Casi 2 mil millones de dólares en riesgo si faltara fertilizante
Las importaciones de urea en lo que va del año muestran una caída del 12% en cantidades, mientras las toneladas importadas de MAP (fosfato monoamónico) cayeron más de un 7%, respecto del año pasado, pese a las medidas cambiarias que aceleraron el ingreso de estos insumos al país a partir de abril. Se trata de las dos posiciones arancelarias que en 2021 explicaron el 60% de las importaciones de fertilizantes por parte de Argentina.
El dato se incluye en un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde se advierte que ante problemas de abastecimiento de estos nutrientes, la exportaciones de maíz en la próxima campaña podrían recortarse casi u$s 2.000 millones.
El informe indica que la demanda creciente de fertilizantes, acompañado de subas de precios internacionales, más la parada técnica de la planta de Profertil en Bahía Blanca, llevaron a un récord de importación en 2021. El año pasado las importaciones de fertilizantes se ubicaron en 4,5 Mt, valuadas en US$ 2.279 millones, creciendo un 13% en volumen y un 103% en valor importado.
Cuando se dio el desenlace bélico de la crisis ruso-ucraniana a finales de febrero, Argentina ya llevaba demoras en su provisión de fertilizantes, importando escasísimas cantidades entre enero y marzo del 2022, en un marco de precios internacionales con importantes alzas.
Sin embargo, la propia necesidad de fertilización y las mejoras en el acceso al mercado de cambios para fertilizantes les devolvieron ritmo a las importaciones a partir de abril. Si bien los precios mostraron bajas luego de sus máximos, este año se importó en mayo con precios CIF entre un 106% y un 157% mayores que en 2021. Aún así, “las importaciones de urea en lo que va del año muestran una caída del 12% en cantidades, mientras las toneladas importadas de MAP cayeron más de un 7%”.
Pese a que “los fertilizantes están lejos de ser un factor de presión para la balanza de pagos argentina”, la Bolsa rosarina advierte: “es en este marco donde estimamos que potenciales caídas en la aplicación de fertilizantes podrían llevar a pérdidas exportadoras por cercanas a los US$ 1.794 millones para el maíz argentino”.
“Los fertilizantes emergen como insumos fundamentales para apuntalar el comercio exterior y el abastecimiento interno de nuestro país. Asegurar su provisión es aún más importante en un contexto dónde se propone robustecer las cuentas externas argentinas”, concluyen.