características de Argentina sostener una proyecto durante tanto tiempo. “Y cuando vas creciendo, más todavía, porque tenés otras prioridades vitales. Cuando tenés 20 años, te vas de gira tres meses comiendo arroz, no te importa nada. Ahora, en cada paso que das tenés que pensar también en la familia y en otro montón de cosas. Pero somos esto y lo tenemos claro. Por eso después de tantos años la gente nos viene a ver y pasan cosas muy lindas en los recitales. Son encuentros, más allá de la música. Somos un montón de personas que queremos estar en el mismo lugar”, remarcó Jusid en su charla con este medio.
Otro aspecto sobre el que los músicos de Arbolito ponen énfasis a la hora de repasar la historia, tiene que ver con la posibilidad de compartir con referentes de la música nacional como Liliana Herrero, Peteco Carabajal Verónica Condomí, León Gieco, Teresa Parodi y Chizzo Nápoli (La Renga). “Tuvimos el gusto y el placer de compartir escenarios o discos con gente que admiramos muchísimo, que siempre escuchamos desde abajo del escenario. La música nos dio ese gusto, el de poder generar amistades duraderas”, explicó Ezequiel. Y destacó particularmente la figura del historiador, escritor y periodista Osvaldo Bayer. “Tuvimos el privilegio de haber sido amigos de él y de poder generar cambios importantes en muchos lugares. Son cosas que nos esperábamos y trascienden el camino musical”, indicó.
Una puerta a la aventura
Respecto a lo que viene para la banda, Jusid señaló que por el momento la banda está focalizada en el festejo de los 25 años, que incluirá fechas en Capital Federal y Rosario para después salir hacia distintos lugares del país. “También vamos a terminar de grabar el nuevo disco, algo que llevará a nuevas aventuras. Eso es algo que aprendimos: cada vez que sale un disco se abre una puerta detrás de la cual no se sabe que va a pasar. Una vez que se liberan las canciones pasan a ser del que las quiera. La premisa es que el camino nos guíe”, cerró.