Argentina es uno de tres países que no apoyan a sus productores
Ignacio Hintermeister
El Litoral
“La cadena de carne de vaca genera más de 400 mil empleos, de los cuales 100 mil se vinculan con el circuito de exportación, es decir, es el sustento de miles de familias”.
En medio de las tensiones que genera la extensión de restricciones a la exportación de carne bovina, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina presentó un informe que evalúa las ventas argentinas al exterior en el primer semestre del año.
Sólo en el sector bovino, el país exportó en 6 meses por U$ S 1.596 millones (555,2 mil toneladas) y aportó al fisco U$ S 127,3 millones sólo en derechos de exportación.
“El 72% de las exportaciones vienen del campo. Las cadenas agroindustriales generan 7 de cada 10 dólares”, dice Fada, que calculó el total de los embarques valuados en 26.500 millones de dólares.
“Con la mitad de lo que producimos en nuestros campos nos abastecemos, el otro 50% lo vendemos al mundo”, describe Nicolle Pisani Claro, economista de FADA.
El “Monitor de Exportaciones” de las cadenas agroindustriales reseña que, a pesar del aporte sectorial decisivo, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico afirma que “nuestro país es uno de los tres del mundo, que no apoya a la producción y, según el Banco Mundial, uno de los pocos que cobra Derechos de Exportación significativos.
“La mayoría de los países no cobran o cobran poco, lo que ayuda al desarrollo de las regiones”, agrega Pisani Claro. Siguiendo a la OCDE, Argentina junto con India y Vietnam son los desincentivados, contrario a lo que pasa en países como Estados Unidos, China, países de Europa, Brasil, Canadá, entre otros.
“Según el Banco Mundial, en estos países sólo se cobra un menos del 1% en Derechos de Exportación. En Argentina se cobra entre un 15% y un 25%”.
“Exportar significa invertir, ya que toda esa cadena necesita inversiones en maquinaria, plantas, camiones y puertos. Exportar mejora la infraestructura y los servicios públicos, a partir de los impuestos que los gobiernos recaudan a cada paso de las cadenas. Con la exportación ganamos todos, porque la actividad económica, los empleos y la inversión que impulsa la exportación significan más demanda para un kiosco, una carnicería o un negocio de ropa”, explicó Pisani Claro.
Lo que “pierden” las provincias
Según los cálculos de FADA, Santa Fe aportó en seis meses al gobierno de Alberto Fernández, derechos de exportación por U$ S 803 millones de dólares por exportaciones de cereales y oleaginosas y otros U$ S 14,6 millones por embarques de carne bovina.
AFIP recaudó un total de U$ S 5.214 millones en concepto de DEX (retenciones), “de los cuales el 92,2% lo explican las cadenas agroindustriales, esto equivale a U$ S 4.808 millones. Del total, el complejo soja explicó el 76%”.
“Si se agrupan por cadenas -explica el documento- los cereales y oleaginosas explicaron el 92%, seguido por las cadenas cárnicas con un 3%, economías regionales 2%, lácteos 1% y el resto un 2%”.
Por el lado de los cereales y oleaginosas, la provincia de Buenos Aires -al pagar retenciones- pierde ingresos por U$ S 1.335 millones, Córdoba U$ S 1.197 millones, Santiago del Estero U$ S 310 millones y Entre Ríos U$ S 221 millones.
Por el lado del complejo bovino, al interior de la provincia de Buenos Aires dejan de ingresar U$ S 48,6 millones, seguidos por Córdoba U$ D 11 millones, Corrientes U$ S 10,8 millones y Entre Ríos con alrededor de U$ S 10,6 millones.
Un club de 5
En base a datos del Banco Mundial, FADA analiza la relación entre los DEX (derechos de exportación) y la recaudación tributaria nacional: de 33 países, en 25 representa menos del 1%, sólo en 5 países representa entre 15% y 25% (Argentina, Rusia, Bielorrusia, Kazajstán y las Islas Salomón). “Un dato que no es menor, es que de los países que tienen una relación DEX/recaudación más elevada, Argentina es el único que tiene un perfil agroexportador”.