Cande se egresó en Canea y su familia lo celebró con una gran caravana
Un momento muy emotivo se vivió este miércoles en la Escuela Especial N° 1206 “Canea”, cuando Candela López, una niña de 14 años que tiene parálisis cerebral y motriz, llegó a la institución, como lo hace desde que tenía 3 años, pero esta vez para despedirse de sus amigos, docentes y profesionales que la acompañaron en este camino.
Cande arribó al edificio escolar junto a su familia y allegados que armaron una caravana por las calles de Venado Tuerto siguiendo el transporte escolar que había sido adornado y decorado especialmente para que asista a su último día del nivel primario. Las lágrimas no pudieron contenerse, tanto por parte de la niña como como de todos los que conforman la institución, ya que fueron 11 años juntos.
Muy emocionada, Romina López, mamá de Cande expresó: “Canea es una institución maravillosa, donde nosotros encontramos muchísimo amor, atención y comprensión. Si bien en su momento fue muy difícil el desapego, porque Cande era muy chiquita, tenia apenas 3 años y medio y hasta entonces siempre estaba conmigo, con el correr del tiempo se acostumbró mucho a estar ahí, a encontrarse con sus compañeros y con las docentes, a quienes le tenemos un gran cariño”.
Seguidamente aseguró que “todos estos años que mi hija estuvo en Canea fueron increíbles y siempre digo que me encantaría que toda persona pueda conocer realmente como trabaja esta escuela. Me duele mucho que tenga que dejar de ir, porque es como nuestro segundo hogar, y la verdad aún no sabemos como vamos a seguir”.
Romina también recuerda que, en los inicios, llevaba a Cande en moto, ya que “no teníamos otro medio de transporte” y desde Canea con la ayuda de la asistente social lograron que la pase a buscar el transporte municipal, “con gente muy buena como el Tata que es el chofer y Clau que es la acompañante; desde que se sube a la trafic con su silla, mi hija está protegida, acompañada y contenida”.
“Agradezco a cada uno de los profesionales que trabajan en esta institución. Me emociona muchísimo porque es el primer lugar en el que nos sentimos contenida y donde deposité toda mi confianza para que mi hija esté acompañada”, concluyó.
Primer día de clases, 11 años atrás. Cande junto a su mamá Romina. Foto: Gentileza.