Video: derrumbe que pudo ser tragedia en calle Belgrano al 200
Alrededor de las tres de la tarde, una desgracia con suerte sucedió en pleno centro venadense, Belgrano al 200, cuando se precipitó un derrumbe descontrolado en un local que hasta hace poco tiempo estaba dedicado a la venta de ropa femenina. Según averiguó Sur24, si bien en esos instantes no había demasiado tránsito, ni peatonal ni vehicular, los escombros se esparcieron hasta la mitad de la calle Belgrano, a metros de su intersección con Iturraspe, afectando a las columnas de iluminación de la vereda y provocando daños en la vivienda lindera, cuyos propietarios enseguida llamaron a su abogado para el asesoramiento legal (seguramente en busca del resarcimiento económico) y a los agentes municipales para proceder a las correspondientes verificaciones técnicas. Mientras tanto, por razones de seguridad, en esa cuadra debió interrumpirse por un buen rato la circulación de automóviles.
Según los albañiles que trabajaban en el interior, golpeaban con sus masas para voltear una parte de la mampostería, y en esas circunstancias cayó un bloque de pared, golpeó contra el frente y se generó el derrumbe. Sin embargo, en un video que obra en poder de vecinos, no se observaría ningún movimiento laboral, ni tampoco se habrían escuchado los ruidos de dichos golpes.
Por otra parte, la versión es que el objetivo de la cuadrilla era derrumbar el inmueble para ampliar las cocheras existentes hacia el centro de manzana, con acceso por calle Belgrano, “pero tenían que hacerlo con las precauciones correspondientes, no con tres chapas adelante y sin ninguna medida de seguridad”, reprochó un vecino, con restos de polvillo en su ligera vestimenta.
Otras fuentes consultadas consignaron a este medio que “la demolición había comenzado cuatro semanas atrás, y se trabajaba con martillos percutores, hasta que debió introducirse maquinaria pesada en la última etapa y ahí parece que se les complicó”.
Cabe señalar que el local derrumbado estaba deshabitado y su última ocupación había sido bajo el nombre comercial “Alondra”, dedicado a la venta de indumentaria femenina, que hacia un lado lindaba con las instalaciones de la Universidad del Gran Rosario (UGR) -ex sede social del Club Jorge Newbery- y hacia el otro con la vivienda que fue más damnificada por el episodio.