Revictimización tras una mala praxis
Bautista, el niño venadense que quedó ciego, “condenado” a una indemnización irrisoria
En 2006, el sietemesino sufrió una retinopatía del prematuro, que derivó en ceguera irreversible, mientras estaba internado en un instituto privado. Tras casi 18 años, la Justicia dio la razón a la familia en la causa por mala praxis, tanto en primera como en segunda instancia, pero sin actualizar los intereses de la indemnización. Ahora sus padres tramitan un recurso de revisión ante la Corte Suprema de Justicia y podrían acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En los últimos días hubo novedades en el recordado caso de Bautista Córdoba, el recién nacido que, en 2006, quedó ciego en Venado Tuerto a causa de una retinopatía del prematuro grado 5. Ese mismo año, sus padres, Marisa Baumgartner e Iván Córdoba, iniciaron un juicio por mala praxis contra el profesional oftalmólogo actuante, que ganaron años después en primera y segunda instancia, e incluso se les reconoció una indemnización, aunque con los años esa suma, inflación mediante, se volvió irrisoria y hoy reclaman la correspondiente actualización.
Desde hace nueve años, la familia venadense se radicó en la ciudad rionegrina de Viedma, y en diálogo con Sur24, Marisa Baumgartner se manifestó: “Queremos dar a conocer nuestra situación porque ya confiamos en su momento en la Justicia y no logramos una respuesta justa. Hoy, en 2024, nos ofrecen una indemnización miserable en base a una sentencia con intereses bajísimos, desproporcionados, hasta el punto tal que sería nuestro hijo quien tiene que hacerse cargo del costo de la inflación en nuestro país, a causa de que el proceso judicial duró casi 18 años”.
“Ni en primera instancia ni en la Cámara obtuvimos justicia con respecto a los intereses. Ahora esperamos que la Corte Suprema santafesina lo haga accediendo a revisar el expediente. Sentimos que no hay efectiva reparación, a pesar de que reconocieron el daño causado. Tampoco descartamos llevar nuestro caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, porque observamos una responsabilidad del Estado. En este mundo, donde hay tantas injusticias, también hay mucha información, y a través de los medios conocimos el ‘caso Furlan’, donde el Estado fue considerado responsable por no garantizar justicia a un menor de edad en tiempo razonable”.
Origen del caso
Nacidos en julio de 2006, los mellizos Joaquín y Bautista, en su condición de sietemesinos, fueron internados en un instituto privado venadense (ya desaparecido), y Marisa relata los hechos desde los orígenes: “Sufrimos muchas injusticias desde el comienzo. Les hicieron un solo fondo de ojo y nunca más lo repitieron. Ahí empezó la mala praxis porque la ceguera por retinopatía del prematuro puede evitarse. En aquel momento se realizaba una fotocoagulación con láser y era la solución. Pero, en nuestro caso, nunca nadie nos informó siquiera de esos riesgos o en qué situación se encontraban los chicos. Sólo les dieron el alta luego de un mes de internados, cuando llegaron a los dos kilos, y nos enviaron a casa. Pasó un mes y nos dimos cuenta de que algo no funcionaba bien con los ojos de uno de los mellizos (Bautista) y fuimos al pediatra, quien nos derivó al oftalmólogo que los había atendido en el instituto”.
Este profesional, en su clínica, “nos dijo que era una catarata muy avanzada, y que vayamos a Buenos Aires, porque él se había formado allí, aunque se lo veía nervioso, como sabiendo algo más de lo que nos contaba. Entonces le hicimos el pedido de la derivación y la descripción de la patología, ya que nunca habíamos ido al Hospital Garrahan y desconocíamos cómo manejarnos”.
“Desde el comienzo nos manipularon y nunca nos dijeron la verdad. No nos dieron la posibilidad de hacer algo más por nuestro hijo. En el Garrahan nos dijeron que la patología no era cataratas, como erróneamente había escrito el médico venadense. Y también que ya no era operable. Pensé, entonces, que usaría anteojos y lo imaginé tan chiquito y con anteojos, pero los especialistas subrayaron que ya era tarde, que la retinopatía del prematuro había llegado al último estadio, el quinto, el de la ceguera irreversible. Hasta el estadio cuarto se podría haber operado y debieran haberlo hecho en ese mes que estuvo internado en Venado. Hoy la ceguera por retinopatía del prematuro se corrige sólo con unas gotitas mientras permanecen en la incubadora”, detalló Baumgartner.
También Joaquín sufrió secuelas de la misma afección, ya que perdió casi toda la visión en el ojo izquierdo. A diferencia de Bautista, su retina se formó, pero con un pliegue que le obstruyó gran parte de la visión en ese ojo, y tiempo atrás su oftalmóloga lo confirmó, ya que aún tiene las cicatrices en la retina.
La batalla legal
Comenzaron el juicio en ese mismo año 2006, impulsados por un amigo, ya que ellos estaban muy dolidos y no tenían voluntad de recurrir a la Justicia, sabiendo que ya nada devolvería la vista a su hijo. Sin embargo, los convencieron con el argumento de que, algún día, Bautista les preguntaría qué habían hecho contra quien lo dejó en esa condición, y entonces tomaron contacto con el abogado venadense Arsenio Domínguez para el patrocinio.
El primer gran escollo fue conseguir un delegado técnico (perito de parte), rol que ni siquiera aceptó asumir una reconocida oftalmóloga rosarina que se especializaba en ceguera por retinopatía de prematuro y controlaba a Bautista cada seis meses. “Nadie quería ir contra un colega”, simplificó Marisa. En consecuencia, “asistimos al Instituto Médico Legal a la pericia médica, sin delegado técnico y, para nuestra sorpresa, allí nos encontramos con nuestro demandado y su delegada técnica, que era precisamente la misma profesional que atendía a Bautista en Rosario”.
Tras este impactante momento, “al regresar a Venado Tuerto escribí una nota al juez de la causa explicándole lo ocurrido y presentando pruebas de que esta oftalmóloga había atendido a mis hijos durante años, y enseguida corrió traslado para que expusieran el motivo de haber elegido esta persona como delegada técnica del demandado, siendo que era médica de la víctima”.
“Todo, absolutamente todo, fue una burla. Quisieron ubicarnos como culpables por no haber tratado a tiempo a nuestros hijos y la verdad es que le hacíamos anotar cada control al médico como seguimiento, por lo tanto, todo sirvió como prueba. Y así fue que obtuvimos la primera sentencia favorable (en el juicio contra el médico) en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la 2° Nominación de Venado Tuerto, a cargo del Dr. Federico Bertram, en 2018; luego pasó a la Cámara de Apelaciones de Rosario, siendo revisado el fallo por cinco jueces, quienes también resolvieron a favor el 30 de octubre del año pasado. Pero lo insólito es que ya habían transcurrido 17 años, y sabiendo de la inflación endémica de nuestro país, nunca corrigieron los intereses”, lamentó la madre de los mellizos que en este 2024 cursarán el último año de la secundaria.
El fallo judicial, en su punto 5, establece, en lo que hace al interés aplicable a los montos indemnizatorios establecidos, un mix entre tasa activa y pasiva sumada del Banco de la Nación Argentina, a partir del 10 de noviembre de 2006. Sin embargo, explicó Baumgartner que “hoy ya no se suman los intereses en las sentencias, debido a la gran inestabilidad económica del país. Por eso nuestro pedido de que la Corte revise esos intereses y que sean capitalizados y no sumados” y agregó que, según la estimación de sus asesores en lo legal y contable, “apenas nos están ofreciendo un 10% del monto que se ajustaría a la razonabilidad”.
Empezar de nuevo
“Ante tanta injusticia, impericia, destrato y desamparo, en 2015 nos mudamos a Viedma para comenzar de nuevo. Era un lugar donde ya vivía mi cuñado y donde habíamos ido de vacaciones. Nos gustó porque era una ciudad más tranquila, a orillas del río Negro y muy cerca del mar. Sentíamos que era un buen ambiente para empezar de nuevo, ya que lo que había ocurrido con Bautista resultó muy traumático para toda la familia”, reveló la profesora de Inglés.
Además, en Viedma había una asociación para personas con problemas de visión que brindaba atención y estimulación. “Allí Bautista comenzó a aprender orientación y movilidad (usar el bastón), actividades de la vida diaria y la verdad es que por primera vez sentíamos que nos contenían, que alguien nos veía", remarcó Marisa, jugando con las palabras.
Además de Iván y Marisa, y los mellizos de 17 años de edad, la hermana mayor, Milagros, de 20 años, estudia en Rosario, muy cerca del resto de la parentela materna, radicada en Venado Tuerto, y de la paterna, en Berabevú.
Con una familia muy presente desde siempre, Bautista contó con todas las herramientas posibles para aliviar su discapacidad y disfrutar de una integración que los tuvo a sus papás Marisa e Iván, y al mellizo Joaquín, como los principales baluartes. A modo de ejemplo, orgullosa, la madre contó que Joaquín hace canotaje a nivel competitivo y, por efecto contagio, Bautista comenzó este año en la práctica de la actividad, ya que en la última Regata Internacional del Río Negro -de la que Joaquín participó- conoció a un palista ciego, se entusiasmó y decidió sumarse a la especialidad.
¿Qué es la retinopatía del prematuro?
La retinopatía del prematuro es una enfermedad que afecta a bebés prematuros que en las incubadoras reciben oxígeno en alta concentración en sangre. “Las venitas que alimentan la retina empiezan a secarse y a generar muchas venitas alternativas para salvar esa retina. Eso se llama mala vascularización y se detecta con un fondo de ojo. No un solo fondo de ojos, sino sucesivos fondos de ojo, ya que fueron prematuros y recibieron oxígeno. Todo bebé que nace prematuro y recibe oxígeno, tiene riesgos de padecer retinopatía del prematuro”, explicó la madre de Bautista.
“En este caso, la ceguera pudo evitarse mediante controles semanales para observar el avance o no de esa mala vascularización, y llegado a un estadio avanzado de la enfermedad, debieron avisarnos para proceder a la fotocoagulación con láser y solucionar el tema. Nunca repitieron el control de fondo de ojos y llegó al estadio 5 sin que nadie nos informara nada”, completó.