“Supuesto delito”
Denunciaron a Marley por corrupción de menores
Adrián Alfredo Molina, de 44 años, vive en Miami, pero viajó exclusivamente a la Argentina para realizar la presentación judicial.
Desde que trascendieron las denuncias por presunto abuso sexual, Marley estuvo en el centro de la polémica y esto se reforzó por su alejamiento de la TV. Luego de un tiempo, el conductor volvió a los medios y, este martes, salió a la luz una denuncia judicial por un “supuesto delito de corrupción de menores”.
Según detallaron en América Noticias, el denunciante fue identificado como Adrián Alfredo Molina, quien hoy tiene 44 años y que vive en Miami, pero que viajó exclusivamente a la Argentina para realizar la presentación judicial. El hombre habría tenido un romance con Marley durante tres años, desde que tenía 17 años.
El denunciante afirma que hablaron durante meses por teléfono y antes de verse por primera vez, el famoso le habría dicho que se parecía al conductor televisivo Marley. “Para ese momento no tenía clara mi orientación sexual”, sostuvo Molina.
Y agregó: “Al cabo de un tiempo me citó en una esquina de Palermo, donde nos conocimos personalmente. Para ese entonces él ya se había transformado en alguien de confianza, en la única persona que sabía todo de mi vida. En esa ocasión me subí a su automóvil en el área Libertador e inmediatamente me llevó por la autopista Panamerica a su casa de la zona norte”.
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Además, sostuvo que “durante ese trayecto intentó agarrarme de la mano, lo cual lo rechacé. En ese primer encuentro de su casa trató de seducirme e intentó tener relaciones sexuales pero me negué, lo cual me dio mucha vergüenza y culpa”.
“Yo era un adolescente muy tímido, introvertido, que tenía solo una amiga a quien le conté estas confidencias... Esa manipulación y mi inmadurez me llevaron a tener relaciones con él. Me buscaba en una esquina acordada previamente y me llevaba a su casa, donde comíamos y teníamos relaciones sexuales. Esto se inició cuando yo tenía 17 años y duró por más de tres años”, expresó la víctima.
Después de contar que este romance era secreto, explicó: “Tiempo después tomé conciencia que la relación fue netamente sexual, limitada a las cuatro paredes de su casa, excepto por un par de viajes fuera de Buenos Aires. Incluso, cuando estábamos en su casa me obligaba a que no me acerque a la cocina en planta baja porque nos podía ver una vecina, y si salíamos a la piscina en el jardín, siempre teníamos que estar alejados para evitar que puedan”.
“Una sustancia en la nariz”
Asimismo, en otro fragmento de la denuncia, detalló algunas situaciones graves que vivió en ese tiempo: “Alejandro colocó en mi nariz una sustancia que se llama poper, mientras me convencía para tener sexo en el jacuzzi. Me desmayé...”