(Por Juan Manuel Fernández) – La insignificante aceptación entre los ganaderos que tuvo la implementación de un subsidio estatal para el engorde de hacienda en feedlots puso en evidencia la más absoluta ineficiencia en la gestión pública, cuestión que invalidó las buenas intenciones y la utilidad que hubiesen tenido los abundantes fondos que se decidió orientar para asistir al sector en medio de la sequía.
Sorpresa: de los $15.000 millones para socorrer ganaderos sólo se usaron 88
A pesar de que se ofreció subsidiar el 40% del alimento, sólo 45 de los 5.000 productores a los que pretendieron llegar las autoridades tomaron la ayuda. En lugar de compensar el engorde de 160.000 cabezas, por ahora sólo se llegaría a 4.000. Y de los casi $15.000 millones que el Estado decidió dedicar a evitar ventas forzosas de pequeños y medianos ganaderos, sólo se utilizarán $88 millones; apenas el 0,6%.
“Es una picardía que el sector ganadero pierda un impulso que hubiese sido muy merecido en función del padecimiento que tuvimos durante el último año”, señaló el director de la Cámara Argentina del Feedlot, Juan Eiras.
A su criterio, se podría haber socorrido a los productores del norte santafesino, que por la sequía se vieron obligados a vender buena parte de su hacienda. “Tuvimos entre 20 y 30 kilos menos por ternero al destete”, aseguró. Pero la demora en la reacción e implementación, volvieron obsoleta la medida.
Este lunes 26 de junio, finalmente se publicó en el Boletín Oficial (mediante la resolución 267) el listado de beneficiarios del “Programa de Fortalecimiento Productivo Argentino – Sector Bovinos (Programa en Corral)” que accederán a $5.200 mensuales por animal (con un tope de 100 cabezas) para el pago de la hotelería en feedlots durante 4 meses. El anuncio lo había hecho el ministro de Economía Sergio Massa el 13 de febrero (el 19 de enero Bahillo estuvo en Las Gamas), pero fue recién el 20 de marzo cuando se oficializó mediante una resolución.
“En realidad la demora viene desde la primavera; nosotros pedimos audiencia con Massa en agosto para explicar esta necesidad ante la seca continua; Bahillo nos recibió a fines de octubre; Massa lo anunció en febrero y se implementó en marzo; los tiempos biológicos de la ganadería son lentos, pero no podemos perder 7 meses viniendo de un año y medio de seca”, resumió el empresario.
Al respecto, consideró que “el programa hubiese tenido tal vez un efecto diferente” en diciembre y enero, cuando el pequeño y mediano productor, afectado por la seca, no tuvo más remedio que desprenderse de sus animales. “Se hubiera evitado la venta con algún tipo de ayuda”.
Por otra parte, los feedloteros le mencionaron a las autoridades que “era exagerada la ambición para el universo, como estaba planteado”, en relación a los requisitos que debían cumplir los ganaderos para acceder. Eiras consideró “insuficiente” el programa, “no por el monto sino por el mecanismo: está muy acotado quien puede ingresar; a su vez la incertidumbre fue y sigue siendo muy grande, hay que ver cuando se acredita en términos reales”.
El empresario consideró que “la cifra no está mal calculada, el trabajo técnico es coherente”, por cuanto los $5.200 mensuales por cabeza “sirven, la cuenta no está mal hecha”. Con eso, estimó, se cubre alrededor del 40% del costo de hacer 100/120 kilos de engorde.
Incluso valoró positivamente que en la partida que se consigna en la resolución 267 se liquidaron los 120 días para los beneficiarios. Un detalle importante para poder pagar al feedlot cada 15 días, como requieren las empresas que brindan hotelería.