Turismo
Atracciones imprescindibles y experiencias culturales en un fin de semana porteño
Desde el Jardín Japonés hasta el tango en la Usina del Arte, pasando por teatros y bares únicos, se puede disfrutar de vivencias inolvidables en la vibrante capital argentina.
(Por Lorena Vincenty) - El avión sube y se mete en el cielo de la Patagonia. Una hora y 40 minutos después, el comandante de abordo anuncia que comenzará a descender en Buenos Aires. Desde la ventanilla empañada se ve el gran Río de La Plata y la ciudad inmensa. Los edificios altos, los parques amplios, para los que llegan desde el interior todo es gigante. Salir de Aeroparque y meterse en las calles de la ciudad es como pasar las páginas de un libro extenso y atrapante. Comienzan a asomar sus aristas, gente que camina y conversa en todos los idiomas, con todas las tonadas, el latido moderno de sus bares, las avenidas eternas. Asados, tangos, pasado, presente y futuro en una ciudad fascinante.
Vacacionar en Buenos Aires es una invitación a hacer eso que más te gusta. Es creativa, y su movimiento permanente la vuelve maravillosamente viva. Dos días, tres, una semana de estadía, no importa cuánto te quedes, siempre hay un plan diferente, si sos futbolero, amante de la música, de la historia, del teatro, de la religión, de lo que sea.
Jardín Japonés, primer paso
Para comenzar, un clásico. Entrar al Jardín Japonés es una pausa de ciudad. Allí Sergio Miyagi, encargado de prensa del Jardín Japonés recibe a los visitantes y cuenta que sus abuelos llegaron a Argentina y pusieron una tintorería, que su papá enseñó artes marciales en Tokio, pero lo suyo no es encerar, ni pulir, “papá es el verdadero Miyagi, yo soy el Miyagi de los asados”, bromea el hombre de rasgos japoneses, pero más porteño que el tango.
Empieza a caminar por ese lugar, todo está prolijo y relata una historia apasionante.
Japón está muy lejos de Buenos Aires, pero dice que hay un Jardín Japonés como legado de amistad entre los dos países. Siempre son complemento de templos, castillos o monasterios, están adelante o atrás de estos, pero en este caso, está solo, y es raro verlo así. Según Nat Geo es el jardín público más grande del mundo.
“Vamos”, sugiere Sergio y comienza a caminar en zigzag, un puente muy singular llamado yatsu-hashi, o “puente de las decisiones. Es una plataforma, casi al ras del agua, que según la tradición se debe atravesar antes de tomar una decisión de peso en la vida. “El puente conduce a la isla de los remedios milagrosos”, relata el hombre por la pasarela sobre el lago, y los peces de colores, carpas koi, parecen tirar besos desde el agua.
Los caminos están rodeados de flores y árboles, tanto autóctonos como orientales: bambúes, cerezos, ginko bilobas, pinos y plantas japonesas como el acer palmatum y las azaleas. Hay árboles bonsai y al pasar por un puente curvo de color rojo, denominado taiko-bashi, se llega a la “isla de los dioses y los tesoros”.
Entrar al Jardín Japonés es una pausa de ciudad.
“El público se mimetiza con el ambiente, es increíble lo que transmite el jardín. Siempre decimos que es un oasis de paz y tranquilidad en medio de la ciudad, y es así, a pesar de que tenemos Aeroparque cerca, estamos rodeados de avenidas ruidosas”, relata mientras se espanta los cientos de mosquitos, que parecen no tenerle miedo al frío.
Hay un Chashitsu (casa de té), una sala de arte, un restaurante de cocina japonesa, un vivero donde se pueden comprar plantas (bonsai) y alimento para los peces del lago; y una tienda con artesanías japonesas. Abrir una galleta de la fortuna a la costa del lago es el próximo paso antes de ir a almorzar.
En el restaurante la comida japonesa y un sushi exquisito son parte de la experiencia. Un grupo de turistas brasileros prueban los sabores del lugar con alegría. Sergio se comienza a despedir y antes de partir anticipa que están por florecer las sakuras, ese árbol japonés que en invierno pinta de rosa el lugar. “Su llegada es un acontecimiento que se festeja en Japón con la celebración. Amigos y la familia toman sake, cantan y bailan debajo de los árboles. En el esplendor de su floración, las flores comienzan a caer y son un símbolo de la felicidad efímera y fugaz de la vida”, dice.
A la noche, al teatro
La ciudad promete entretenimiento, alta cultura y propuestas que te llevan más allá del disfrute. Si te gusta el teatro, los días en capital son una oportunidad para ver a los mejores actores del país sobre las tablas. Una caminata nocturna, la foto frente al Obelisco y avanzar por Avenida Corrientes, con sus espectáculos, luces y las figuras en las marquesinas, es un plan que te lleva del drama, a la comedia. Lo más difícil será elegir una obra, entre tantas ofertas.
El centro Cultural San Martín (@elsanmartinctba) con su mística pluralista y multicultural, cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura en todas sus actividades y ofrece contenidos de excelencia a precios más bajos. Allí, hay experiencias en teatro, danza, música, cine, literatura y pegado sobre el vidrio frío está el cartel de Cyrano, que con su nariz gigante, seduce.
La ciudad promete entretenimiento, alta cultura y propuestas que te llevan más allá del disfrute.
Una vez en las butacas de la Sala Martín Coronado, el actor Gabriel Goity encabeza el numeroso elenco de esta versión de la clásica pieza de Edmond Rostand que refleja a un amor que desafía las apariencias. Durante 180 minutos, se mueve sobre el escenario con una habilidad que conmueve, la presentación de cada acto, el vestuario exquisito, la escenografía, la iluminación, todo conduce al París del siglo XVII. Una experiencia estética, a precios accesibles, que al final la gente celebró en un aplauso interminable.
Salir a comer: Sbarro
Al cruzar la puerta de salida del teatro, es hora de la cena. Sobre la calle hay diferentes propuestas, pero en este caso, la elección es pizzas de estilo neoyorkina en una de las mayores cadenas de pizzas del mundo.
Porciones gigantes de pizzas, como las que aparecen en las películas de Estados Unidos, unos tragos para compartir y algún delicioso postre, mientras se analiza la obra entre risas con amigos, es una gran forma de cerrar el día. (https://sbarronyc.ar/)
Porciones gigantes de pizzas, como las que aparecen en las películas de Estados Unidos, unos tragos para compartir y algún delicioso postre.
Abra Cultural: el almuerzo
Para arrancar el segundo día, hay un lugar que celebra la cultura, con cocina mediterránea. Al pasar la fachada vidriada el enorme restaurante su arquitectura del siglo XIX con algunos detalles modernos y muchas obras de arte, acoge a los comensales.
A sólo una cuadra de la avenida 9 de Julio al traspasar la puerta, el bullicio de la calle queda en el olvido y el lugar esconde sorpresas, como una galería de arte, una biblioteca y un auditorio. En redes: @abracultural.
El lugar esconde sorpresas, como una galería de arte, una biblioteca y un auditorio.
Usina del Arte y tango
Algunos dicen que viajar a Buenos Aires y no ver bailar a una pareja de tango es como no haber pisado suelo porteño, tal vez no es así, pero si tenés ganas de vivirlo, en la ciudad hay una gran variedad de opciones y diversas maneras de ver o escuchar tango.
Shows con bailarines diseñados para turistas , tradicionales tanguerías con orquestas en vivo, milongas al aire libre. La segunda noche la búsqueda del tango conduce a la Usina del Arte, donde se presenta la Orquesta del Tango de la Ciudad junto a los bailarines, Suyay Quiroga y Jonny Carvajal, campeones de la Ciudad de Buenos Aires y Campeones Mundiales de Tango de Pista 2023.
Al llegar a La Usina, en el barrio de La Boca, comienza un viaje en el tiempo. A principios del siglo XX, allí funcionaba la compañía Ítalo Argentina de Electricidad, construida en 1916. Es un icono arquitectónico de la Ciudad que se convirtió en un multiespacio con una variada programación cultural.
Al llegar a La Usina, en el barrio de La Boca, comienza un viaje en el tiempo.
Allí cada día hay propuestas gratuitas en música, danza, artes visuales, gastronomía para toda la familia. Los que tienen niños pequeños encuentran lugares para que jueguen lejos de las pantallas y cerca del arte. Los más grandes, pueden ver a artistas con experiencia, como esta noche en que el auditorio, lleno de personas de diferentes edades, y ciudades disfrutaban del tango.
Despedida en Nápoles Bar
Más que un restaurante, este lugar es una creación de un referente del mundo de las antigüedades. Un bar gigante, de unos 2000 metros cuadrados, que alberga en su interior enormes antigüedades: desde mascarones de proa hasta viejos autos de carrera y réplicas de los guerreros de terracota.
Es una mezcla perfecta de bar y anticuario que llegó a atraer a estrellas como los Rolling Stones, los Guns N’ Roses, Miley Cyrus o Matt Damon. El emprendimiento es de Gabriel del Campo, un anticuario argentino que es uno de los mayores exponentes del país en el ámbito y cuenta con siete depósitos con reliquias de todo tipo.
Es una mezcla perfecta de bar y anticuario que llegó a atraer a estrellas como los Rolling Stones, los Guns N’ Roses, Miley Cyrus o Matt Damon
El bar Nápoles está ubicado en Av. Caseros al 449.
Fin de semana largo de junio en Buenos Aires
El jueves 20 de junio se celebrará un nuevo fin de semana extralargo en todo el país, como consecuencia del feriado del Día de la Bandera. En ese marco, la Ciudad de Buenos Aires dispondrá de una amplia agenda de propuestas turísticas para que los visitantes nacionales e internacionales
Más información Ente de Turismo de Buenos Aires.
(este artículo fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica bajo el programa Periodismo Humano)