Desafiando el olvido
Cómo afrontar el Alzheimer: síntomas, diagnóstico y estrategias de cuidado
Se trata de una enfermedad cognitiva que no tiene cura y sus consecuencias afectan al paciente y a su entorno.
Por Luciana Lanzamidad
En el marco del Día Mundial del Alzheimer, que se celebra cada 21 de septiembre, el neurólogo Francisco Varela brindó a Sur24 información clave sobre esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El Alzheimer se caracteriza por un deterioro gradual de la memoria y otras funciones cognitivas, lo que conduce a dificultades en la vida diaria de los afectados.
El profesional explicó que “los síntomas más comunes de esta enfermedad incluyen problemas de memoria, especialmente en lo que respecta a eventos recientes, así como dificultades en las actividades instrumentales de la vida diaria y en la interacción social. Con la progresión de la enfermedad, se presentan desafíos en otras áreas cognitivas, como el lenguaje, la toma de decisiones y las habilidades ejecutivas”.
Por otro lado, Varela resaltó que “aunque aún no existe cura para el Alzheimer, hay medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
Los síntomas más comunes de esta enfermedad incluyen problemas de memoria, especialmente en lo que respecta a eventos recientes.
Factores de riesgo y diagnóstico
Dentro de posibles factores de riesgo comunes para desarrollar la enfermedad, el neurólogo dijo que están: “la edad avanzada, antecedentes familiares, lesiones en la cabeza, depresión, hipertensión y diabetes tipo II. Sin embargo, no se puede predecir quién desarrollará la enfermedad con certeza y es importante remarcar que la mayoría de los casos no son hereditarios. Sólo existe una forma genética, heredable, de la enfermedad que se caracteriza por el inicio a temprana edad y representa mucho menos del 1 % de los casos”.
En cuanto a cómo se llega al diagnóstico, el entrevistado explicó que realiza una evaluación clínica que incluye pruebas neuropsicológicas y estudios de neuroimagen, como resonancias o tomografías cerebrales, para identificar cambios en el cerebro. La enfermedad generalmente se divide en tres etapas: leve, moderada y grave, con síntomas que incluyen pérdida de memoria, confusión y dificultad para comunicarse.
Al diagnóstico se llega a través de pruebas neuropsicológicas y estudios de neuroimagen.
Tratamiento
Varela sostuvo que “actualmente no existe una cura, pero se utilizan estrategias farmacológicas y no farmacológicas para tratar la enfermedad. Los medicamentos existentes pueden mejorar los síntomas, pero no detienen la progresión de la enfermedad. Además, se están investigando anticuerpos monoclonales que podrían cambiar el curso de la enfermedad, aunque con ciertas limitaciones”.
Con relación a las estrategias no farmacológicas, “estas suelen ser tan o más importantes que las anteriores. La terapia ocupacional, la terapia de lenguaje y la terapia física son esenciales para el abordaje de estos pacientes. También es importante proporcionar un ambiente seguro y de apoyo para el paciente y la familia”, dijo el profesional
Para reducir el riesgo de Alzheimer, el Dr. Varela aconsejó mantener un estilo de vida saludable que incluye una dieta equilibrada, ejercicio regular, control de enfermedades crónicas y la evitación del tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
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Finalmente, para mantener la salud cognitiva, el neurólogo recomendó tener un equilibrio entre la actividad cognitiva, física y social. Actividades como la lectura, crucigramas y aprender nuevos idiomas son útiles. Además, llevar un estilo de vida saludable y mantener relaciones sociales activas son fundamentales para el bienestar general.
El Alzheimer es una enfermedad que afecta no solo a quienes la padecen, sino también a sus seres queridos. El conocimiento sobre la enfermedad y el apoyo adecuado son esenciales para enfrentar este desafío de manera efectiva.
Por eso, los cuidadores de personas con esta enfermedad también juegan un papel crucial. Pueden encontrar apoyo a través de grupos locales y en línea, así como recursos proporcionados por organizaciones como la Asociación de Alzheimer. Cuidar la salud física y emocional de los cuidadores es fundamental en esta tarea desafiante.