De visita en Venado Tuerto
Ciancio vinculó el brote de dengue en el país con una suma de errores
La ministra de Salud criticó la “imprevisión” de la gestión Perotti y la “indefinición” del Ministerio de Salud nacional. También explicó que es tarde para garantizar la masividad de vacunas y repelentes. En cambio, convocó a controlar los vectores con responsabilidad individual y comunitaria.
La furiosa embestida del dengue, a través del mosquito Aedes aegypti como vector, atemoriza a la población de todo el país, que en varias provincias muestra cifras de contagio inquietantes, más aún con la tardanza de los fríos indispensables para atenuar la propagación. Y nadie mejor que la ministra de Salud de la provincia de Santa Fe, Silvia Ciancio, aprovechando su visita a Venado Tuerto con motivo de los actos recordatorios de la Gesta de Malvinas, en representación del gobernador Maximiliano Pullaro, para ofrecer su versión autorizada, y actualizada, sobre la delicada situación sanitaria.
“No diría que estamos en un pico, porque aún no sabemos cuál será la evolución en las próximas semanas”, resumió y agregó que “esta virosis va a seguir todo el año, con fluctuaciones en función de la temperatura, y sabiendo que la prevención es lo más importante, a través de la eliminación del vector, que es el mosquito; el 80% de la prevención de la enfermedad está ahí”, subrayó la médica oriunda de Elortondo y acotó: “En estos días se habla del uso de repelente y de la aplicación de vacunas, pero, en cierto modo, estamos llegando tarde, cuando la clave es eliminar el vector”, reforzó.
Más adelante, la funcionaria se refirió a la reciente convocatoria del gobierno nacional a las provincias, el lunes 25 de marzo, en el marco del Consejo Federal de Salud (Cofesa), que “es muy importante y la estábamos esperando”. En este sentido, tras detectar “varias indefiniciones” del Ministerio de Salud de la Nación, adelantó que “este miércoles 3 brindaremos una nueva conferencia de prensa con el gobernador (Maximiliano Pullaro)” y agregó que “estamos insistiendo con los equipos de salud y con las capacitaciones para que los pacientes acudan en un tiempo oportuno a la consulta, apenas se detecten los primeros signos de alarma, porque en ese caso es muy probable que no sufran complicaciones”.
Asimismo, Ciancio aclaró que la tasa de letalidad no difiere demasiado de otros años, pero puntualizó que “estamos muy atentos” a la evolución del brote.
Polémica vacuna
En cuanto a la vacuna contra el dengue, la ministra la definió como “un pilar más en la prevención de la enfermedad, pero no puede ser el único. Nosotros creemos que tenemos que seguir estudiando evidencias”, aseveró y recordó que “desde el inicio de la gestión sostenemos que no es oportuna la vacunación masiva, porque ya estamos en el brote y se necesitan dos dosis con un intervalo de tres meses entre una y la otra, y luego deben transcurrir al menos 20 días para generar anticuerpos”.
En cambio, consideró que “hay que evaluar qué hacer luego de la época invernal, y eso se lo planteamos al ministro (de Salud de la Nación, Mario) Russo. Queremos establecer acuerdos en el ámbito federal, porque no acompañamos la idea de que cada provincia haga lo que quiera, ya que hay una Comisión Nacional de Vacunas que está trabajando y ahí tenemos que apoyarnos”. Y alertó: “Seguramente vamos a consensuar algunos grupos de riesgo para vacunar este año, pero sabiendo que no hay una gran cantidad de dosis disponibles para adquirir en este momento; estas campañas se planifican con mucho tiempo de anticipación, cosa que no se hizo el año pasado, así que hoy tenemos que focalizarnos en eliminar el mosquito peri-domiciliario, que es una actividad individual y comunitaria; si no eliminamos los reservorios de nuestra casa donde vive el mosquito, todo lo demás que hagamos será poco”.
Por otra parte, la exdirectora regional de Salud consideró el repelente como “una fortaleza” en la estrategia preventiva y detalló que “lo estamos distribuyendo en los centros de salud como un medicamento, que no es para todo el mundo, aunque en estos meses de gestión logramos aumentar la producción de nuestro laboratorio público, que venía bastante retrasado, y para mayo próximo contaremos con una producción de repelente equivalente al 75% del total fabricado en 2023, en virtud de una decisión del gobernador Pullaro de trabajar fuerte en ese sentido”.
Imprevisión peronista
Ante una consulta de Sur24, la ministra de Salud provincial cuestionó la imprevisión de la gestión que los antecedió, porque “el año pasado no se tomaron previsiones” y en el inicio de la administración de Unidos para Cambiar Santa Fe “nos encontramos con dificultades en la compra del principio activo (de origen importado) para la fabricación (de repelentes). Ahí hallamos expedientes que en diciembre ya debían estar ejecutados y se habían trabado, y entonces llegamos tarde para conseguir los insumos que, por otra parte, tendríamos que pagar por adelantado. En principio -continuó-, como no podemos llegar a todos lados, damos prioridad en la distribución a las pacientes febriles, los casos sospechosos, las mujeres embarazadas (son las de mayor riesgo) y aquellos lugares donde hacemos bloqueos. Desde ya que quisiéramos tener más insumos para la fabricación de repelentes y estamos haciendo un enorme esfuerzo desde ahora para que el año que viene sea distinto”, destacó.
Tras mencionar que esta clase de productos, además de encarecer sus precios, escasean, dijo que “el mercado es ingobernable” y complementó que “las políticas públicas no interpretaron el dengue como un problema del sistema de salud y hoy nos encontramos en pleno brote a nivel nacional, con muchas incertidumbres y con algunas decisiones aisladas de algunas provincias que, por ejemplo, han comprado vacunas, pero que no cambian las historia, porque 20 mil dosis no alteran el escenario en este momento del desarrollo del dengue, sino que la prevención es lo que más sirve”, reforzó.
Consultada sobre la preparación del oferta de salud provincial para la atención de una demanda creciente, Ciancio dijo que “estamos trabajando en la capacitación y con el triage, que es la categorización de los pacientes, es decir que aquellos que realmente tienen signos de alarma deben ser atendidos con prioridad, o internados o derivados; los otros, que para nosotros son código verde, tienen una espera, según los últimos datos disponibles, de dos horas o dos horas y media en los efectores de las grandes ciudades, sobre todo Santa Fe y Rosario, pero lo más importante es que no ha quedado nadie sin atender”.