Otro efecto de la licuadora
Brusca caída de los depósitos y préstamos bancarios
Con las tasas corriendo por debajo de la inflación y los pesos escasos en los bolsillos, los ahorristas tienen cada vez menos recursos en el sistema financiero formal.
En marzo, el plan de licuación y la persistente recesión exacerbaron aún más la caída de los depósitos en pesos y los préstamos locales. Ambos experimentaron una disminución cercana al 40% en términos reales en comparación con el mismo período del año anterior.
Según los datos proporcionados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), los depósitos totales en pesos del sector privado aumentaron un 7,9% respecto al mes anterior. Sin embargo, ajustando este crecimiento a una estimación de inflación cercana al 12%, como sugieren diversas consultoras, se evidencia una caída mensual del 3,6% en términos reales.
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Esta tendencia negativa se mantuvo durante ocho meses consecutivos, acumulando en los últimos doce meses un declive del 39% en términos reales. Esto se debe a la estrategia oficial de reducir la cantidad de pesos en circulación en preparación para una eventual apertura del control de cambios.
Con el objetivo de minimizar el pasivo remunerado del Banco Central, vinculado principalmente a los depósitos de los argentinos, especialmente los plazos fijos de individuos y empresas, se llevó a cabo un ciclo de reducción de tasas de interés, incluso alcanzando niveles negativos, con el fin de mitigar el poder adquisitivo del dinero en un contexto de inflación elevada.
A pesar de la continuación de esta tendencia a la baja, el mes pasado se observó un repunte en los depósitos a plazo, con un aumento del 18,3% respecto al mes anterior, lo que equivale a un incremento del 5,6% en términos reales. Este aumento podría atribuirse a una disminución menos pronunciada de la tasa efectiva mensual (TEM) en marzo, en comparación con meses anteriores, cuando la inflación aún superaba el 20%.
Sin embargo, esta recuperación no logra compensar las pérdidas acumuladas, con un desplome del 58,5% en términos reales en la medición interanual. A pesar de cierta mejora en los depósitos a plazo, el stock total, medido en términos reales, disminuyó en un 43% desde noviembre, alcanzando niveles observados hace más de dos décadas, mientras que el plazo promedio continúa reduciéndose, llegando apenas a 53 días.
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Por otro lado, la caída mensual se explica en gran parte por el retroceso significativo del 9,2% en los depósitos en cuentas corrientes, que muestran una disminución del 29,3% en los últimos doce meses. Se espera que esta tendencia continúe, con los fondos money market, los plazos fijos a corto plazo y el dólar como los destinos más probables.
En contraste, los depósitos privados en dólares aumentaron un 2,9% en marzo, alcanzando un total de u$s16.903 millones, marcando el quinto repunte consecutivo.
Créditos
Los préstamos en pesos cayeron por quinto mes consecutivo, afectando todas las categorías. En comparación con febrero, la disminución fue del 5,9% ajustado por inflación, y en términos interanuales, alcanzó el 37,5%.
En lo que respecta a las empresas, tanto para el descuento de documentos como para los adelantos, la reducción fue del 4,1% mensual en términos reales. Estos préstamos acumulan una disminución del 31,5% en comparación con el año anterior.
Sin embargo, la caída fue aún más pronunciada en el financiamiento al consumo, con una disminución del 6,4% ajustado por inflación. Esto ocurre en un contexto de significativa erosión del poder adquisitivo de los ingresos, y la caída interanual se aceleró hasta el 39,3%. Durante marzo, las transacciones con tarjetas de crédito disminuyeron un 7,7% en términos reales, mientras que los préstamos personales descendieron un 3,1%.
Asimismo, se registraron fuertes retrocesos en los créditos hipotecarios (11,1% mensual en términos reales) y los prendarios (4,9%). En conjunto, los préstamos respaldados con garantía real se desplomaron un 53,2% interanual.
Millonario reclamo industrial a las provincias
Los saldos a favor de ingresos brutos que las provincias le deben a las empresas alcanzan montos actuales equivalentes a los $54.000 millones, mientras que el 57% de los mismos son en jurisdicciones donde las empresas no tienen establecimientos.
Los datos fueron presentados en el seminario de Tributación Provincial que realizó la Unión Industrial Argentina (UIA) y surgen de una encuesta sobre presión tributaria realizada a más de 100 empresas industriales. Del informe se desprende que las alícuotas efectivas de ingresos brutos se acercan al 4% en todo el país, cuando debería ser de un máximo de 1,5%.
Las empresas encuestadas indicaron que más del 10% considera irrecuperables los saldos a favor de IIBB mientras que el 40% estima que la devolución de los saldos demora hasta un año. Por otro lado, el 77% de los encuestados aseguró que solicitaron la devolución o reintegro de los saldos a favor y no lograron conseguirlo.
Durante la apertura, el director ejecutivo de la UIA, Diego Coatz, indicó que "los temas tributarios e impositivos son clave para la industria porque determinan las posibilidades de cada sector en su competencia. Una excesiva presión puede dejarte fuera de los mercados externos y con dificultades en los mercados internos".
Coatz aseguró que "la UIA tiene dos agendas: la de aliviar la presión impositiva y la de promover la simplificación tributaria, donde proponemos varias acciones que redundan en bajar 1% la carga fiscal nacional y subnacional a partir de la mejora de los procesos y la burocracia, mejorando la ecuación para las empresas sin impacto fiscal".
Por su parte, Carlos Abeledo, presidente del departamento de Política Tributaria de la UIA, señaló que "hace unos años no teníamos los temas de tasas e impuestos municipales y provinciales al tope de las preocupaciones de las industrias, pero hoy se han convertido en un problema enorme".
En el evento, el titular de la comisión arbitral, Luis María Capellano, anunció el fortalecimiento del sistema de gestión consolidada de ingresos brutos lo que permitirá establecer algunas de las mejoras que desde la UIA se han promovido: calendario único de vencimiento, padrón único entre las jurisdicciones para evitar la superposición de los regímenes de recaudación y percepción, publicación de coeficientes unificados e incorporación de nuevos métodos de pago.
Durante el cierre del encuentro, el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, alertó que "los saldos a favor absorben capital de trabajo, incrementan los costos financieros y se transforman en un obstáculo para que el sector productivo despliegue todo su potencial".
Funes de Rioja concluyó que "Argentina necesita diseñar un sistema tributario que compatibilice los esfuerzos contributivos del sector industrial con la simplificación administrativa, la previsibilidad y la transparencia". En el encuentro participaron autoridades tributarias de todo el país como Cristian Girard (ARBA), Walter D'Angela (AGIP), Daniela Bosco (API Santa Fe), Sebastián Perlati (DGR Córdoba), Alejandro Donati (ATM Mendoza) y Fabian Boleas (DGR Corrientes).
Además, el evento contó con la exposición de Luis María Capellano, presidente de la Comisión Arbitral y Rodolfo Vargas Arizu, ministro de Producción de Mendoza.