Fuertes pérdidas
Chicharrita voraz: en sólo un mes se comió 6,5 millones de toneladas de maíz
"Es la primera vez desde que se efectúan estimaciones que se observa un daño tan importante por un factor no climático", indicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
De un potencial rebote ante la recuperación hídrica en los maíces tardíos y mejores rindes del temprano, las previsiones de la Bolsa de Comercio de Rosario pasaron a reflejar una fuerte caída productiva respecto de la anterior estimación. "La responsable de ese recorrido es la chicharrita, que actúa como vector de una bacteria asociada al cereal, el spiroplasma", afirmó el técnico Cristian Russo. Como resultado, de marzo a abril la estimación de producción nacional del cereal pasó de 57 a 50,5 Mt.
"Es la primera vez desde que se efectúan estimaciones que se observa un daño tan importante por un factor no climático", indicaron desde la entidad, tras la caída mensual de 6,5 Mt en la estimación de producción maicera por efecto del spiroplasma. "De hecho hace justo un año, que se recortaban, de un mes para otro, 3Mt por la ola de calor de marzo 2023", añade. Peor aún, la caída todavía no habría llegado al piso: "no es factible evaluar hasta cuánto puede terminar restándole al ciclo maicero 2023/24".
El fenómeno sigue expandiéndose y evolucionando, exhibiendo fuertes síntomas en áreas lejanas de las zonas endémicas. Por ejemplo el centro del país. "Esta enfermedad ha puesto a la producción de maíz en jaque, ya que Argentina pasó a sembrar en forma tardía el 65% del área total cultivada debido a los problemas de falta de agua".
Hace un mes esta campaña maicera tenía potencial de mejora respecto de la campaña precedente y, con la cosecha del maíz temprano mostrando mejores resultados, parecía poder superar con creces el anterior récord productivo de 52 Mt (2020/21) con las 57 Mt que se estimaron en marzo.
Al presente se estima una cosecha de 50,5 Mt, a partir de un rinde promedio nacional de 70,4 qq/ha (6,5 qq/ha menos) y 225.000 ha que se restan del área destinada a la cosecha del grano debido al efecto de la enfermedad. Con este número, la cosecha 2023/24 estaría en el quinto lugar entre las mejores producciones de maíz de Argentina, superando en 14,5 Mt por encima del malogrado ciclo anterior.
Con un avance del 22%, va tomando fuerza la cosecha maicera. El maíz de primera está mostrando en general mejores valores a los esperados, pero en tardío el daño por spiroplasma se impone.
En Córdoba los primeros ajustes por la plaga desbaratan las expectativas que había de superar los 20 Mt y restan casi 2,7 Mt y el rinde provincial se estima en 9,7 qq/ha.
En Santa Fe, la reducción se estima en más de medio millón de toneladas, pero los buenos resultados de la cosecha del maíz de primera en el sur de Santa Fe están conteniendo el daño productivo en 460.000 tn.
Un daño inédito
Hace un mes atrás se alertaba de la enfermedad, pero el alto nivel poblacional del vector, la chicharrita, es inédito incluso en las provincias en donde esta plaga lleva años instalada. El nivel de evolución que se observa semana a semana en los cultivos desconcierta. Chaco es probablemente la provincia más afectada: hasta hace un mes allí se esperaban buenos resultados.
Más allá de los reiterados controles (hasta cinco aplicaciones) y la puesta en práctica de todos los protocolos habituales que se realizan para minimizar el impacto de la plaga, que suele estar en el orden del 5% de daño como mucho, en este año el daño se disparó.
Hay localidades puntuales, como Gancedo, dónde se está dando por perdida entre el 50 al 70% del área sembrada. De lo que se está cosechando en forma adelantada, porque las cañas se quiebran y las mazorcas caen, los rindes oscilan entre 25 y 35 qq/ha, siendo en muchos casos lotes de alta tecnología. Es un escenario provincial sumamente crítico, donde se están estimando algo más de 100.000 ha perdidas y un rinde de promedio 33 qq/ha.
También hay daños de importancia en el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, áreas que un mes atrás se consideraban con posibilidades de muy buenos rindes.
En general, más del 70% de los cuadros están afectados y muestran graves síntomas. La situación empeora semana a semana y los niveles de daños oscilan fuertemente entre 50 y 70%.