Desde la Defensoría regional consideran que “la situación de la Alcaidía de Melincué es insostenible”
En sintonía con lo denunciado por el senador provincial por el departamento General López, Lisandro Enrico, en torno al estado en el que se encuentra la Alcaidía de Melincué, el defensor de la regional Venado Tuerto Mariano Mascioli, quien desde hace varios años viene haciendo relevamientos en esta unidad, consideró que la situación es “insostenible”, ya que hay graves problemas edilicios y en la provisión de servicios. Al igual que el legislador, consideró que la solución es la construcción de un nuevo espacio para alojar a las personas privadas de la libertad.
Tal como lo manifestó el senador Enrico, la situación de la Alcaidía es insostenible. Incluso, todos los actores que de alguna manera intervienen en el trabajo de esta unidad, sean jueces, ficales, personal policial y hasta el propio Ministerio de Seguridad de Santa Fe, reconoce la gravedad del problema”, comentó el funcionario.
“Sabemos que la construcción de la Alcaidía es muy antigua y que su estructura original no estaba preparada para tener la cantidad de personas que actualmente se alojan allí. El edificio tiene defectos, tanto en paredes, techos, pisos, hay grietas, problemas de humedad, agua en los pisos y sobre todo una superpoblación, ya que actualmente hay 114 personas alojadas y la capacidad operativa no supera las 48 plazas”, expresó Mascioli.
Cabe señalar que, desde que se inició el nuevo sistema de enjuiciamiento, con audiencias orales, se estableció un plan de monitoreo. “Permanentemente los defensores estamos trabajando en el lugar, adentro de la Alcaidía, lo que nos permite hacer estos informes. El primero que confeccionamos fue en el 2013, donde se hicieron mediciones y se determinó que la capacidad es del 48 plazas. Hoy tenemos más del doble, lo que muestra que hay un nivel de sobrepoblación y hacinamiento crítico”, exclamó.
Habeas corpus
Mascioli también comentó que, como defensores, “tenemos que denunciar estas situaciones, por eso hemos planteado en todos estos años más de 8 habeas corpus, para tratar de mejorar la realidad. En todos estos trámites tuvimos resoluciones favorables, logrando algunos pequeños cambios como la provisión de agua, la alimentación, la atención médica, la educación y en algunos casos, la cuestión edilicia, aunque con proyectos que no fueron otra cosa que un parche para sostener un poquito más el edificio”, subrayó.
A su vez, resaltó el último recurso presentado por la Defensoría regional, se solicitó un plan de obras “urgente” para mejorar las condiciones de la Alcaidía. Sin embargo, “sabemos que es un edificio que ya no puede seguir siendo habitado”.
Nueva cárcel
Más allá de algunos trabajos que se pueden hacer en lo inmediato, Mascioli precisó que la solución es contar con una nueva cárcel o unidad penitenciaria en la región, construida con los nuevos estándares y contando con el personal adecuado y capacitado.
En este sentido recordó el proyecto que se había planteado para nuestro sur provincial, el cual, años atrás, tuvo importantes avances con audiencias públicas en Melincué y hasta se había consensuado la construcción de este nuevo edificio. “Por lo que sabemos, el gobierno provincial había adquirido un terreno para llevar a cabo la obra. A partir de allí, desconozco cómo quedó el trámite, porque incluso, dentro de los procesos de habeas corpus habíamos solicitado que se nos informe cómo estaba el tema, pero no hemos logrado tener respuesta”, indicó.
El defensor insistió en que las personas que deben alojarse en estas unidades deben tener condiciones dignas como lo establece la constitución, respetando los estándares internacionales, algo que no se cumple en Melincué, ya que “están hacinados, porque hay 15 personas en una celda para 4, deben dormir en el piso y rotando porque no hay lugar para todos”, planteó. Y añadió: “No estamos planteando que necesitan un hotel cinco estrellas, con sofá, spa y demás, sino que mínimamente tengan acceso a la salud, la educación y a servicios básicos como puede ser alimentación y agua. Las actuales no son condiciones para que viva cualquier persona, más allá de lo que haya hecho”.