Datos y anécdotas en el 138° aniversario de Venado Tuerto
De remate
El sábado 5 de marzo de 1881, a las 13, estaba convocado el remate, a través de Adolfo Bullrich & Cía., de los Campos del Venado Tuerto. Se lo publicitaba en afiches como 72 leguas de campo (del total de 172 que eran propiedad del fundador Eduardo Casey) “sobre la frontera de Buenos Aires y Santa Fe, con pastos inmejorables, hermosos cañadones y grandes lagunas”. Además, la venta no era por hectáreas, sino “en lotes de una legua, más o menos, por lo que den los interesados”, aclarando que “no hay base para la venta”. El único requisito era abonar 50 mil pesos por legua cuadrada al contado y el resto a pagar en tres años y sin mencionar intereses. Poco después, la siguiente subasta fue de 100 leguas en la fracción denominada Campos del Loreto.
La fundación
El 1 de junio de 1883, el Superior Gobierno de la Provincia de Santa Fe designó como distrito al paraje hasta entonces denominado Venado Tuerto, y al día siguiente, 2 de junio, arribó Alejandro Estrugamou -en representación de Eduardo Casey- para fraccionar en lotes esos campos y proceder a la fundación del pueblo de Venado Tuerto. En su función de juez de Paz, Estrugamou fue la máxima autoridad venadense hasta enero de 1892, cuando asumió el primer presidente de la Comisión de Fomento, el español Manuel Vilela.
Recién en octubre de 1964, luego de arduas discusiones que se profundizaron en la década del ’50, y una consulta al Archivo Histórico de Santa Fe, el Concejo Municipal define como fecha de fundación de la ciudad el 26 de abril de 1884, en coincidencia con la aprobación de los planos del nuevo poblado.
Llegó el tren
En julio de 1890 llega el ferrocarril al recién nacido Venado Tuerto, un servicio estratégico que contribuyó al desarrollo vertiginoso del poblado. Esa línea ferroviaria unía la santafesina Villa Constitución con la cordobesa La Carlota. Y enseguida empezaron a decaer los servicios de galera, hasta entonces único medio para traslado de pasajeros y mercaderías, al mismo tiempo que en las inmediaciones de la estación de trenes proliferaban burdeles y casas de citas.
¿Otro nombre?
Si bien el visionario Eduardo Casey se aferró a la leyenda del venado tuerto que alertaba en el fortín sobre la acechanza de malones para establecer el nombre del poblado recién nacido, hasta unas cuántas décadas después hubo intentos por modificarlo. Una de las alternativas más serias era precisamente la denominación de Eduardo Casey (o Ciudad Casey), en homenaje al fundador. También se propusieron otros nombres, como Villa Palmira y Leandro N. Alem.
Marcha “San Lorenzo”
Venado Tuerto es conocida como la cuna de la Marcha San Lorenzo, célebre pieza de celebridad internacional compuesta (en la casa hoy transformada en Museo Regional y Archivo Histórico de calle Maipú al 900) por el músico uruguayo Cayetano Silva en 1901, en tanto que la letra creada por Carlos Javier Benielli, honrando al Combate de San Lorenzo, se incorporó seis años después. El Ejército argentino la adoptó como marcha oficial y es ejecutada en cada cambio de guardia del londinense Palacio de Buckingham.
El Venadito
La emblemática figura del venadito, en tamaño natural, fue realizada en bronce, y se localiza en la plaza San Martín, en la intersección de calles Moreno e Hipólito Yrigoyen.
El escultor local Raúl Bertolini fue convocado por el Rotary Club de Venado Tuerto para realizar la obra con motivo del centenario de la ciudad.
El Venadito fue emplazado a nivel de piso, entre el Monumento al General San Martín y el Monumento a Don Eduardo Casey, a mitad de camino, en 1984.
Años más tarde, para evitar el vandalismo, decidieron elevarlo, previa restauración, colocándolo sobre un capitel, direccionado a la calle Moreno.