Chiarella encabezó la apertura del V Encuentro de Ciudades Educadoras
El viernes se desarrolló en el salón “Marcos Ciani” de la Sociedad Rural el V Encuentro de Ciudades Educadoras Argentinas, del que Venado Tuerto fue sede oficial, un importante reconocimiento por sus políticas públicas educadoras en infancias y adolescencias, desde su ingreso a esta red (RACE) que nuclea a 30 ciudades de todo el país.
Durante la presentación del V Encuentro, se dirigieron a los representantes de cada localidad la directora de la Delegación Regional para América Latina de AICE (Asociación Internacional de Ciudades Educadoras), Laura Alfonso; Marina Canals Ramoneda, secretaria General de Ciudades Educadoras desde Barcelona; Luciana Bo, representante de Río Cuarto, ciudad coordinadora de RACE (Red Argentina de Ciudades Educadoras); la subsecretaria de Participación Ciudadana y Cooperación Internacional de Venado Tuerto, Sofía Galnares; y el intendente anfitrión, Leonel Chiarella.
El mandatario venadense destacó que “para nosotros es un orgullo poder ser sede de este V Encuentro Nacional de Ciudades Educadoras, porque cuando comenzamos con el gobierno, nos planteamos como uno de los objetivos que Venado Tuerto sea una ciudad protagonista y receptiva para todos los que quieran venir a visitarnos”.
Más adelante reconoció que ser parte de la RACE “nos permite frenar e incorporar como metodología de trabajo la planificación como forma de gobierno y entendemos que la educación es el motor de crecimiento y desarrollo de cualquier localidad”.
Por otra parte, Chiarella recordó que “la educación nos genera oportunidades y ese es el desafío para que no quede nadie atrás” y cerró con un deseo de que este V Encuentro de Ciudades Educadoras “sea una jornada de mucho trabajo, mucha generosidad, de muchos conocimientos compartidos que generen mejores condiciones de educación y que esa educación sea cada vez más participativa, más transversal y que genere cada vez más oportunidades y que no deje a nadie atrás”.
Gobiernos que educan
A la par del intercambio de experiencias entre ciudades (el Gobierno de Venado Tuerto presentó sus programas “Nuestros Patios Susurran para Infancias” y “Reciclar Venado”) y de las mesas de trabajo, fue seguida con mucha atención la conferencia virtual a cargo de la socióloga española Marta Martínez Muñoz sobre “El futuro de las ciudades: por unas ciudades que incluyan a niñas, niños y adolescentes”.
“Para nosotros como ciudad este encuentro fue un gran desafío, ya que fue el primero después del confinamiento. Nos pone orgullosos la elección de Venado Tuerto como sede porque confiaron en nuestro trabajo. En esta red sostenemos la visión que las ciudades educan en sus actos de gobierno”, completó Galnares.
Cabe agregar que, tras su postulación, la santafesina San Justo fue elegida por las ciudades que integran la RACE para asumir la coordinación nacional de Ciudades Educadoras.
¿Qué es Ciudades Educadoras?
La Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE) es una Asociación sin fines de lucro fundada en 1994, constituida como una estructura permanente de colaboración entre los gobiernos locales comprometidos con la Carta de Ciudades Educadoras, que es la hoja de ruta de las ciudades que la componen. Cualquier gobierno local que acepte este compromiso puede convertirse en miembro activo de la Asociación, con independencia de sus competencias administrativas. El número de miembros asciende a más de 500 ciudades de 36 países y todos los continentes.
La Ciudad Educadora es una ciudad con personalidad propia e integrada en el territorio del que forma parte. Despliega múltiples posibilidades que aportan a la formación integral de sus habitantes.
Es una ciudad que se relaciona con su entorno, con otros centros urbanos y estructura propuestas en toda la región. Su objetivo constante es aprender, intercambiar, compartir y, por lo tanto, enriquecer la vida de sus ciudadanas y ciudadanos.
Particularmente en esas ciudades, las políticas públicas con componente educativo son una vía para crear una cultura de la diversidad y la inclusión. Porque con ellas se aspira a generar cambios positivos en la manera de pensar, de sentir y de actuar de las personas y también en la manera de funcionar de las instituciones. Muchas veces para aprender es preciso “desaprender”.