Convertir el dolor en solidaridad: “Magda dejó un gran legado en Venado y la región”
La pérdida de un ser querido puede tener muchas formas de enfrentarlo, y los papás de Magda Pagliero eligieron hacer su duelo cumpliendo el deseo de su pequeña con la constitución de una ONG “La Mariposa Donadora” que ayer inauguró su merendero, ubicado en la Villa Deportiva del Club Ciudad (Ruta 8 y Lussenhoff).
“Tanto mi esposa como yo tenemos una visión muy particular de la muerte y desde ese punto de vista es que quisimos canalizar ese dolor de perder a un hijo a través de la creación de este merendero”, contaba Luciano Pagliero a Sur 24 desde las instalaciones del Club Ciudad que generosamente les cedió un espacio para llevar adelante su meta.
“El proceso de la muerte es algo muy personal y cada uno lo vive a su manera y nosotros entendemos y es nuestra creencia que Magda está con nosotros y pensamos que el ser humano está en este mundo para aprender sobre el
desapego. De las cosas materiales se hace más práctico pero de lo sentimental cuesta muchísimo y si tendríamos que dar un consejo sería que pensemos que en el otro lado también hay vida y ella nos espera”, señalaba sobre el momento que están atravesando, pero que han conseguido reponerse con este pensamiento positivo y actuando al ayudar a los demás.
“Nosotros la recordamos siempre con nosotros y en nuestros corazones, aunque uno extraña ciertos momentos la sentimos muy presente”, agregó.
Agradecidos y acompañados
La iniciativa de colaborar y brindar ayuda a quienes más lo necesitan surgió mientras la niña de 12 años estaba internada en Rosario y ella misma gestó este proyecto como una forma de retribuir todo el cariño recibido por la gente de Venado y la región.
“Nace de ella, porque cuando estaba internada nos propuso de que al volver podamos hacer una organización o una fundación y sabemos que eso no es fácil de hacer, por eso nos propusimos al regreso cumplir de alguna manera su sueño y empezamos con una publicación en Facebook y nos llovieron donaciones de ropa y demás cosas que pedimos. Y fue en ese momento que desde el Club Ciudad, que es donde mis hijas iban a hockey y siempre estuvo muy comprometido con el caso de Magda, como el presidente es contador nos propuso armar una ONG para que perdure en el tiempo y fue así que nos decidimos seguir para adelante”, relató Luciano sobre la conformación de “La Mariposa Donadora”, que su primer objetivo fue la apertura del merendero, donde ayer ya fueron 32 niños, más que nada del barrio Villa Casey por la cercanía.
Y quiso remarcar que Magda “no solamente nos dejó un legado a nosotros, sino que a gente de Venado y la región porque movilizó muchísimo y sigue movilizando”. Y agradeció especialmente al servicio gastronómico Suárez, que “nos brindó todo para poder arrancar en un gran gesto de solidaridad”.
Además de brindar la merienda de lunes a viernes de 16 a 17, el objetivo de la ONG es recolectar ropa de abrigo y lo que se vaya solicitando para llegar a todos los barrios de la ciudad, y recordó que al merendero “pueden venir niños de toda la ciudad, es abierto a quien lo necesite”.
Y pensando en el futuro, tanto Luciano como su esposa Julieta están planeando que a través del voluntariado que se está conformando “una vez que tengamos organizado el tema de la cocina ver la posibilidad de dar una viandita a los chicos quizás los fines de semana y estamos organizando algo también para el próximo Día del Niño”.
“Es necesario involucrarse”
Viendo cómo la ayuda que ofrecen es bien recibida, Luciano consideró que también es necesaria “y no solo en la ciudad sino en el país, pero uno mira donde habita pero se necesita en todos lados y no estamos exentos de esa necesidad. Por eso decidimos más allá del pedido de Magda hacer un relevamiento y ver qué necesidades hay, y si bien la Municipalidad ayuda, es necesario que el ciudadano común se involucre”.
“Y para verlo hay que caminar la ciudad, a veces es más fácil cuestionar desde arriba de un auto, pero el frío y el hambre no entiende de partidos políticos y para solucionar las cosas hay que actuar”, evaluó.
Para cerrar contó una anécdota que le ocurrió ayer: “Una nenita del Villa Casey vino al merendero y nos ofreció una mudita de ropa que ya no le andaba más para que pudiéramos donarla, la agarramos y le dimos dos mudas más grande. Ahí ves que siempre quien menos tiene es quien más ayuda”.