Un informe elaborado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) demostró que la mujer que ofrecía una pistola 9 milímetros en un grupo de chat de la organización Revolución Federal había tomado clases de tiro y estaba en contacto con un instructor al que consultó por el precio de un “curso para una amiga”. El informe había sido ordenado por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi y se trata de un análisis de la información contenida en el teléfono celular de Lidia Margarita Casciano, a quien el referente de Revolución Federal Jonathan Morel tenía agendada como “Dali Revolución”, recordaron fuentes judiciales.
Atentado a CFK: confirman que “Dali Revolución” sabía disparar
El informe incluye fotos donde “se visualiza un arma de fuego apoyada sobre la mesa, con su retén de corredera colocado” y “junto a ella, se encuentra Casciano completando un almacén cargador”.
“En línea con lo mencionado, en la siguiente imagen, se observa de manera difuminada, la silueta de una persona -la cual podría corresponder a la mencionada anteriormente- empuñando un arma”, se detalló.
También se encontró una foto en la que “se la observa colocada junto a un blanco de prueba, en donde se visualizan diversos impactos de arma de fuego”. Algunas de esas imágenes habían sido publicadas por la propia imputada en la red social Facebook, según pudo constatar esta agencia.
Entre los elementos encontrados en el celular de Casciano, una mujer de más de 60 años, también se encontraron charlas con un instructor de tiro al que le consulta precios para “una amiga” y una conversación con una persona a la que le dice que solo se cruzó alguna vez con Revolución Federal en la Quinta de Olivos.
La mujer, sin embargo, formaba parte de un grupo de chat llamado “Revolución Grupo” y tenía en su teléfono imágenes de otras manifestaciones convocadas o de las que había participado Revolución Federal.
El teléfono había sido secuestrado el mismo día en el que la Justicia federal ordenó allanar su casa luego de detectar que había ofrecido, en reiteradas oportunidades, una pistola nueve milímetros en un chat de Revolución Federal: ese día también fue hallada y secuestrada la pistola.
La pistola fue secuestrada junto con una caja de unas 50 balas; mientras que fuentes de la investigación señalaron que “Dali” estaba registrada como legítima usuaria del arma y que figura entre los papeles quién fue su instructor de tiro, según pudo reconstruir esta agencia.
En ese expediente fueron detectados los mensajes en los que la persona identificada como “Dali Revolución” ofrecía una pistola “9 mm” para la realización de una “actividad bala” (sic).
Ante el hallazgo, el fiscal Pollicita había requerido, en su momento, que se le impusiera al expediente el secreto de sumario y que se realizaran medidas de prueba para avanzar sobre esa pista.
Cuando pidieron profundizar esta pista, los letrados que representan a la querella de la Vicepresidenta, Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira, aseguraron que “el cúmulo de pruebas producidas parece indicar” que los hechos por los que se investiga a Revolución Federal podrían ir más lejos que la incitación a la violencia y que podría haber más personas involucradas.
Los mensajes emitidos por “Dali Revolución” y hallados en los peritajes tecnológicos realizados sobre los dispositivos de Morel son cuatro:
– El 22 de julio de 2022, “Dali Revolución” respondió a un video identificado como “Manifestantes autoconvocados amenazaron de muerte a Cristina Kirchner”, con el mensaje: “Lo que fue agresivo fue el mensaje de amenaza de muerte (…) Que no es una mala idea tengo una 9 mm cualquier cosa me avisan”.
– El 22 de julio, tras una convocatoria de Sabrina Basile a “defender al campo” en la Sociedad Rural, insistió: “Tengo una 9 mm y el mástil de la bandera y tengo fas (sic) pimienta”.
– El 25 de agosto, “Dali Revolución” reaccionó a un video compartido por Jonathan Morel, denominado “La llegada de Cristina Kirchner rodeada de militancia”, con el mensaje “Una granada ahí (…) Mi límite es la 9 mm que tengo”.
– El 27 de agosto de 2022, “Dali Revolución” le dijo a Morel: “Yo no estoy en el grupo pero contá conmigo la actividad bala tengo unas ganas de usar mi 9 mm”.
En ese ínterin, recordó la querella, se produjo la conversación en Twitter Space, en la que Morel sostuvo que, si no fuera conocida su cara para la militancia kirchnerista, se infiltraría entre aquellos que habían ido a apoyar a la Vicepresidenta a su casa en el marco de lo que fue el pedido de condena en su contra por parte del fiscal Diego Luciani en la causa Vialidad.
Eso que proponía Morel fue lo que finalmente hizo Fernando Sabag Montiel el 1 de septiembre pasado, cuando quiso asesinar a la Vicepresidenta, hecho que se investiga en otro juzgado.