Blas Cinalli, uno de los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, es el único de los ocho rugbiers que no recibió a sus padres durante el juicio ni en el Penal de Dolores. Aunque no se sabe el motivo, los que presenciaron jornadas en la sala del TOC 1 sostienen que el acusado nunca giró su cabeza para ver si había algún familiar.
Caso Báez Sosa: quién es el rugbier que nunca fue visitado por sus padres
Desde el inicio del juicio oral cada acusado tuvo la presencia, al menos una vez, de algún cercano. El caso de Cinalli demuestra la posible relación quebrantada con su entorno. Aunque se informó que su mamá está enferma y con imposibilidad de trasladarse y su papá lo abandonó de chico.
Lo llamativo del proceso judicial es que en reiteradas oportunidades se vio a los papás de Milanesi y Guarino, los jóvenes que quedaron sobreseídos de la causa por falta de mérito. Quienes estuvieron en casi todas las jornadas fueron el papá de Lucas Pertossi y el hermano o papá de Máximo Thomsen. Dichos familiares se encuentran en Dolores desde antes de las fiestas de fin de año.
Mientras transcurría el juicio los investigadores y hasta los abogados defensores de los papás de Fernando señalaron que la figura de Cinalli sería positiva para enmarcarlo en un rol menor en el crimen. Aun así, eso cambió el martes 10 de enero cuando en la sala del TOC 1 se dieron a conocer los chats entre los acusados y es allí cuando se confirmó que el joven fue parte de la golpiza a amigos de Fernando y contra la víctima, además de haber mandado aberrantes mensajes sobre el asesinato.