Decreto mata decreto: horas vertiginosas y dramáticas en medio de la crisis sanitaria
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Este viernes volvió a amanecer como tantas otras jornadas de la historia argentina, donde todo es transitorio y fugaz, y ya no sólo el diario tradicional pierde actualidad ante la sucesión vertiginosa de información oficial, sino que hasta cuesta mucho esfuerzo tener actualizados los portales de noticias.
Pasado el mediodía, a la espera de la publicación en el Boletín Oficial del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Alberto Fernández por el confinamiento de nueve días en busca de bajar los contagios de Covid-19 (desde la hora cero de mañana hasta el domingo 30 inclusive) en la mayor parte del país, ya está claro que el decreto provincial firmado por Omar Perotti perdió sustento en la práctica, porque el propio gobernador anunció que se unificarían criterios con la norma nacional (virtual regreso a fase 1). Entonces, apenas se oficialice el decreto nacional con las disposiciones adelantadas ayer en Cadena Nacional por el jefe de Estado, y luego de conocer la letra chica, también la Casa Gris deberá emitir el suyo con la correspondiente adhesión jurisdiccional.
Esta mañana, a través de una serie de placas, la Provincia apeló a la simplificación de las medidas contenidas en el decreto de Perotti, pero en cuestión de horas, como quedó dicho, perderá vigencia y, en definitiva, se endurecerá. Esto será así porque en las “zonas de alto riesgo y alarma”, como es el caso de la provincia de Santa Fe, se restringirán al máximo las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial.
También perecieron los acuerdos alcanzados en la mañana de ayer entre funcionarios de la Municipalidad de Venado Tuerto y el Ministerio de Seguridad provincial para “flexibilizar” el funcionamiento de algunas actividades, pues se habían conciliado sobre la base de las medidas provinciales. Sin embargo, sí habrán de continuar -y tal vez intensificarse- los rigurosos controles del espacio público entre fuerzas de seguridad provinciales y personal municipal.
Las mismas ambivalencias, entre decreto y decreto, ocurren en el controvertido ámbito educativo, donde se volvió abstracto el contrapunto entre la Amsafe de General López, que el último miércoles en asamblea departamental había exigido la suspensión de la presencialidad para favorecer la disminución de la circulación, y el director regional de Educación, Sebastian Roma, quien señaló que en las burbujas escolares los contagios estaban acotados, ratificando la decisión política provincial de sostener las clases dentro de las aulas todo el tiempo que fuera posible. Ahora, con la adhesión de la Provincia al estricto confinamiento nacional, por ‘efecto dominó’ se cae la presencialidad escolar en todos los niveles y modalidades, al menos hasta fin de mes.
En medio de la segunda ola de la pandemia de coronavirus, con el sistema de salud más tensionado que en el ‘pico’ del año pasado, todo será imprevisible por un buen tiempo más. Todos recuerdan que el inicio de la cuarentena, en marzo de 2020, se planteó por “15 días”, un insoslayable antecedente para creer que el lapso de nueve días que empezará a la hora cero de mañana podría durar más, si es que la medida no alcanza, como muchos expertos intuyen, para sacar al país del riesgo inminente de una catástrofe sanitaria por la imposibilidad de brindar auxilio respiratorio a los infectados de Covid.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]