Cinematográfico escape develó carencias y falta de planificación
Carlos Retamal
El Mirador Provincial
Foto: Marcelo Manera
La hora 17:20 del domingo 27 de junio va a quedar grabada como el momento exacto en la que sonaron las alarmas por la fuga tal vez más escandalosa de la historia santafesina, cuando con tarea de inteligencia previa, planificación, alto poder de fuego y “coraje mal usado”, ocho reclusos de la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero huyeron ayudados por 3 personas. El cinematográfico escape destapó gran cantidad de problemas no solamente en el penal sino en todo el sistema carcelario y provocó un cruce de declaraciones de funcionarios políticos y judiciales.
Mientras los teléfonos sonaban dando el alerta por la fuga en los despachos de distintos funcionarios, un video que fue grabado por un preso develaba los tiros, el escape de sus (ex?) compañeros y el lugar de la huida, así como también el precario sistema de control imperante en el penal, que permite a un recluso poder contar con un celular para viralizar casi al instante la evasión.
Tras un largo silencio de más de 12 horas, las autoridades del gobierno santafesino convocaron a una rueda de prensa encabezada por el ministro de Gobierno, Roberto Sukerman, junto al secretario y subsecretario de Asuntos Penales y Penitenciarios, Walter Gálvez y Jorge Bortolozzi, respectivamente.
“Escalada”
El ministro Sukerman comenzó diciendo que lo ocurrido el domingo “tiene que ver con una escalada de violencia y crimen que se viene dando en la provincia de Santa Fe desde hace muchos años” y que están trabajando para revertir dicha situación.
“Nunca se dio una situación donde un grupo armado venga a querer liberar a presos. No es un tema en el cual podamos hacernos los distraídos. Tenemos que trabajar todos juntos”, agregó.
“Estamos convencidos de que vamos a poder revertir esta situación”, continuó diciendo el ministro.
“Nosotros heredamos una situación donde las cárceles que tenemos en la provincia no están preparadas para situaciones como ésta”, indicó, aludiendo a que el penal de Piñero no tiene muros de cemento sino solamente alambrados. Además, sostuvo que la carencia no es solamente en infraestructura sino también en tecnología, ya que “no hay cámaras, inhibidores (de señal) escáneres y otros elementos necesarios para poder generar condiciones de seguridad y que no sucedan este tipo de cosas”.
Y tras remarcar que con el nuevo sistema penal “creció de manera exponencial la cantidad de personas detenidas, no solamente condenadas sino también procesadas y eso implica estar siempre corriendo detrás de esa superpoblación” adelantó que se está trabajando con el gobierno nacional para avanzar en la construcción de un penal federal en Coronda “para dar respuesta a los 500 presos federales que están detenidos en cárceles provinciales”.
También adelantó que en los próximos días llegará a la provincia personal de Invap, empresa estatal de Río Negro, para dotar de tecnología de control a todas las cárceles santafesinas.
Impulsar para adelante
En tanto, Walter Gálvez, secretario de Asuntos Penitenciarios de la provincia, comenzó admitiendo que la noticia de la fuga “generó escalofríos; no podíamos entender cómo se podía llegar a cruzar la línea de tal manera que se ataque una cárcel como la de Piñero”. Y luego afirmó: “Esto no nos va a llevar para atrás. Esto nos va a impulsar para adelante. Piñero va a tener un centro de monitoreo modelo en el país porque así debe ser”.
“No puede ser que la cárcel de Piñero tenga las deficiencias estructurales que ha tenido y no se haya podido corregir en los últimos años”, apuntó, mencionando que el lugar cuenta actualmente con 2.100 detenidos, 200 de ellos considerados de alto perfil por ser cabecillas de las bandas narco criminales que en los últimos años han proliferado en Rosario y todo el sur provincial.
“Se cruzó el límite, se cruzó una raya”, agregó Gálvez, antes de anunciar que irán a fondo, sin negociar absolutamente nada para proveer a las fuerzas de seguridad de todos los elementos que sean necesarios y que “este gobierno va a construir un muro de seguridad perimetral a todo el complejo penitenciario de Piñero”.
Redireccionar las garitas
Por su parte, el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Jorge Bortolozzi, señaló: “Hemos visto aquí el grado de osadía y temeridad de estos delincuentes. Son personas mayores como el que cayó muerto finalmente. Con coraje mal usado y capacidad militar”.
Y adelantó que van a redireccionar las garitas perimetrales existentes en el penal, ya que “están proyectadas y preparadas para mirar hacia adentro, para que no se fuguen, pero no están preparadas para parapetar a un guardia y que se defienda de un ataque exterior”.
Dijo también que la cárcel de Coronda también está excedida en población. Con capacidad para 1.050 presos, alberga en la actualidad a 1.750 hombres, señalando de esta manera que la superpoblación se da en todas las unidades penitenciarias.
Y ante esto, remarcó que “el Servicio Penitenciario necesita tener cada día más un margen de discrecionalidad para que, con su conocer, saber y entender, asigne el alojamiento a los internos de acuerdo al grado de peligrosidad”.
Según Bortolozzi, uno de los presos evadidos, “Morocho” Mansilla, de quien se presume estaría detrás de toda la logística y planificación de la evasión, después del último motín registrado en Piñero fue trasladado a Coronda, pero el abogado defensor consideró que el lugar que se le iba a asignar era arbitrario e inhumano y como el Servicio Penitenciario “no podía darle una celda a medida a esta persona”, terminó donde quería estar: en Piñero, por orden judicial.
Por lo que pidió “tener libertad de darle a cada preso, a cada interno, el lugar que le corresponde”, desde el Servicio Penitenciario.
La voz de los fiscales
A las 13, los fiscales María Eugenia Iribarren, Franco Carbone y Gastón Ávila dieron detalles relacionados con la evasión, y la investigación por la fuga del complejo penal de Piñero.
La fiscal regional Iribarren señaló que desde hace años vienen reclamando cambios en el Servicio Penitenciario ya que “no hay contención como debería ocurrir”. Y que el reclamo se viene haciendo en forma reiterada a distintos órganos del Poder Ejecutivo.
“Hacemos el esfuerzo por esclarecer hechos, meterlos presos y conseguir condenas, y después vemos que dentro de las cárceles se siguen cometiendo delitos”, agregó la funcionaria judicial.
“Eso lo venimos reclamando, hemos tenido muy buena receptividad por el Poder Ejecutivo, tanto de la Secretaría de Justicia, del Ministerio de Seguridad y la Secretaría de Asuntos Penitenciarios, pero son cosas que hay que proyectarlas y hacerlas a largo plazo porque hay que hacer una modificación completa de lo que es la perspectiva sobre el Servicio Penitenciario”, agregó.
“Esto es algo que se viene arrastrando desde hace muchísimos años. Nosotros vamos a iniciar una investigación para ver cuáles fueron las responsabilidades políticas sobre lo que ocurrió, y si es que existió o no poder esclarecer eso y brindarle a la sociedad esa explicación”, terminó diciendo.
La fuga
Por su parte, el fiscal Carbone dio detalles de cómo fue la mecánica de la fuga, en base a las primeras investigaciones.
Según relató, irrumpieron 3 personas armadas, con pistolas y ametralladoras. Mientras dos efectuaron disparos contra el personal del Servicio Penitenciario que estaba en las garitas de seguridad perimetrales, el tercer cómplice fue con una amoladora a batería y perforó el cerco perimetral. Luego de adelantarse unos 200 metros, cortó otros dos cercos perimetrales, mientras sus compañeros intentaban cubrirlo disparando hacia el lugar donde estaban los guardias.
Toda esta situación era seguida de cerca por al menos 15 reclusos, que lograron traspasar dos de los cercos. Quien usó la amoladora fue gravemente herido durante el intercambio de disparos y murió prácticamente en el acto, mientras que 7 presos lograron ser atrapados antes de llegar al último cerco.
Los ocho restantes se subieron a un auto con las dos personas que perpetraron el ataque y se dieron a la fuga en un Peugeot 3008, que fue hallado horas más tarde.
En la zona desde donde se efectuaron los disparos, el personal del gabinete criminalístico halló vainas servidas de pistola y ametralladora 9 milímetros, pistola 11.25 y también de calibre .380.
“Morocho”
Todas las fuentes consultadas señalan a Claudio Javier “Morocho” Mansilla como el principal sospechoso de ser el organizador de la fuga. Uno de los que dio su nombre fue el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Jorge Bortolozzi.
Mansilla estaba transitando un juicio oral y público por un doble homicidio agravado, ocurridos en septiembre de 2018 en villa Banana. Y este lunes iba a ser sometido a audiencia en el marco de dicho juicio.
También está señalado como el instigador, desde la cárcel, del crimen de un joven de 21 años, ocurrido a fines de abril pasado en una esquina de la zona sudoeste.
Los otros 7
Los restantes reclusos que lograron huir fueron Alejandro Andrés Candia, de 35 años, quien estaba detenido por robo calificado y agravado. Candia participó de la fuga de un minibús que los trasladaba a Coronda, hace poco más de 2 años, en un confuso episodio registrado sobre la autopista Rosario-Santa Fe, a la altura de Granadero Baigorria).
También Ezequiel Rodolfo Romero, de 20 años, detenido por homicidio y lesiones; Daniel David Piscione, de 31 años, estaba preso por robo calificado y cumplía condena de 8 años y 9 meses de prisión y Martín Alejandro Cartelli, de quien no se dieron mayores datos.
Tres ya fueron recapturados: Sergio Martín Cañete, de 35 años y Joel Isaías Rojas, de 25, fueron detenidos en los primeros minutos de este martes cuando intentaban huir en el baúl de un auto, en el barrio Cabin 9, de Pérez; mientras que Alejandro Antonio Schmittlin, de 40 años, fue apresado durante un operativo cerrojo en la ruta provincial 94, en el departamento General López, al sur de la provincia, cuando iba junto a otra persona, mayor de edad, en una camioneta VW Amarok de color blanca.