La Provincia defiende la decisión de sacar de la calle a policías no vacunados
El secretario de Seguridad, Jorge Bortolozzi, defendió la decisión de impedir que los agentes policiales que no tengan las dos dosis de vacuna contra Covid presten servicios en la calle, a la vez que consideró que ese universo es proporcionalmente muy menor dentro de la fuerza.
Tal como informó El Litoral este domingo, la Jefatura de Policía de Santa Fe dispuso que los jefes informen el listado del personal no vacunado a las autoridades del Ministerio de Seguridad. Además, se comunicó que estos agentes deberán entregar sus armas a sus superiores y realizar teletrabajo hasta nuevo aviso, lo cual generó inquietud por el efecto que podría tener el retiro de personal de las calles, en momento en que además se registran ausencias por contagios y por licencias anuales.
“El interés de esta medida es la salud pública, y en este caso articular las decisiones con las disposiciones del gobierno provincial. El impacto de la implementación, el universo del que estamos hablando, recién lo podremos saber a partir del 12, cuando se termine el relevamiento. Lo que sí podemos decir es que de unos 800 agentes que no están vacunados, hay unos 200 que ya están en tareas pasivas. Y que hay quienes ya tienen una o dos dosis, por lo cual sólo habría que completar el esquema, y en unos días ya volverían a estar trabajando”, explicó Bortolozzi. Además, puso de relieve que “estamos hablando de 800 personas que podrían estar en esa situación, sobre 23 mil que constituyen la planta total”.
El funcionario admitió que la medida generó cierto malestar (sobre todo por el hecho de que los agentes que no tienen arma no pueden concursar para ascender) y que “va a haber gente que presente recursos”. Pero que más allá de eso, el efecto “va a ser positivo”.
“Este último fin de semana se vacunaron muchos agentes, tanto de la Policía como del Servicio Penitenciario. Y es importante, porque la mayoría de la gente está en la calle en contacto directo con la población”, añadió.
“Creo que es algo que se puede resolver fácilmente, y con esto lograr que la gente que tenga contacto con el policía esté segura. Y el policía que tiene dos o tres dosis también esté más protegido”, agregó, aludiendo a una cuestión que genera rispideces entre los propios uniformados, al tener que compartir espacios con colegas que no están inoculados.
Bortolozzi insistió en que “no queremos minimizarlo, pero estimamos que esto no va a generar problemas graves de funcionamiento”. Pero que, en cualquier caso, el miércoles 12 es la fecha en la que se contará con los datos definitivos.